Capítulo 6 : Etiquetas parte 4

Asher

Al terminar el examen de inglés y las clases de las siguientes materias, fui hacia Gabriel y Freik en la hora del recreo.

-Tengo que hablarles...sobre la pastilla que me dieron -baje la voz.

Los dos se acercaron más a mí viéndome con expectativa de saber cómo fue.

-¿Quieres más? -ofreció Freik.

Los miro detenidamente y llevo mi mano hacia el bolsillo de su camisa y le dejo la pastilla justo como él me la había dado.

-De hecho, no quiero nunca más.

Freik se revisa el bolsillo y luego me mira con el ceño fruncido.

-¿Cómo vas a rechazar lo que te estoy dando?, ¿sabes cuántos lo desearían?

-Sí, puros adictos a esa porquería y yo no seré uno más.

Me retiro, pero ambos me siguen por el pasillo. Gabriel me dice.

-Asher, pruébalo. Te relajará. Siempre estás muy tenso por los exámenes y los estudios. Yo lo consumo cada cuanto y no soy adicto.

-No insistan. Puede que no seas un drogadicto Gabriel, pero no todos reaccionamos de la misma forma a eso.

-Somos tus amigos, confía en nosotros -alega Freik.

Me detengo y me doy la vuelta hacia ellos.

-¿Mis amigos? Si realmente fueran mis amigos no me dirían que consuma esa mierda. - levanté la voz sin darme cuenta, pero estaba algo molesto.

-Asher, baja la voz -dice Freik entre dientes.

Algunos, alrededor habían volteado a vernos y en los ojos de ellos se notaba el miedo de si se llegaba a revelar su secreto.

-Como sea.

Me di media vuelta y seguí adelante.

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Viggo

Athena me estaba hablando sobre no sé qué exactamente, pero ella estaba muy inspirada contándome y yo muy metido en el celular sin prestarle atención.

-...Eso fue lo mejor, entonces para rematar... -me mira y se da cuenta de que no la estoy viendo- ¿Me estás escuchando Viggo?

-No -fui sincero.

-Mierda ¿Qué tanto haces viendo el celular?, ¿sigues hablando con ese chico de Instagram? -se cruza de brazos.

-Sip. Ayer dejamos una conversación pendiente.

-¿Y tan importante es?

-Sip...ahorita le dejo y te escucho.

-Claro -dijo sin ganas mirando a otro lado.

Mientras tanto en el chat de "Esteban" alias: el papacito rico mi rey. Teníamos una charla bastante interesante que debíamos terminar.

Esteban_18

-Me encantan tus fotos.

-Vas a mostrarme lo que me prometiste anoche?

¿Y tendré algo a cambio que valga la pena? -

-Te lo aseguro.

En ese momento presioné el icono de una imagen y entré a la galería buscando las fotos que recolecté anoche en Google y algunos sitios porno. Elegí una foto entre las 5 que tomé screenshot y se la envíe.

La foto era un desnudo frontal que se tomó una chica tipo selfie. En la imagen se apreciaba todo lo que a un hombre hetero le interesa en un nude.

A los segundos Esteban no tardó en contestar con una foto igualmente.

La diferencia entre la foto que yo le envié y la que él me envió, es que esa foto no era mía y no le encontraba nada que me interesara, en cambio la de él, pues había bastante que ver...

Esteban_18

-Estás muy buena ophelia, pero que cuerpo.

Lo mismo digo Esteban, no está nada mal...-

No encontré mejor nombre de mujer que Ophelia para un perfil falso, es poco común, llamativo y definitivamente llamará la atención de muchos cuando vean las fotos que están publicadas. Todas son de mujeres distintas con ciertos rasgos parecidos y aun así logro engañar a varios pendejos que me escriben y yo les sigo el juego sacando algo de provecho.

-Listo. Ya soy todo tuyo Athena -le digo apagando la pantalla de mi celular y mirándola pestañeando múltiples veces.

-Hasta que al fin te dignas de compartir tu tiempo con tu amiga. No sabía que ahora estabas tan ocupando en las redes.

-No tienes idea.

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Viggo engañaba a hombres en Instagram haciéndose pasar por una mujer.

Diciéndolo de esa forma suena a que es un hijo de puta, pero en realidad nunca lo quiso así y tampoco esa fue su intención.

Algunas veces se presentan tentaciones que no podemos evitar tomar y terminamos haciendo algo que está mal.

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Vega

Para mi sorpresa el chico al que le escribió Dannia me respondió y desde entonces hemos estado hablando. Alessa se encuentra a mi lado asesorándome en todo momento para no cagarla.

-Me respondió esto, ¿qué le digo? -la miro ceñuda.

-Solo te preguntó si te gusta el helado. Creo que eso deberías saberlo y no tener que preguntarme.

-Lo sé, pero si le digo que sí entonces él me invitará a comer helado y si me invita significa que tendré que verlo en persona y si lo veo en persona estaremos juntos y no sé si pueda hacerlo.

Alessa me mira con una cara de asombro al escuchar mi hipótesis.

-Vega, es solo una pregunta, no creo que todo eso pase de igual forma. Apenas se están conociendo -me hace entrar en razón.

-Cierto. Es verdad.

Le digo que sí y al cabo de unos segundos me responde.

-¡Oh por Dios!, ¡sí me invitó a salir! -digo asustada y emocionada.

-¿Es en serio? -Alessa mira el mensaje y ni ella se lo cree-, que rápido fue eso.

-¿Entonces ahora qué le digo? -la veo desesperada.

-Ya que él te invitó no puedes rechazarlo.

-Okey.

Le dije que sí y no tardó en ubicarme el lugar y hora del encuentro.

-¡Es hoy!, me preguntó si me parecía hoy.

-Pues dile que sí.

Eso hice y en breve ya tenía a un chico en la bolsa, como decía Dannia. Fue incluso más rápido de lo que pensé.

-Ahora aquí viene lo importante, Vega -dice Alessa en tono de consejo materno-, no te dejes llevar solo porque es lindo, la personalidad también cuenta mucho. Muy probablemente ese chico te invitó con la excusa del helado para conseguir eso otro por lo que hicimos esta operación, sexo. Así que mi amiga prepárate para lo que pueda pasar.

La seguridad como lo decía me daba algo de miedo y más aún cuando lo escuchaba en mi mente.

"Prepárate para lo que pueda pasar"

Es decir que es hora de podar un poco el césped.

-Estoy algo nerviosa -le confieso.

-Es completamente normal, pero no te preocupes. Es solo una posibilidad.

-Jamás había hecho algo así -Alessa me vio con la mirada baja.

-No tienes que hacerlo si no quieres -de pronto eso me tomó desprevenida.

-¿Te refieres a que no tiene que ser con él si no quiero? -y mi pregunta hizo que bajara los ojos y luego asintiera con una sonrisa cambiando su semblante.

-Sí, eso, a eso me refería.

-Gracias por los consejos y toda tu ayuda, amiga -me le acerco para darle un abrazo.

-No es nada, amiga. Siempre estaré ahí para ti.

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Artemis

Caminaba por los pasillos de la escuela cuando escucho una voz bastante familiar detrás de mí.

-Artemis, espérame -Venecia se acerca corriendo hacia mí.

-Te estaba buscando por todas partes ¿a dónde vas?, eres como una cucaracha.

Suelto una risa primero y luego le respondo.

-Solo camino por ahí. Aún sigo conociendo este colegio...es inmenso -agrando los ojos.

-No más grande que mi... ¡ups! Chiste de hombres, no tengo pito...no aún -alza una ceja con mirada pervertida de emoji.

-¿Qué? ... -digo entre risas. Ella estaba muy loca-. No es cierto eso de que aún no tienes pene... ¿o sí? -la miro por un segundo de seriedad.

- Claro que no. Yo amo mi panocha, es decir, es lo mejor, a excepción de algunas cosas que odio como la menstruación y orinar en baños públicos, pero fuera de eso todo increíble entre ella y yo.

Venecia me causaba mucha risa, y me encantaba como podía ser ella misma sin avergonzarse de nada. Apenas nos conocemos, pero siento como si lleváramos una amistad desde hace años. Toda esa confianza se refleja como si así fuera.

Ella también se ríe después de su explicación entre su amiguita y ella.

-¿Podemos hablar de algo que no sea vaginas ni penes? -le pido entre carcajadas.

-Somos adolescentes ¿qué no es de eso de lo que hablamos todo el tiempo?

-Yo no -niego con la cabeza.

-En realidad yo tampoco -sonrío y seguimos caminando- ¿Te hago una visita guiada por Las Estepas? Será la mejor de toda tu vida. La recordarás por siempre -me propone entusiasmada.

-Ok -me dejaré sorprender por lo que tiene la espontánea Venecia.

Esto podría ponerse interesante.

Ella me lleva hasta la cafetería que no queda muy lejos desde donde estamos.

-Por si eres ciega y no te has dado cuenta o no has leído el cartel de arriba, ésta es la cafetería, el lugar en donde los estudiantes vienen a nutrirse por necesidad fisiológica, otros prefieren gastar su tiempo hablando y así ocultar su anorexia.

Luego vamos al siguiente punto.

-Bienvenida a la piscina. Aquí es donde normalmente se dan las clases de natación, y cuando no es así, es utilizada por estudiantes para follar en el agua. Siempre límpiate bien después de salir -me mira fijamente.

Ahora al siguiente lugar.

-Este es el área de computación que también es una biblioteca, lo cual no tiene puto sentido porque al tener internet nadie va a usar los libros -de pronto pone cara del meme de la negra con la mano arriba como si dijera: ¿What?

Luego me lleva a los espacios abiertos de la escuela.

-Aquí encontrarás jardines para posar fotos Tumblr, canchas de básquet, fútbol y tenis. Además de obtener un poco de aire fresco alejado del aire acondicionado industrial que huele a cadáver...siempre pensé que ocultaron un muerto en la ventilación. Como sea, eso es todo por hoy.

-Wow -fue lo primero que salió de mi boca- , es increíble, Venecia.

-¿Qué opinas?

-Que me encantará estudiar aquí.

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Prometeo

Fue suficiente. Volví a ellos sin importar lo que haya pasado.

No podía seguir enojado con mis amigos por ocultarme que se iban del país, ya era algo estúpido.

Me les acerco y me siento en la mesa con ellos. Ambos me miran perplejos.

-Aunque me molestó que no me lo dijeran, no puedo darme el privilegio de enojarme justo ahora con ustedes. Son mis amigos y siempre lo serán no importa qué.

-¿Todo bien? -dice Liam.

-Todo bien -asiento y los dos sonríen- ¿Qué haremos después de clase entonces? Solo me queda una semana con ustedes, tenemos que disfrutar cada momento que pase.

-Y así será -dice Camila.

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Venecia

Artemis y yo seguimos hablando mientras caminábamos hacia el salón y al entrar veo que Eliana me ve con aquella mirada que podría disparar.

-Entonces ya sabes. Esa fue solo la visita guiada de los lugares del colegio, ahora falta el de los estudiantes, la más interesante por supuesto.

-No puedo esperar a que llegue esa visita.

-Y toma nota porque estará...

-Venecia -de repente me interrumpe Eliana-, hay que volver a los grupos de trabajo para castellano, vente. No queremos perder más tiempo.

Eliana me estaba cortando la conversación a propósito, ya comenzaba a fastidiarme un poco que se interponga de esa forma entre Artemis y yo.

-Bueno. Hablamos más tarde, Artemis -le digo y me voy con Eliana con el resto de las chicas.

-Hasta luego.

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Asher

Los idiotas de Freik y Gabriel como siempre nunca hacían nada, todo el trabajo lo tenía que hacer yo y eso me molestaba. Ellos solo sacaban provecho de su amistad conmigo para así aumentar sus notas. Estaba bien que lo hicieran algunas veces, pero no siempre.

Y en el caso de Artemis que ahora trabaja con nosotros, la verdad es que me ha impresionado bastante. No pensé que fuera tan trabajadora, de hecho, creí todo lo contrario, al principio me molestó porque alguien más iba a aprovecharse de mí, pero no fue así. Artemis me ayuda mucho haciendo más de lo que Gabriel y Freik pueden hacer.

-Gracias por ayudarme -le digo y ella me mira levantando ambas cejas.

-Es la primera vez que me hablas desde que estoy con ustedes.

-Lo siento, te juzgué mal.

-Descuida, ya estoy acostumbrada que todos piensen lo que quieran de mí.

Asiento y ella de inmediato regresa la cabeza a sus hojas y su lápiz.

En mí cabeza pensaba "Eres un idiota, Asher"

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Azul

A la hora de la salida mi mamá me llama como todos los días para venir a buscarme.

-¿Ya saliste?

-Sí, mamá -respondo sin ganas.

Aún seguía molesta por cómo se puso esta mañana.

-¿Por qué me hablas así? -dice con su tonito.

-¿Así cómo? -no evito subir la voz.

-Ay, Azul. Cuidado, cuidado -dice en forma de advertencia y eso lo detestaba-. Espero que cuando llegue me presentes a tu amiga Artemis o al menos tengas su número de teléfono.

¡Mierda!, ¡Mi mamá sí es fastidiosa!

-Okey, mamá -colgué la llamada. No podía seguir escuchándola.

A veces se pasaba.

Ahora necesitaba encontrar a esa chica nueva y explicarle mi penosa situación, ¡genial!

Camino por la entrada principal en donde están todos los alumnos aglomerados esperando a que vengan por ellos.

Entre tanta multitud veo a Artemis y me acerco a ella.

-Oye, sé que no me conoces, pero necesito que hagas algo por mí...

-Espera un momento, ya vengo -de repente se va a otro lado en donde la llaman y me quedo ahí con las palabras en la boca.

-Ok, perfecto, aquí te espero.

Entonces una mujer no tan mayor se me acerca.

-Disculpa, pero vi que estabas hace un segundo con mi hija y es que no la encuentro. - ¿hija?

-¿Es la mamá de Artemis?

-Así es, ¿eres amiga de mi hija? -interesante pregunta, pues ante los ojos de mi mamá ella y yo lo somos así que...

-Sí, somos amigas -le muestro una sonrisa.

Nos acabamos de conocer pero que tanta diferencia hay. Hoy en día la gente se hace amigos así de fácil.

-Oh, que bueno -se muestra aliviada- Artemis es nueva y no ha hecho muchos amigos, me preocupaba que fuera por mucho tiempo.

-No se preocupe...de hecho, yo necesito el número de teléfono de ella, es para un trabajo que tenemos juntas -la vieja y confiable.

-Bueno, ella no tiene teléfono aún. El que tenía se le dañó y pronto le compraremos uno, mientras tanto puedes tener el mío ¿te parece?

No es lo que esperaba, puede ser algo arriesgado, pero no importa. Necesito una respuesta para mi mamá.

-Está bien, no importa.

Intercambiamos números y luego me despido de ella justo para cuando llega mi mamá a tocar corneta.

Paso las puertas del colegio y bajo las escaleras hasta entrar en el carro.

-¿Y tú amiga?

-Ella ya se fue, pero aquí tengo el número de su mamá porque aún no tiene teléfono, y si no me crees puedes llamar a la mamá y comprobar que sí somos amigas -el extiendo el celular.

Mi mamá entrecierra los ojos y justo como pensé lo deja pasar.

-Está bien, pero no vuelvas a hacer la vaina de esta mañana.

Guardo mi teléfono en el bolsillo con una sonrisa victoriosa.

Fue una jugada riesgosa porque si le llamaba y le preguntaba si me quedé en su casa iba a descubrir que no fue así, pero yo conozco a mi mamá y demostrarle esa confianza fue suficiente para ella.

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Todos alguna vez hemos estado una situación similar con nuestros papás.

Cuando sentimos ese miedo de que descubran la verdad de una mentira que les dijimos.

Y a veces podemos engañarlos con éxito...

¿pero por cuanto tiempo puede durar una mentira?

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Azul entra a su cuarto tirándose en la cama exhausta, y es ahí cuando su hermana menor entra y la saluda.

-Hola, hermana -se queda parada frente a ella.

-Hola, Celeste.

-¿Cómo te fue en el colegio?

-Bien ¿y a tú?

-Bien... ¿me dejas jugar con tu celular?

Azul sabía que por alguna razón su hermana se veía tan interesada. Recientemente Celeste había descargado un juego en su teléfono que la tenía obsesionada.

-Eh, bueno, toma -le entrega el celular en la mano-. Yo iré a comer -se levanta yéndose de la habitación.

Celeste se acuesta en la cama y desbloquea el teléfono conociendo el patrón, al desbloquearlo se encuentra con el WhatsApp abierto y nota que hay un punto en donde dice "Estados", ella desliza la parte de chats a estados, y para comenzar a verlos sin querer toca la foto de perfil de Azul y entra a la cámara frontal con unas imágenes en la parte inferior. Antes de salirse ella primero se da cuenta de algo que llama su atención en las fotos más recientes, deja el dedo presionado sobre una foto, sin saber que la estaba seleccionando, al no entender por qué no se veía completa la imagen ella toca la siguiente y la siguiente foto. Seleccionando las 4. Celeste en vez de salirse tocando el botón para regresar atrás ve un icono verde con un visto bueno, ella lo toca pensado que podía salirse, pero esto la lleva a la parte de edición de las fotos, pudiendo así verlas de forma completa.

Celeste queda boquiabierta al notar lo que ve en la foto.

Ella ve una flecha verde y la toca sin saber...que estaba publicando las fotos en el propio estado de Azul.

Finalmente se sale de la aplicación y se mete en su juego, se queda esperando unos segundos a que cargue, pero de pronto le aparece un aviso con lo siguiente:

"Error de conexión. Verifica la conexión a Internet"

Celeste no entiende, pero lo comprende cuando ve que las luces del router están en negativo para el Internet.

En ese momento Azul se para en el marco de la puerta.

-Mamá dice que la acompañemos al supermercado, así que andando.

-Toma -le extiende el teléfono.

-Ponlo a cargar. Vamos, mamá nos espera.

Celeste hace lo que le pide su hermana mayor y se va con ellas.

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Azul

Una vez en el supermercado que no queda muy lejos de casa. Celeste y yo caminamos detrás de mamá aburridas viendo los productos de los estantes. Es entonces cuando veo un cereal que me encanta y que tengo años sin comer. Tuve la esperanza de que mamá pudiera comprarlo. Lo agarré y se lo enseñé.

-Mira mamá, tenemos tiempo sin comprar éste, ¿crees que...? -su respuesta fue definitiva y contundente.

-No, hija. Sabes que estamos cortos de dinero y no tenemos para gastar en esas cosas -dijo sin mirarme a la cara.

Camino de vuelta en donde lo agarré para ponerlo en su lugar y dije en voz baja:

-Siempre estamos cortos -es lo que siempre dice. Es como si viviéramos al día.

Casi que tenemos para pagar el colegio y eso es todo.

Si pudiera tener mi propio dinero ¿Qué no compraría yo? Me encantaría tanto producir mi propia plata y gastarla en lo que yo quisiera. Sin tener que pagar impuestos, recibos de luz, agua...de eso se encarga mi mamá y mi papá. Con mi dinero podría hacer tantas cosas.

Entonces recordé aquella oferta que ese hombre...Alejo, me había ofrecido. Quizás era una locura considerarlo, pero no me quejaría si lo hiciera, tampoco es que fuera un viejo verde de 64 años, él era bastante atractivo...como un Christian Grey.

¡Por Dios, es la fantasía de cualquier mujer!

Tal vez soy una estúpida si no lo acepto, o tal vez me estoy ahorrando algo que podría ser un grave error.

No lo sé.

En ese momento mi hermana se para al lado de mí y me hace una pregunta que no comprendo.

-Azul, ¿quién era ese tipo?

-¿Cuál tipo? -la miro detenidamente.

-El de las fotos.

Mi mente se puso a maquinar un poco y el resultado me asustaba.

-¿Cuáles fotos? -digo en un tono más serio.

-Las que estaban en tu teléfono, en WhatsApp.

Oh no...mierda.

Cerré los ojos asimilando que ella haya visto eso.

Me agacho y la agarro de los hombros.

-Él es solo un amigo, pero no puedes decirle nada a mamá ni a papá ¿ok? Me matarían, ¿entiendes? no le digas a nadie nunca, será nuestro secreto.

-Está bien, pero no entiendo qué hacían en los estados.

¿Cómo que en los estados?

-¿A qué te refieres? -la miro con incertidumbre.

-Las fotos las vi en tu estado, se metió en varias cosas e intenté salirme pero no sé si lo hice bien.

Mi mente se puso a pensar en todas las posibilidades y entre ellas había una que era la peor.

-¿Subiste las fotos?

Celeste mira a los lados pensativa.

-No lo sé, tal vez. Aunque de todas formas no hay wifi en la casa, no pueden subirse aún.

"Aún" pero cuando llegue no tardará en hacerlo, si es que ya no llegó.

Tengo a miles de contactos del colegio, si todos ven eso es mi fin, se acabó Azul.

-Tengo que irme ya.

Me levanté y fui hacia donde mi mamá para suplicarle que nos fuéramos.

-¿Ya tienes todo?, ¿podemos irnos?

-¿Qué pasa Azul?, ¿Cuál es el apuro?

-Tengo que regresar a la casa ahora, olvidé algo, es demasiado importante mamá. Es una situación de vida o muerte.

- Relájate, ¿sí? A mí no me estés apurando.

¡Joder!

Si ella no va a mover un dedo entonces mi iré por mi cuenta.

Me di la vuelta, fui hacia la salida del supermercado y corrí lo más rápido que podía.

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Mientras tanto en su casa, las luces del router se acomodan y el wifi regresa.

Las notificaciones empiezan a llegarle a su teléfono.

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Corría por la acera lo más veloz que mi cuerpo me permitía.

Yo nunca corría lo suficiente en las clases de educación física, pero ahora la situación era distinta y debía llegar cuanto antes.

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Las 4 fotos en su estado tenían un símbolo de exclamación en rojo con el aviso "Reintentar"

Ahora las imágenes comienzan a cargarse una por una y el aviso se quita.

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Ya casi llegaba al apartamento, podía ver los edificios de cerca.

Corro entre los edificios vecinos mientras me acerco al nuestro que es el último en la cuadra.

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Las fotos se suben con éxito y ya están disponibles para ser vistas por sus contactos.

Elaiza es la primera en verlas y queda boquiabierta mientras las repite una y otra vez.

"Tengo que guardar esto" dice cuando les toma un screenshot a las fotos.

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Paso por la entrada del edificio y subo las escaleras velozmente hasta el tercer piso.

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Vega entra en los estados y ve la actualización de Azul. Una vez que presiona el icono circular se queda perpleja.

"Oh mierda"

Diangel sale de un chat y ve que tiene un estado por ver. Él normalmente no los ve pero éste tenía algo particular en la pequeña foto circular. Cuando lo ve levanta ambas cejas.

"Vaya, vaya. ¿por qué no me sorprende?"

Kinsey también ve su estado y queda sorprendida.

"Wow"

Asher está viendo estados de sus amigos pasándolos a la derecha cuando de repente se topa con el de Azul.

"Diablos señorita"

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Abrí la puerta del apartamento y volé hacia mi cuarto desconectando el teléfono del cargador. Entro de inmediato a WhatsApp para percatarme que el estado se subió hace 13 minutos.

No puede ser, no puede ser.

Me estaba dando un colapso.

Lo peor fue que en tan solo ese tiempo ya lo habían visto 22 personas. Y entre los que lo vieron eran compañeros del salón o de otras secciones. Mis padres eran quienes más me preocupaban que lo vieran, pero por suerte los tengo a los dos bloqueados de mis estados, pero al resto de mi familia no.

Antes de borrarlas tenía que saber quiénes lo habían visto.

Tíos y primos. Revisé entre los que la vieron y no estaba ninguno de ellos por suerte.

Todos eran alumnos de Las Estepas a excepción de una persona que al ver su nombre me dio un escalofrío en la espalda.

"Mamá de Artemis"

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Quizás no era tan grave que la mamá de alguien con quien apenas cruzaste palabras viera algo como eso.

Pero, aunque no lo supiera, eso la perjudicaría mucho, más adelante, y es que para ese momento Azul no tenía idea de que Artemis...era su vecina.

Y es así como comienzan a etiquetarte.

Solo muestrales al mundo una sola cosa sobre ti y te tacharan por eso el resto de tu vida.

"Una foto vale más que mil palabras"

Es cierto, pero tú no conoces la historia detrás de esa foto. No sabes el contexto en el que pasó.

Nadie sabía que Azul besó a ese hombre porque pensó que era otra persona.

Así que ya te imaginarás lo que la gente decía de ella después de ver esas fotos.

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En el próximo capítulo

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Azul siente la presión de todas las miradas sobre ella.

Vega se encuentra con el chico de Facebook y descubre algo inesperado.

Viggo conoce a un chico peculiar en el grupo de jóvenes de su iglesia.

Prometeo descubre algo en relación al divorcio de sus padres.

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Y a ti

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