Capítulo 6

Charlotte no lo dudó. Tomó las llaves y salió corriendo de la oficina, con la mente convertida en una tormenta de furia gélida.

Sabía dónde estaba Kalia: con él.

Rápidamente, condujo a Barnes Tower, la reluciente edificación donde Bryant lideraba su imperio. No se molestó en pasar por recepción, sino que utilizó su tarjeta de acceso para tomar el ascensor privado y subir directamente a la planta ejecutiva.

A través de las paredes de cristal del despacho de Bryant, ella pudo verlos. Kalia estaba sentada sobre su escritorio, riendo mientras consultaba su celular.

"¿Lo puedes creer, Bryant?", dijo con emoción. "¡Tu publicación me consiguió un millón de nuevos seguidores! ¡Todo el mundo me cree!".

"Deberían", dijo él, sin levantar la vista del computador. "Fue obra tuya".

"Lo fue, ¿verdad?". Kalia soltó una risita. "Esa estúpida de Charlotte probablemente no diseñó nada. Le pagó a alguien para que lo hiciera".

Justo en ese instante, la aludida empujó la puerta con tanta fuerza que chocó contra la pared.

Los dos levantaron la vista, sobresaltados.

"Tú", dijo Charlotte, con la voz peligrosamente baja y los ojos fijos en Kalia. "¡No tienes talento ni para diseñar una servilleta, y mucho menos una colección entera!".

Haciendo una pausa, entró en la oficina. "¡Me robaste los archivos! ¡Eres una ladrona y una mentirosa!".

Bryant se puso en pie en un instante, colocándose protectoramente frente a Kalia. "¿Qué demonios estás haciendo aquí?

Tu empresa fue la que plagió, ¿y tienes el descaro de venir aquí y hacer una escena?", dijo él, con su voz goteando desdén.

"¡Yo no plagié nada!", respondió Charlotte con voz cortante. "¡Son mis diseños, el trabajo duro de mi equipo, y lo sabes!".

Kalia empezó a sollozar, y sus ojos se llenaron de lágrimas falsas. "Bryant, me está asustando. Nunca la he visto diseñar nada. Su estilo es tan... comercial. El mío sí es arte".

Mientras hablaba, lo miró, con el labio inferior tembloroso. "Me crees, ¿verdad? ¿Me apoyarás?".

"Por supuesto", dijo él sin dudarlo. Luego se volvió hacia Charlotte, con fría desestimación. "A menos que tengas pruebas, lárgate. O haré que los de seguridad te saquen", aseguró.

"Y contrataré a los mejores abogados para Kalia", añadió. "Te demandaremos por difamación".

Charlotte miró al hombre que una vez había amado, defendiendo a la mujer que estaba destruyendo sistemáticamente su vida. Ya no sentía dolor. No sentía nada, solo un vacío inmenso.

"Bien", dijo, con voz dura como el acero. "¿Quieren pelea? ¡Pues la tendrán! Protegeré a mi empresa y a mi equipo, y los veré a los dos en los tribunales".

Luego se marchó, con la espalda recta y la cabeza alta.

Sin embargo, las consecuencias fueron inmediatas y brutales. Internet se llenó de odio contra ella y su compañía.

¡En AURA son unos desvergonzados!

¡Ladrones! ¡Ojalá quiebren!

¡Gracias a Dios que Bryant Barnes expuso este fraude!

En cuestión de horas, las redes sociales de la compañía fueron suspendidas debido a la denuncia masiva. Asimismo, su sitio web fue cerrado.

Entonces se publicó un comunicado oficial de Barnes Tech. No solo apoyaban a Kalia Barron, sino que le ofrecían un puesto exclusivo como diseñadora interna.

Así, la industria se volvió contra Charlotte, dado el peso del nombre Barnes en la acusación. Los abogados se negaron a llevar su caso, los minoristas cancelaron sus pedidos, y las acciones de la empresa cayeron en picado, acercándose a la quiebra.

Charlotte se sentó sola en su oficina vacía, viendo cómo el imperio que había construido se desmoronaba. Sabía que había sido Bryant. Él movía los hilos, utilizando su inmenso poder para aplastarla.

En el pasado, él había sido cruel, pero nunca así. Nunca con una intención tan concentrada y destructiva.

Y todo lo estaba haciendo por Kalia. Estaba dispuesto a destruir el trabajo de toda la vida de Charlotte para protegerla y defenderla.

Es más, él quería destruirla a ella misma.