Darnpectra: El Arte del Mal.
img img Darnpectra: El Arte del Mal. img Capítulo 8 Encuentro del mal.
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Capítulo 11 La liebre de nieve y el ascenso de los elite. img
Capítulo 12 Misión de rescate. img
Capítulo 13 La excelencia de Percival. img
Capítulo 14 La verdad sobre el reino que alguna vez existió. img
Capítulo 15 El rescate de un peón. img
Capítulo 16 El escape perfecto. img
Capítulo 17 El ascenso de una sombra. img
Capítulo 18 Raedrigon el Infernal. img
Capítulo 19 Cuestionamiento de lealtad. img
Capítulo 20 Rescate del infernal. img
Capítulo 21 La caída de Treal. img
Capítulo 22 El regreso de Raegridon y el fuerte sentimiento. img
Capítulo 23 La caída del mandamás. img
Capítulo 24 Una eterna despedida. img
Capítulo 25 Redención del mal. img
Capítulo 26 Lilful y la posada. img
Capítulo 27 El hogar de las sombras. img
Capítulo 28 Noticias satisfactorias. img
Capítulo 29 Alianzas poderosas. img
Capítulo 30 Jeffery y el pórtico recital de los gritos. img
Capítulo 31 La erradicación de la magia de las sombras. img
Capítulo 32 Atracciones letales. img
Capítulo 33 La reina del vacío. img
Capítulo 34 Randall y los tritones de Pearsea. img
Capítulo 35 El fogoso Hamlin. img
Capítulo 36 Alteorgr y Nigrimux. img
Capítulo 37 El regreso del más allá. img
Capítulo 38 Las oscuras intenciones de Nigrimux. img
Capítulo 39 Reunión de Titanes. img
Capítulo 40 Las espadas legendarias. img
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Capítulo 8 Encuentro del mal.

La flor letal había acabado con su clase, sus alumnos se retiraron del salón, pero aún quedaba deshacerse de la basura. La mujer lanzo uno de los maleficios más crueles que se pueden lanzar a un humano, haciendo el cuerpo sin vida encenderse en flamas de color púrpura que consumieron e hicieron desaparecer en simples cenizas la carne y huesos del muerto.

Melisende ahora debía evaluar a sus alumnos, todos habían obtenido una buena calificación, escribía sus nombres y la nota de cada uno de ellos. Pero había uno en especial que recibió la nota máxima, ese había sido Percival.

-Desobedeció mis instrucciones, es temerario... pero que no se acostumbré, porque soy capaz de matarlo -Percival había obtenido un cien, nota que era muy extraño que ella diera, obtener dicha nota con ella era casi imposible. Pero no se encargaba de evaluar solo sus habilidades de la magia oscura, también evaluaba sus personalidades, su maldad y otro tipo de características necesarias para convertirse en un auténtico brujo cruel y asesino.

A diferencia del resto de las ratas inmundas a la que enseñaba, parecía que Percival destacaba entre ellos. Era capaz de desobedecerla, cosa que el resto de inútiles no hacia por miedo.

-Que este brujo inferior a mi, sea capaz de retar mis instrucciones y desobedecer lo que digo... Sabe muy bien que cuando estoy fuera de mis casillas soy capaz de prenderle fuego al primero que me dirige la palabra -la flor letal cerró el libro en el que anotaba las calificaciones y se levantó del asiento en el que estaba sentada, tenía algunos asuntos que atender, ella no solo era una bruja importante que enseñaba a las próximas generaciones de excelentes magos de magia negra. También tenía tierras que administrar, pero más importante que todo eso. Tenía un hombre que complacer.

La belladonna se dirigió hasta la sala de reuniones, allí reunidos entre todos los hombres importantes, se encontraba ella como una de las más poderosas brujas del reino de Darnpectra. Junto a ellos se encontraba el líder de los nigromantes. Boguslav Snyder portando una armadura plateada y otro grupo importante de piezas en el tablero de ajedrez llamado guerra de poder.

-Pero si es la bella Melisende -Alago el caballero de la noche y comandante del ejército de Nigromantes a la bella dama.

-Siempre has tenido buen gusto, Boguslav -respondió ella marquesa, maestra y comandante del ejército de brujos, a su gran compañero en la guerra contra Nordiha

-Ahora que estamos todos reunidos, podemos empezar la reunión de hoy -el rey Fausto Dankworth deseaba planificar el próximo ataque a Nordiha. Aparentemente, los mal nacidos del reino rival habían tomado Borspring y claramente tenían intención de recuperar sus tierras. Pero no era lo único, un aliado de ellos. O mejor dicho, un simple peón para el rey Fausto Dankworth. Había tomado Higarful.

-Constantino Birdwhistle a tomado Higarful, lo que seguramente nos permitirá recuperar Borspring cuando las tropas se minimicen -al rey no le importaba en lo más mínimo Constantino, era un hombre sin habilidades mágicas, quizás era muy bueno en el arte de la espada pero para Darnpectra alguien sin habilidades mágicas era una simple herramienta sin utilidad. Pero Dankworth le había prometido Nordiha como reino de ayudarle a cumplir sus ambiciones. Quizás le daría dichas tierras de ser de mucha utilidad, pero por el momento Birdwhistle no era sorprendente para su persona. Sin embargo, mantenerlo bajo su control era un fuerte golpe para Klaus Gardgren, y eso le generaba placer al rey Fausto.

-Mi rey Fausto Dankworth, ofrezco mi persona para aniquilar cualquier rastro enemigo de Borspring -la flor letal deseaba un poco de diversión, estar en el castillo entrenando a brujos imbéciles e inservibles no le generaba ningún tipo de fascinación. Llevaba tiempo sin ir a la guerra. Ya se sentía como una mujer encargada de los quehaceres. Necesitaba ver arder tropas de Nordiha.

-Lo lamento mi estimada dama, pero ya me han encargado dicha labor -Al igual que ella, Boguslav deseaba un poco de diversión. Estaban algo decepcionados de Plutarco, como comandante de las sombras nocturnas había dejado por el subsuelo la reputación de esta serie de asesinos. Y también la reputación de Darnpectra. El caballero de la noche le daría una paliza monumental a quien fuera se encontrará en Borspring. No solo eso, sus cuerpos putrefactos se convertirían en sus soldados, pues él como nigromante tenía el extraño gusto por utilizar esqueletos de sus enemigos para volverlos parte de su ejército.

-No te preocupes Melisende, tu trabajo en este momento es aquí -El rey tomo asiento, en el que había un gran mapa del continente, con todos los reinos en el. Nordiha había logrado dar una buena pelea, les sorprendía que un simple grupo de hombres con espadas pudiera tener la fuerza suficiente para enfrentarse a la magia negra de Darnpectra. Quizás se dedicaban demasiado a jugar con el enemigo. Pero el comandante Boguslav le enseñaría a Nordiha el poder de un verdadero nigromante, un nigromante tan poderoso que incluso era capaz de volver a la vida después de la muerte, y con el control de un ejército de desquiciados hombres sedientos de sangre y sufrimiento.

-Mi rey, como su fiel servidor recuperaré lo que le pertenece, estoy seguro de que no le defraudaré -El rey Fausto Dankworth así lo sabía, después de todo conocía muy bien las habilidades de su gran amigo, el caballero de la noche.

Por otra parte, junto a ellos estaba el reemplazo de Plutarco, un simple asesino de élite, pero que abarcaba el conocimiento necesario (o al menos eso creían). Plutarco no dejaba destacar a sus mejores sombras nocturnas, pero eso estaba apunto de cambiar con los próximos juegos de las sombras. En los cuales estaría el mismísimo rey Fausto Dankworth para con su ojo critico el mismo evaluar las aptitudes de estos asesinos y decidir quién merecía ser asesino de élite o incluso el mismo líder de las sombras nocturnas.

-Mi rey Fausto Dankworth, los juegos de las sombras iniciarán muy pronto. Nos complace que pueda presenciar usted mismo este evento -Así debía ser si el deseaba, quizás su excelencia no había estado tan interesado en las sombras nocturnas. Pero eso cambiaría de ahora en adelante. Al pasar una serie de minutos, la reunión se dio por finalizada.

-Me despido mi rey, debo recuperar Borspring -dijo Boguslav, siendo el primero en salir por aquella puerta, luego le siguió la sombra de élite. Pero Melisende y Fausto se mantuvieron solos en la sala de reuniones.

La flor letal se acercó al mandamás y se sentó en sus piernas.

-De verdad deseaba ser yo quien participará en la batalla por Borspring -la mujer se recostó del pecho del rey y este con sus dedos levanto el mentón de Melisende, para darle un beso en sus labios.

-Recuerda que me perteneces y tu lugar es aquí en el castillo -respondió el hombre susurrando dichas palabras en su oído, pero ella en vez de estar a la defensiva, parecía sentirse extasiada por las palabras del rey. Amaba ser deseada y preciada como si de una joya muy preciosa se tratase.

El rey y la flor letal seguidamente tuvieron un encuentro lleno de mucha pasión, el rey nunca permitiría que nadie pusiera un solo dedo en su más valiosa posesión, y ella no permitirá jamás que ninguna otra mujer tratará de robarle el puesto de la mujer más deseada por el rey.

            
            

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