Capítulo 2 Escape

Otro recuerdo se desbloquea en mi mente al finalizar los efectos de la sustancia.

Pero...

¿Qué mierdas estoy haciendo?

Arturo, mi hermano me observa desde el sofá, él no hace nada y solo se queda mirando. Lo miro con rabia dándole a demostrar que su madre está loca. Justo había terminado de discutir con ella en cuanto me vio.

⸺Te lo merecías ⸺Dijo mirándome mal.

⸺¿Me lo merezco? ⸺Dije irónica ⸺Pero que hijo de... ⸺Dije entre dientes ⸺No tienes el derecho de decirlo. Eres igual o peor que ella. Estas ciego y no lo ves...

⸺Tú lo que eres es una loca de mierda. ¿No ves acaso como has jodido a esta familia? Siempre en peleas y discusiones por caprichos estúpidos que pides ⸺Dijo y al final me dio una bofetada ⸺Y a mí me respetas, limpia está casa de mierda y no vas a salir hasta que mamá regrese.

Me quede inmutada ante ese golpe más. No me moví ni lo miré.

El salió de casa furioso.

¿Para él era capricho pedirle a mi madre que vaya por una vez en su vida a mi escuela para participar en una junta de padres? ¿Estupidez es pedirle dinero para una actividad escolar y dinero para comer, ya que casi no me da comida?

¿Pero qué mierdas hago aquí joder?

Debería escaparme. Irme lejos y no volver nunca. Sin embargo, para esa edad (15 años) no tenía a donde ir.

(...)

Ir por las calles de la ciudad no era un lujo que me daba todos los días, con esta salida que estoy dando con Jorge me siento más que confortada y feliz ya que lo ayudaría a buscar una casa. Él estaba más emocionado que yo. Fuimos primero a los suburbios más decentes, donde se veía que había mejores condiciones, esperemos ahí encontrar un apartamento adecuado.

⸺¿Me vas a decir como conseguiste el dinero? ⸺Dije intrigada, bajándome del carro.

⸺Fácil. Mi trabajo. Ya tengo lo suficiente y con los prestamos de mi padre se hizo más llevadera la cosa.

⸺¿Tu madre sigue aun golpeándote? ⸺Dije apenada.

⸺Pues sí, ¿qué le podemos hacer preciosa? Que mi mamá elija lo que quiera con su vida, ya no seré su hijo porque prefirió a su esposo antes que a mi... ⸺Dijo triste, ⸺Pero hey ¿Qué te parece esa casa blanca? ⸺me señaló la primera casa, era pequeña y se veía cómoda.

Preguntamos a donde se encontraba el dueño de todo esto. Era un señor viejito y canoso, que se veía adorable. Andaba con su cigarro en la boca y nos miró sorprendidos.

⸺¿ustedes no son muy jóvenes para casarse? ⸺Dijo curioso.

⸺No señor, somos hermanos ⸺Me burlé ⸺Buscamos una pieza de alquiler bonita y barata para nosotros.

El silencio se hizo incomodo, no debí de hacer ese chiste.

⸺Okay señorita, mi nombre es Luis, un placer servirle, solo quedan tres casas dadas en alquiler, están cerca casi la una de la otra. ⸺Nos señaló tres casas, una blanca que era la que vimos, una azul y otra amarilla. ⸺¿Quieren ir a verla?

⸺Está bien ⸺Dijo Jorge.

Entramos primero en la casa blanca, era la que estaba más cerca, era una casa bonita, pequeña pero acogedora, contaba con una sola habitación, una cocina y un baño. Para mi estaría perfecta, pero a Jorge no le gustaba porque era demasiado pequeña.

Como no estuvimos de acuerdo en esto, fuimos para la azul, esta era mucho más grande en comparación, tenía dos habitaciones, una sala, cocina, baño y un buen diseño de casa, esta estaba amueblada a diferencia de la otra, pero era más cara en comparación. Para quitarse de dudas Jorge fue a la amarilla, esta era mucho más grande que todas, pero solo tenía una cocina, una habitación enorme y un baño. Jorge no estaba del todo convencido, pero no tenía tanto dinero. A él le gustaba más la azul.

⸺Bueno señor, elijo la azul... aunque quisiera una rebaja del inicial ya que solo cuento con trescientos dólares. Y la casa son cuatrocientos dólares de renta.

Luis se quedó mirando a Jorge y busco algo en su bolsa.

⸺Odio la música escandalosa y que hagan fiestas, si respetas eso y pagas cada día primero del mes te dejaré a ese precio ⸺Dijo pasándole las llaves.

⸺Muchas gracias, señor ⸺Dijo Jorge agradecido.

Le pagó al señor y entramos a su apartamento. Por fin, Jorge estaba cumpliendo sus sueños. Vi que estaba bien amueblado, tenía sus camas, una nevera, cocina y algunas sillas, todo estaba resguardado por un plástico. Pero no importa, Jorge estaba feliz con esto. Me sentía orgullosa de su logro.

⸺Tendremos que limpiar todo esto ⸺Dijo riéndose.

⸺Bueno ¿Cuándo lo hacemos? ¿Hay algo para limpiar aquí?

⸺Déjame pedirle a Luis algo prestado. ⸺Se rascó la cabeza ⸺No pensé que llegaría tan lejos.

Levanté algunos plásticos del suelo y vi todo el polvo que tenían estos. Tomé un trapo que había tirado en un mueble y empecé a sacudir.

⸺Aquí te espero, iré sacudiendo ⸺Le sonreí

⸺Gracias Jude, eres un sol ⸺Dijo saliendo de la casa.

Seguí sacudiendo algunas cosas, había bastante polvo en esta casa. Limpie una que otra cosa más o menos básica. Necesitaba agua para limpiar las ventanas, fui a comprobar si en el baño había agua. Tomé una jarra de la cocina para ver que hay.

⸺Esta casa es muy bonita ¿Quién lo diría? ⸺Exclamé para mí misma.

Fui al baño y me sorprendí, era algo sencillo pero cómodo para estar, este era de color blanco y era minimalista. Tenía una ducha con cristalera. Abrí la llave del lavamanos y funciona muy bien el servicio del agua. Vaya, para ser una casa que se nota que no se usó en años tiene buen funcionamiento.

Empecé a limpiar las ventanas de vidrio y las mesas, con el agua todas se refrescaban y adquirían un color bien bonito. Seguí limpiando las demás cosas como la cocina, la sala y un poco el baño. Estaba en la espera del trapeador y la escoba, pero Jorge no llegaba. Ni modo a seguir limpiando.

⸺Oh, me falto una ventana ⸺Dije sorprendida, aún no había limpiado la ventana de en frente que da a la avenida.

Empecé a limpiarla, pero esta estaba más sucia que las demás, tallé un poco más para quitarle más sucios y esas cosas, en un momento ya se podía observar por la ventana. Miré un poco por esta para ver la calidad de transparencia que tiene.

Grave error.

Hubiera deseado no mirar nunca, que todo lo que vi sea una mentira o solo un producto de mi imaginación. No quiero creer que sea verdad. Por favor mente dime que no es cierto.

Mi mirada se pierde cada vez más observo a la persona que está caminando por esa calle. Mis pensamientos me arropan y todos los recuerdos del pasado llegan de golpe como un huracán, trato de ser fuerte, de agarrar mi cabeza y detener todo esto, pero ya, es imposible.

⸺Jude ya llegué... ⸺oigo la voz a lo lejos de Jorge. ⸺¿Jude?

Ve que estoy paralizada, que no hago nada, se está preocupando y tiene razón de hacerlo. Estoy ahora sumergida en un mar de recuerdos que hacen que tenga mil y unos pensamientos que no son nada buenos para mí en este momento.

Jorge me agarra y trata de moverme para que pueda reaccionar, mi mirada se desvanece junto con aquella persona que acaba de pasar a la otra esquina de la calle, no puede ser, es igual a él.

Por favor que solo sea un engaño de mi mente, por favor...

Quiero una mentira en este momento, empiezo a llorar y caigo desplomada al suelo, me jalo los cabellos tratando de olvidar todo de hace un segundo, tratando de engañarme, tratando de enterrar esto.

Por favor mente, miénteme como sabes hacerlo, por favor miente.

Empiezo a gritar desesperada mientras Jorge también grita desesperado porque no sabe qué hacer. Golpeo el suelo tratando de sentir otro tipo de dolor que no sea el que me está abarcando ahora en el corazón. Sin éxito, Jorge me agarra con fuerza para no zafarme.

Mis sentidos lentamente vuelven a mí, desahogándose en un terrible llanto.

⸺¡Jude maldita sea! ¿¡que carajos está pasando!? ⸺Jorge grita desesperado.

⸺Mi... ⸺Trato de decir, pero me tiembla la voz, trato de hablar, pero es en vano, mi voz no quiere salir.

⸺¿El que? ⸺Jorge hace el esfuerzo de entender.

⸺Vi a mi... padre. ⸺Dije desfalleciendo.

Estaba cansada, mi cuerpo dolía y mi cabeza la sentía a punto de explotar. Me deje caer porque no podía con esto, no puedo. De seguro me ha descubierto y viene por mí. No puede ser.

(...)

Desperté sobresaltada en una cama. Confundida, traté de recordar donde estaba, vi a Jorge desesperado con Luis a su lado, la habitación olía a alcohol clínico y otro olor fuerte de dudosa procedencia. Ese olor impregnaba mi nariz y me asqueaba, era muy fuerte.

⸺¿Qué carajos me acaban de untar? ⸺Dije agresiva, no podía procesar lo que pasaba.

⸺¡Por fin despertaste! Qué bueno que estás bien ⸺Jorge me abrazo.

¿Pero que carajos paso? Trato de recordar, pero aún no viene los recuerdos.

⸺Ya me voy. Qué bueno que despertaste Jude ⸺Dijo Luis despidiéndose. Le sonreí como despedida.

Miré a Jorge confundida y ya los recuerdos llegan a mi más claro. Tuve un ataque de pánico. Mis muñecas están rasguñadas y me duele bastante la cabeza. Me da miedo cuando recuerdo el porque me dio ese ataque de pánico.

⸺¿Me vas a decir que paso? ⸺Dijo Jorge mirándome intrigado.

⸺Es que... Aún mis traumas no me sueltan y bueno, doy asco para estas cosas. Lo siento por hacerte pasar un mal rato mi amor ⸺Dije apenada.

Él me abrazó reiterándome que todo estará bien. Es que no puedo durar más, lo amo con locura. Tomé la mejor decisión al irme con él.

(...)

Jorge decidió mejor que nos vayamos a la casa de su padre, allá en México. Por lo tanto, nos iríamos a un hotel a pasar la noche y mañana estaríamos emprendiendo vuelo. Ahora estamos en el hotel y espero a que él se bañe.

Veo que Jorge sale vestido. Vaya, se llevó la ropa al baño. Este se termina de secar la cara y noto que su cuerpo está bien entrenado, de hecho, estoy fijándome en que Jorge es bastante lindo, su cuerpo es fuerte y robusto. Aunque es un poco bajito, lo ha compensado con los músculos en los brazos. Wao. Su pelo rizado mojado cae por su frente y sus hoyuelos me deslumbran en una sonrisa, no me daba cuenta de que lo miraba descaradamente.

⸺¿Te gusta lo que ves? ⸺Bromeó.

⸺Solo te miraba, ¿No puedo mirarte? ⸺Sonreí.

⸺JAJA ⸺Se rio.

Él se metió en la cama y se acercó a mí.

⸺¿No te incomoda que durmamos juntos? Ahí hay un sofá, si necesitas que me vaya...

⸺No te vayas por favor, quédate conmigo. ⸺Le supliqué.

Jorge sonrió y se quedó acostado conmigo. Se sentía un poco incomodo porque no sabía que tema de conversación ponerle. Aunque teníamos unos buenos meses de relación, no lo habíamos hecho y me sentía nerviosa porque no sabia cuando ese momento llegaría.

⸺Entonces... ¿Qué hacemos ahora amor? ⸺Dije apenada.

Recuerdo cuando él y yo nos conocimos.

Empezamos por tontería a mandarnos mensajes al móvil, a escribirnos cartas locas de aventuras vividas y a llamarnos solo para contarnos que nos habíamos acordado el uno del otro en cierto momento, hasta que en una de esas llamadas cuadro que estábamos los dos en la misma ciudad y quedamos para vernos después de tanto tiempo.

Cuando salía de la escuela me temblaba todo, estaba muy nerviosa y cada minuto que pasaba sin verte me sentía peor aún. Miraba a todas partes, no sabía si te reconocería, habían pasado más de siete años desde la última vez que te vi, ya que éramos muy amigos de niños, y mi recuerdo de ti era borroso, solo sabia como eran tus ojos y pensé que eso me valdría.

Estaba ensimismada pensando en la última vez que te vi cuando te acercaste por la espalda y me asustaste chillando mi nombre como un loco, falto poco para que terminase colgada de la farola más cercana. No recordaba tu humor, se me había olvidado lo mucho que te gustaba asustar a la gente con bromas que solo tú entendías, pero cuando te iba a gritar me miraste a los ojos y me abrazaste.

Seguían siendo tan bonitos como los recordaba. Cafés, profundos y sinceros, nunca podré olvidarlos, son los ojos más bonitos que he visto en mi vida.

Abrazada a ti volví a sentir la seguridad de antaño, sentir que nada ni nadie podría hacerme daño estando entre tus brazos, habían cambiado muchas cosas desde nuestro último encuentro, yo ya no era una niña, había crecido en todos los aspectos, tú ya no eras un chico que se negaba a crecer y ahora no era yo la que lloraba pidiéndote que no me soltaras, si no tu quien se aferraba a mí con fuerza.

Ese día paseamos agarrados durante más de tres horas a pesar de que los dos teníamos unas resacas tremendas, hablamos sin parar de los años que habíamos estado separados, de las cosas hechas, de tu pasado, del mío, del presente de los dos. Nos tocábamos y acariciábamos a cada paso, intentado asegurarnos así que era real, que por fin volvíamos a estar juntos.

Me llevaste a casa, subiste a saludar a mi madre y a mi hermano, cenamos los cuatro juntos y te fuiste prometiendo que volveríamos a quedar y así lo estuvimos haciendo los siguientes nueve meses paseando toda la tarde y escribiéndonos mensajes por las noches, bebiendo cervezas en lugares insospechados y abrazándonos con una ternura inusual para dos buenos amigos.

Compartimos todos y cada uno de los momentos de nuestra vida, los buenos, los malos, los tristes y los cómicos, contigo podía hablar sin miedo de cualquier cosa, y aunque a ti te costaba más poco a poco fui conociéndote.

Y miranos ahora, estando juntos.

Una cosa llevó a la otra, nos miramos tiernamente y sus labios fueron presa fácil, al igual que los míos.

Cenamos tranquilamente, pusiste música y estuvimos bailando un buen rato, me pasaste un pijama, me guiñaste un ojo y me dijiste que mejor nos íbamos a dormir. Nos fuimos a la cama me abrazaste y me diste un beso muy tierno y cerraste los ojos. Fui yo quien empecé a acariciarte buscando excitarte y tu solo me correspondías con pequeños suspiros cuando tocaba tu cuello.

Quería que te despertaras y me acariciases, quería que me hicieras el amor aquella noche y no estaba dispuesta a que después de los nervios y el mal rato no me hicieras tuya aquella noche.

Así que empecé a besarte más y más por el cuello, acariciando tu oreja, jugando con los pelos de tu pecho, empecé a besar tu clavícula y por fin reaccionaste abrazándome y besándome.

Jorge es todo lo que quiero, pero, aunque me sentía media presionada y obligada a que tenia que hacer de todo con él de ahora en adelante, gracias a que él está cargando conmigo, él dijo lo siguiente:

⸺Lo haremos mejor en México, cuando estemos bien descansados amor. Por ahora buenas noches mi reina.

Decidí esperar y no sentirme tan presionada por ello. Me relajaré, así como pide él. Sin embargo, la espera duró poco.

            
            

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