Capítulo 4 Meterse en problemas

Un hombre se tambaleó hacia ellas con una botella de licor.

Aimee y ella estaban discutiendo mientras caminaban. Cuando Katelyn vio al hombre borracho tambaleándose hacia su amiga, rápidamente se puso frente a ella para protegerla.

El borracho la miró con el ceño fruncido. "Oye, ¿qué demonios te pasa? ¿Cómo te atreves a interponerte en mi camino? ¡Apártate!".

Pero sus ojos se iluminaron en cuanto vio lo atractiva que era Katelyn. "Oye, hermosa, ¿estás sola? ¿Qué tal si pasamos un rato juntos?".

Extendió una mano hacia ella, pero antes de que pudiera tocarla, Katelyn le dio un manotazo para apartarlo. El rostro del hombre se oscureció. "¡Qué perra tan ingrata! Deberías agradecerme por estar interesado en ti. ¡No seas estúpida!".

Había hablado tan fuerte que otras personas se volvieron hacia ellos.

Neil abrió los ojos con sorpresa. "¿Ese es Felix Ellis?".

Lise también estaba sorprendida. ¿Felix estaba ahí?

Felix Ellis era un reconocido matón en Chaepstow, que se ganaba la vida mediante préstamos usureros. Era despiadado y haría cualquier cosa para conseguir lo que deseaba. A lo largo de los años, había arruinado innumerables vidas, dejando a muchas personas discapacitadas.

Lise se cubrió la boca con la mano. "¡Es peligroso! Katelyn podría resultar herida. Neil, tenemos que ayudarla".

Aunque Lise fingía preocupación, tenía una mirada satisfecha. En realidad, deseaba que Felix le diera a Katelyn una dura lección, ya que también le serviría como venganza.

Neil acarició la mano de Lise y respondió en voz baja: "Lise, eres demasiado bondadosa. Ella misma se lo buscó. No es nuestro problema".

Pero no pudo resistirse a mirar hacia allí.

Katelyn era muy pequeña y frágil. Si Felix la golpeaba, podría terminar gravemente herida.

Con el ceño ligeramente fruncido, Neil se levantó con la intención de intervenir.

Pero antes de que pudiera actuar, Katelyn le dio una bofetada a Felix, quien gritó de dolor.

Nadie jamás se había atrevido a humillarlo, así que la fulminó con la mirada y escupió: "Tú te lo buscaste. Te vas a arrepentir de esto. No dejaré que la gente piense que soy débil".

Felix intentó agarrar su cabello, pero ella alzó rápidamente su pierna y le dio una fuerte patada en el estómago, por lo que él se estrelló contra el suelo con un grito de dolor.

"¡Argh!".

A pesar de ser delgada, Katelyn había podido dominar al hombre y mandarlo a volar de una patada.

Neil miró todo con incredulidad. La mujer que conocía se había transformado.

Ahora irradiaba confianza y encanto.

No pudo evitar preguntarse si ella había estado ocultando su verdadera personalidad durante su matrimonio.

Hirviendo de rabia, Felix se volvió hacia sus secuaces y gritó: "¿Qué diablos están esperando? ¡Atrápenla!".

Los hombres se abalanzaron hacia Katelyn. En respuesta, Aimee le dio una fuerte bofetada a uno de ellos.

"Si alguno de ustedes pone sus sucias manos sobre mi amiga, se arrepentirán. ¡Me aseguraré de que lo paguen con sus vidas!".

Felix palideció al reconocer a la mujer detrás de Katelyn. ¡Era Aimee!

La mánager de la talentosa diseñadora Iris.

Muchas personas poderosas evitaban meterse con ella. Felix se sintió intimidado.

No esperaba que Aimee fuera amiga de la mujer a la que acababa de intentar agredir.

Por lo tanto, su comportamiento cambió y forzó una sonrisa. "Oh, señorita Stephens, ¿ella es su amiga?", tartamudeó. "No me di cuenta. Lamento las molestias".

Lise miró conmocionada la situación. No había esperado eso.

Neil también se detuvo en seco y frunció el ceño en señal de confusión.

Nunca imaginó que Katelyn tuviera una amistad tan estrecha con Aimee.

Solo ahora se daba cuenta de que no sabía absolutamente nada sobre su exesposa.

Aimee se cruzó de brazos y dijo con impaciencia: "¡Suficiente! ¡Vete de aquí! Te vas a arrepentir si intentas lastimarla otra vez".

Felix no dijo nada y huyó del lugar. El pasillo volvió a quedar en silencio.

Aimee se frotó la muñeca, que se había puesto roja por la bofetada.

"¿Estás bien?", preguntó Katelyn ansiosamente. "¿Te duele?".

Aimee estaba a punto de responder, pero Lise se acercó a toda prisa con una expresión preocupada. "Señorita Stephens, ¿cómo está su muñeca? ¿Desea ver a un médico?".

Neil le dio una mirada fría a Katelyn antes de volverse hacia Aimee. "Mi auto está en la entrada", ofreció educadamente.

Pero ella los ignoró por completo. "Estoy bien, Katelyn", respondió frotándose la muñeca. "Solo me duele un poco, pero se curará pronto".

La forma en que Aimee se dirigía a Katelyn era muy diferente a cómo los trataba a los dos, por lo que Lise se preguntó sobre su conexión.

Después de una breve vacilación, se volvió hacia Katelyn y dijo: "Katelyn, entiendo que quieras proteger a tu amiga, pero eso fue demasiado arriesgado. ¿Y si te lastimaban? ¿Y ves lo que pasó? También metiste a la señorita Stephens en problemas".