Capítulo 9 : Stalker parte 3

Todos somos stalkers, todos hemos revisado el perfil de alguien que nos interesa o para conocerlo mejor.

Es muy cierto que en las redes sociales conocemos cosas de la gente que en la vida real no, a veces descubrimos cosas que no sabíamos sobre las personas que creemos conocer.

Pero también encontramos el lado que quieren mostrar al mundo, la parte de ellos que deciden hacer pública.

Y Kinsey decidió atreverse a crear un blog en donde informaba y respondía a las preguntas más comunes sobre el feminismo.

Hoy en día si una mujer dice que es feminista los hombres le miran con desagrado. El concepto ha sido distorsionado y convertido en cualquier cosa que quieran creer o que piensan saber. También esto sucede cuando feministas extremistas llevan demasiado lejos el mensaje que quieren llevar y de ahí las califican a todas de la misma forma.

Y Kinsey se encontraba en un grupo rodeada de muchas de ellas.

"Vamos a derrumbar el patriarcado!"

"Decidir en qué auto irás a la escuela hoy, son los típicos problemas de primer mundo de un hombre blanco heterosexual"

"Oí del caso de una mujer a la que le rechazaron el trabajo de guardaespaldas. Es porque es una mujer y es débil ¿no?"

"Los hombres son unos idiotas machistas ¿qué harían sin nosotras?"

"Estoy tan cansada de decir "nosotros" aunque haya solo un hombre en el grupo. ¿Y si a partir de ahora cambiamos las cosas y hacemos que ellos digan "nosotras" así haya una sola mujer?"

Esos eran algunos de los mensajes que ella leía en el grupo, y la mayoría del tiempo no estaba de acuerdo con ellos.

Kinsey no buscaba la superioridad de su sexo sobre el masculino, ella solo quería igualdad de género. Pero Libano desde el primer momento que la oyó llamarse a sí misma "feminista", él automáticamente la etiquetó igual que a las otras.

Es un tema polémico del cual Libano cargaba mucho odio interno y descargaba sobre ella. Ahora estaba en riesgo su anonimato, y hará lo que sea necesario para evitar que Kinsey descubra que su acosador siempre fue su amigo más cercano.

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Libano

En la mañana lo primero que hago es buscar a Kinsey hasta encontrarla caminando por el ala oeste, me le acerco para averiguar si tenía la dirección IP.

-Hola, Kinsey -digo agitado de correr.

-Libano -me dedica una sonrisa y regresa la mirada a su teléfono.

Tenía miedo de que ya fuera tarde.

-Sobre la dirección IP, ¿ya la tienen?

-No, el hermano de Howard se la dará y él me la enviará cuando la tenga.

O sea que aún hay tiempo.

Intenté entrar en esa cuenta de Facebook que creé únicamente para dejar esa publicación, pero justamente anoche se fue la señal y con ella el Internet. Los datos de mi celular tampoco respondían, no tenía forma de entrar en la cuenta y eliminar la publicación antes de que obtuvieran la dirección IP.

Pero entonces se me ocurrió que tenía una oportunidad aquí en la escuela. Así que debía ser rápido.

-Bueno, espero que te envíe la dirección pronto y que puedas atraparlo -me doy la vuelta en dirección contraria, pero de repente ella me dice:

-O atraparla -me le quedo viendo paralizado-. También puede ser una chica, ¿no?

-Sí, sí, claro. Puede ser cualquiera.

Seguí caminando y fui lo más rápido hacia el salón de computación el cual está vacío a esta hora. Me metí en la primera computadora que vi y accedí a la cuenta de Facebook, busqué la publicación que hice y la borré.

Finalmente sentía que podía respirar ahora. Sin la publicación no podrán rastrear la dirección y yo quedaré impune.

Cerré la sesión y salí del salón sin que nadie me viera. Me dirigí a nuestro salón habitual para comenzar la primera clase de castellano y me senté junto Kinsey aliviado.

Ella seguía con el celular en la mano cuando le llega una notificación y al instante se emociona.

-¿Qué pasa?, ¿qué es tan bueno?

Ella me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

-Howard me envió la dirección IP, su hermano la pudo rastrear hace unos minutos. ¡Qué buena noticia ¿no?!

Toda esa tranquilidad mental que había adquirido se desplomó tan pronto como la conseguí y tuve que poner mi mejor cara para ella.

-¡Claro, estoy tan contento por ti! -ella me abraza cariñosa mientras a su espalda mi falsa sonrisa se esfumó y pensaba en qué paso dar ahora.

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Para los que no sepan lo que es una dirección IP aquí les dejo una breve explicación sencilla.

IP son las siglas de "Internet Protocol» que, si lo traducimos al español, significa «Protocolo de Internet". Se encarga de establecer las comunicaciones en la mayoría de nuestras redes. Para ello, asigna una dirección única e irrepetible a cada dispositivo que trata de comunicarse en Internet.

En resumen, le otorga un número específico a cada dispositivo conectado a Internet y de ese número se puede ubicar la geolocalización de en dónde se encuentra en un mapa.

¿Entendieron? Si no, entonces solo sepan que esa dirección viene del lugar en donde Libano hizo aquella publicación pidiendo ayuda para la madre de Kinsey, y esa publicación no la hizo en ninguna otra parte más que en su casa.

Así que...estaban por atraparlo.

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Libano

Al separarnos ella dijo:

-Después de clases iré con Howard al lugar para atraparlo y verlo con mis propios ojos. Porque una vez que lo tenga enfrente no sé de lo que seré capaz hacerle -su tono frío en las últimas palabras me dio un escalofrío por la espalda.

-Yo quisiera acompañarte para descubrir juntos quién es.

Su boca se abre de la emoción.

-¡Me encantaría!, ¿harías eso por mí?

-Por supuesto, eres mi mejor amiga, para eso estamos ¿no? En las buenas y en las malas -la miro con una sonrisa confiada y me vuelve a abrazar.

-Eres el mejor, ¿lo sabes?

-Lo sé...

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Azul

Después de la clase de Castellano vino la profesora de Historia Universal para dar su aburrida clase de siempre, entonces Artemis se acercó a mí sentándose al lado lo que me pareció raro.

-¿Se puede saber qué fue lo que le dijiste a mi mamá?, y no digas que no lo hiciste porque por alguna razón piensa que somos amigas y probablemente se deba a que te conviene que así sea, ¿o me equivoco? -me mira fijamente levantado una ceja.

¿Cómo pudo deducirlo todo?

La chica nueva me sorprendió. Creí que era más ingenua de lo que parece.

-Oye, yo, iba a explicártelo todo en serio, pero luego pasó lo de los estados y bueno, ya sabes el resto -bajo la mirada.

-¿Por qué le dijiste que éramos amigas y por qué le pediste mi número?, ¿Acaso tenías que demostrar algo?

La miro de vuelta a la cara.

-Mi mamá es muy intensa a veces. Estuve en un lugar que no puede saber y le dije que estaba en casa de una amiga para un trabajo, y digamos que muchas amigas ahora no tengo -veo esa mirada de compasión en sus ojos, se nota que ella entendía de eso-. Así que esa amiga eres tú, eres nueva y pensé que...no lo sé, solo se me ocurrió tu nombre.

Y entonces ella agrega:

-Me escogiste porque no nos conocemos y así podría ayudarte, en cambio, si le pedías a otra que te conociera no lo haría.

Justo en el clavo.

No le respondí, solo esquivé su mirada y la puse sobre el cuaderno en la mesa, lo cual fue una respuesta obvia para ella.

-Está bien, sé lo que es no tener amigos que te puedan ayudar. Así que yo lo haré.

Moví la vista hacia ella sorprendida y alegré.

-¿En serio me cubrirás?

-Odio mentirle a mi mamá, pero quizás no tenga que hacerlo tanto si realmente hacemos lo que le dijiste.

...ser amigas.

Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

-Por cierto, me dijo que te invitara a almorzar y también a cenar por una extraña razón, así que prácticamente pasaremos la tarde juntas. ¿Sabes por qué quisiera invitarte? -arruga la cara analizándome.

La verdad es que no tengo idea, pero quizás al ver los estados ella quisiera hablarme sobre ello, como aconsejarme o algo así. Es lo que los padres siempre hacen incluso con quienes no son sus hijos.

Realmente no quería ir y verle la cara a su mamá porque sería bastante incómodo, pero por otro lado sería bueno para fundamentar mi supuesta amistad con Artemis y que mi mamá lo crea más.

-Okey, acepto -ruego porque no pase nada incómodo.

-¿Aceptas?, ¿y crees que te estoy pidiendo matrimonio o algo? Es una invitación que no puedes rechazar, cuando mi mamá dice algo así debe ser.

Me causó una risa burlona que ella también no pudo contener y nos reímos juntas.

Tal vez la nueva no sea tan mosquita muerta como pensé, tal vez podamos llevarnos bien.

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Prometeo

No pude pegar un ojo en toda la noche, traté, pero las cosas en mi cabeza eran demasiado. Mi papá ya tiene una amante y muy posiblemente la tuvo desde antes y por eso mi mamá y él se divorciaron. Mis dos mejores amigos de la infancia se fueron y no los volveré a ver en mucho tiempo.

No tengo a nadie, estoy solo, y ese era mi más grande temor en la vida, quedarme solo... Es tan aterrador saber que no tienes a nadie en quien confiar, en quien desahogarte, alguien que te pueda consolar.

Luego de Historia vino la hora de química. Tenía tanto miedo por ver mi nota en el examen, afortunadamente no fui uno de los afectados por la histeria de Azul y yo sí pude entregar mi examen. Pero una vez que el profesor Marcelo dijo mi nombre y vi mi calificación fue como si un balde de agua me cayera encima.

Obtuve un 09 de 20, reprobé el examen por un punto. Creí haber estudiado lo suficiente, pero lo que ha pasado últimamente no me ha hecho concentrar mucho.

-Esperaba más de ti, Atlas -me dice el Profesor Marcelo con una mirada de decepción.

Cada vez que me llamaba por mi apellido era para felicitarme por las participaciones en clase, no para reprenderme con la mirada.

-¿Hay algo que pueda hacer para subir puntos? Por favor, lo que sea -le pedí en voz de súplica.

-Lo lamento mucho, irás a recuperación como los demás que reprobaron -su respuesta fue cortante y fría.

-Por favor, últimamente he pasado por varios problemas familiares y...

-Ese no es mi asunto, es su problema no el mío. Estudia más para la recuperación y tal vez pases esta vez -asentí y me di la vuelta con la cabeza baja.

Todo comenzaba a irse cuesta abajo...y no sabía cómo escalar.

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Venecia

Después de recibir mi examen de Química con un 20 nos trasladamos al salón de computación para continuar con la anterior actividad en parejas.

Al sentarnos Eliana y yo escuchamos detrás de nosotras a Viggo y Athena hablando sobre el profesor Marcelo.

-...Te digo que él lo hace con sus estudiantes, Viggo -le dice Athena a Viggo

-¿Tienes pruebas?, ¿acaso lo hiciste con él? -insinúa, Viggo, alzando una ceja y esbozando una sonrisa pícara.

-No, pero es más que obvio. Sofía y Wendy sacaron sobresalientes ¿en qué mundo pasa eso? Ellas estaban muy cercanas a él antes del examen y mira, tiene sentido -explica ella.

-Son solo una de tus teorías locas, bájale un poco -le resta importancia.

Entonces Eliana volteó a mirarme alzando una ceja.

-¿Mamá no te enseñó que es malo escuchar conversaciones ajenas?

Volteé los ojos y abrí el programa en la computadora.

-Con ese tono de voz cualquiera puede oírlos.

-¿Tú lo crees?

-¿Lo de Marcelo? -giré la cabeza para verla- ¿Tú lo crees?

-No lo sé, aunque hay que admitir que sí es algo sospechoso, además, yo vi que él le negó la posibilidad de subirle puntos en el examen a Diangel, pero luego vino Valentina a pedirle exactamente lo mismo y le dijo que lo pensaría con una sonrisa pervertida. ¿No es extraño?

-Quizás, pero sería un escándalo y algo muy loco si fuera cierto.

-Al fin algo interesante pasaría en nuestra aburrida escuela, y también sabría como pasar los exámenes sin estudiar -me guiña el ojo con una sonrisa pícara.

-Eres una zorrita -le digo sonriendo.

-La que no es puta no disfruta -suelta una risa contagiosa en la que la acompaño.

Eliana siempre sabía cómo hacerme reír.

-Y pensar que estarías con esa nueva. No la pasarías tan bien como conmigo -dice entre carcajadas, pero mi risa disminuyó y la miré con seriedad.

-¿A qué te refieres? -su risa también desapareció y me miró arrepentida de lo que dijo.

-No es nada importante.

-Yo creo que sí... ¿Le dijiste algo a Artemis? -Eliana estaba en silencio con la cabeza baja y entonces lo suelta.

-Solo le dije que tú y yo siempre nos ponemos juntas y que buscara más amigos -se encoje de hombros.

-Eliana, ¿por qué? Por eso ella ha estado distante. La amenazaste solo como tú sabes hacer.

Conocía muy bien a Eliana y sabía que cuando se sentía amenazada por alguien sus celos la dominaban.

-Yo no la amenacé, solo le dije que se alejara -sube la voz.

-Eliana, yo también tengo derecho a tener otros amigos, no soy solo tuya.

-Lo sé, pero ella...no me agrada.

-Si pudieras conocerla mejor...

-¡No! Tú eres mi mejor amiga y punto -reacciona de forma histérica y me ve con una mirada de loca.

La miro y siento que no sé a quién estoy viendo.

Volteo la cabeza hacia la pantalla y me enfoco en el trabajo.

-Terminemos este trabajo de una vez -hago como si ignorara eso y Eliana se sienta de frente cuando sentencio-. Este será el último trabajo en parejas en el que estemos tú y yo por ahora. No decides con quién trabajo o quién puede ser mi amigo, eso lo elijo yo.

Ella se voltea a verme y abre la boca, pero no dice nada, decide quedarse callada y regresa la mirada a la pantalla.

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En la mayoría de los casos cuando una amistad es tóxica no lo sabemos al inicio, pero eventualmente nos vamos dando cuenta cuando se vuelve imposible tapar el sol con un dedo.

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