Teach Me Math, Baby
img img Teach Me Math, Baby img Capítulo 5 05
5
Capítulo 11 No.11 img
Capítulo 12 No.12 img
Capítulo 13 No.13 img
Capítulo 14 No.14 img
Capítulo 15 No.15 img
Capítulo 16 No.16 img
Capítulo 17 No.17 img
Capítulo 18 No.18 img
Capítulo 19 No.19 img
Capítulo 20 No.20 img
Capítulo 21 No.21 img
Capítulo 22 No.22 img
Capítulo 23 No.23 img
Capítulo 24 No.24 img
Capítulo 25 No.25 img
Capítulo 26 No.26 img
Capítulo 27 No.27 img
Capítulo 28 No.28 img
Capítulo 29 No.29 img
Capítulo 30 No.30 img
Capítulo 31 No.31 img
Capítulo 32 No.32 img
Capítulo 33 No.33 img
Capítulo 34 No.34 img
Capítulo 35 No.35 img
Capítulo 36 No.36 img
Capítulo 37 No.37 img
Capítulo 38 No.38 img
Capítulo 39 No.39 img
Capítulo 40 No.40 img
Capítulo 41 No.41 img
Capítulo 42 No.42 img
Capítulo 43 No.43 img
Capítulo 44 No.44 img
Capítulo 45 No.45 img
Capítulo 46 No.46 img
Capítulo 47 No.47 img
Capítulo 48 No.48 img
Capítulo 49 No.49 img
Capítulo 50 No.50 img
Capítulo 51 No.51 img
Capítulo 52 No.52 img
Capítulo 53 No.53 img
Capítulo 54 No.54 img
Capítulo 55 No.55 img
Capítulo 56 No.56 img
Capítulo 57 No.57 img
Capítulo 58 No.58 img
Capítulo 59 No.59 img
Capítulo 60 No.60 img
Capítulo 61 No.61 img
Capítulo 62 No.62 img
Capítulo 63 No.63 img
Capítulo 64 No.64 img
Capítulo 65 No.65 img
Capítulo 66 No.66 img
Capítulo 67 No.67 img
Capítulo 68 No.68 img
Capítulo 69 No.69 img
Capítulo 70 No.70 img
Capítulo 71 No.71 img
Capítulo 72 No.72 img
Capítulo 73 No.73 img
Capítulo 74 No.74 img
Capítulo 75 No.75 img
Capítulo 76 No.76 img
Capítulo 77 No.77 img
Capítulo 78 No.78 img
Capítulo 79 No.79 img
Capítulo 80 No.80 img
Capítulo 81 No.81 img
Capítulo 82 No.82 img
Capítulo 83 No.83 img
Capítulo 84 No.84 img
Capítulo 85 No.85 img
Capítulo 86 No.86 img
Capítulo 87 No.87 img
Capítulo 88 No.88 img
Capítulo 89 No.89 img
Capítulo 90 No.90 img
Capítulo 91 No.91 img
Capítulo 92 No.92 img
Capítulo 93 No.93 img
Capítulo 94 No.94 img
Capítulo 95 No.95 img
Capítulo 96 No.96 img
Capítulo 97 No.97 img
Capítulo 98 No.98 img
Capítulo 99 No.99 img
Capítulo 100 No.100 img
img
  /  2
img

Capítulo 5 05

Harry

¡Maldita sea!

¿Cómo fue que esa niña pudo descubrirme tan rápido?

Estaba tan concentrado en seducirla que no me di cuenta que estaba siendo tan evidente en lo que quería..., a quién engaño, por supuesto que quería ser evidente, quería tenerla y hacer lo que quisiera con ella, joder. Pero no puedo hacerlo, no puedo hacerla mía si corro el riesgo de ir a prisión. Es solo una niña, por Dios.

No puedo creer que tenga quince años, con tan solo mirarla te imaginas que es más grande, no aparenta su edad, por eso es que me interesó, porque parecía alguien mayor de lo que es realmente. Si hubiese sabido desde un principio su edad, hubiera mandado a la mierda todo el interés, pero ahora ya no puedo, lo intenté ayer pero no funcionó; imaginaba que era ella la que estaba debajo de mi anoche, y eso no está bien, me siento enfermo por fantasear con eso.

Con ese cuerpo cualquiera la confundiría con alguien mayor. Sí, sé que algunas mujeres se desarrollan muy pronto, pero no tenía idea de que fuera tan rápido.

Sacudí mi cabeza y solté un resoplido para alejar esa imagen de mi cabeza. Tengo que dejar de pensar en ella de esa forma. Pero no puedo evitarlo teniéndola al lado, no sé si pueda soportar tanto tiempo.

Giré mi vista hacia ella un segundo y luego volví al camino, pero algo hizo que volteara hacia ella una vez más. ¿Qué demonios está haciendo? ¡¿Trata de provocarme?!

Tenía sus brazos cruzados por debajo de su pecho lo que hacía que estos se vieran más grandes y elevados. Ella mantenía su vista hacia sus pies mientras jugaba con su labio inferior y sus dientes, ocasionando que quiera tomarla aquí mismo. ¿Por qué hace eso? Como si fuera tan fácil el lograr contener mis ansias, y ella haciendo eso.

Tengo que dejar de pensar en eso. No puedo tener fantasías con una niña y mucho menos cumplirlas... No por ahora.

Detuve el auto en un semáforo en rojo y tomé esa pequeña espera para relajarme. Cerré los ojos un momento e inhalé y exhalé profundo.

¿Por qué me provoca esto? No quiero ser uno de esos tipos que se acuestan con menores, no quiero que me señalen en las calles y hablen pestes de mí, no quiero ir a la cárcel. Pero si sigo así, voy a terminar olvidándome de las malditas leyes y haré algo que, para la sociedad, es imperdonable.

Miré a Marylise y noté que ella también me miraba, pero no a los ojos, sino a mi mano. Ella tenía el ceño fruncido y una expresión de pasmo y confusión en el rostro.

No pude evitar sonreír al ver su cara. Es tan inocente e ingenua. Quisiera poder quitarle esa... ¡No!

Segundos después, ella pareció notar que la observaba ya que me miró a los ojos un momento y rápidamente desvió la mirada hacia sus pies.

No lo niego, me confundió su acción, pero aún más su expresión. ¿Por qué tiene esa cara? ¿Estará así por lo que le dije?

Quizá no debí de haber sido tan brusco con mis palabras, quizá debí haberlo dicho con más delicadeza, a lo mejor si lo hubiera dicho de esa manera ella no estaría así, ¿o sí?... Pero, si no le decía eso ella iba a descubrir mis intenciones y no quiero que piense eso de mi o que se lo diga a alguien más. No pienso correr el riesgo.

Tal vez no fue la forma en que lo dije, sino las palabras en sí. Pero..., no creo que le haya gustado la idea de que esté interesado en ella, o quizá sí y también desee lo mismo.

No lo sé, pero ahora quiero averiguarlo.

Me dediqué a conducir y evitar mirarla porque sabía que eso me pondría aun más de lo que ya estaba.

Después de unos minutos de absoluto e incómodo silencio, llegamos a mi casa. Salí del auto para abrirle la puerta, pero ella ya había salido de este también. Me quedo allí mirándole mientras camina hacia la casa, hasta que nuestras miradas se cruzan y ella se detiene mirándome con una expresión confundida, así que digo-: Iba a abrirte la puerta.

-Oh, no es necesario- Dice en un musito que apenas soy capaz de escuchar.

-Claro que no porque ya bajaste tu sola- No pretendo que se entienda como reclamo, pero eso es precisamente lo que se escucha.

Ella no dice nada al respecto, tan solo forma una mueca de disculpa en su boca, volviendo a la expresión que tenía en el auto.

Suelto un suspiro y digo-: No importa- Hago un desdén con la mano para restarle importancia al asunto y no empeorar la situación.

Entramos a la casa y le indiqué que podría dejar sus cosas donde quisiera mientras yo iba al baño. En realidad lo del baño solo fue una excusa ya que quería tranquilizarme para no cometer una estupidez.

Abrí el grifo del lavabo y mojé mi cara con el agua en mis manos. Solté un suspiro pesado y me sostuve del lavabo mientras miraba mi reflejo en el espejo.

Solo espero esta vez pensar con la cabeza y no con la de abajo, aunque se me haga algo difícil esa tarea.

Salí del baño y fui directo a la sala en donde había dejado a Marylise. Cuando entro me encuentro con que ella sigue en el mismo lugar, no se ha movido, y eso me desconcierta, por lo que pregunto-: ¿Está todo bien?- Ella duda unos segundos pero al final asiente con la cabeza-. Ya te dije que puedes dejar tus cosas donde tú quieras- Repito -¿O traerás tu mochila sobre tus hombros todo el rato que estés aquí?- Hablo con elocuencia. Su boca se frunce ligeramente y niega con la cabeza, pero ni siquiera hace el intento por moverse. Creo que lo que le dije la afecto más de lo que creía.

Sí, ayer estaba nerviosa, eso lo podía notar cualquiera, y lo estaba mucho más por las cosas tan sugerentes que le dije; pero ahora lo está mucho más e incluso me atrevo a apostar que también algo afligida, y aun no entiendo por qué.

Al paso de unos segundos sin recibir alguna acción de su parte, bufo y me acerco a ella estirando mi mano en su dirección. Ella me mira confundida a lo que digo-: Dame tu mochila- Ella lo duda un momento, pero finalmente me la entrega. La tomo y la dejo sobre la mesa-. Puedes quitarte la chaqueta si quieres.

Ella se quita la chaqueta y la deja sobre su antebrazo manteniendo su vista baja. Me quedo allí unos segundos esperando a que me la de o la arroje a algún lugar en la habitación, pero no hace nada, solo se queda allí. Espero unos segundos más y no hace nada, es desesperante que no haga nada y solo se quede allí, en silencio.

Me acerco más ella y tomo la chaqueta. Por una fracción de segundo mis manos tocan su brazo y puedo notar como su piel se eriza ante mi contacto. Demonios, es demasiado sensible.

Su reacción me intriga, así que lo hago una vez más pero ahora mi toque se extiende hasta el borde de su camisa y vuelvo hasta su muñeca. Puedo notar como su respiración se acelera un poco, todo su cuerpo se tensa y la piel de su brazo se eriza aún más.

Después de unos segundos ella me mira, en sus ojos y su expresión puedo ver que hay confusión y nerviosismo. Remojo mis labios con mi lengua y noto como ella desvía su mirada hacia estos y traga duro.

Sonrío de medio lado y mejor me alejo de ella para que no se tense aún más de lo que ya está. Me dirijo hacia la mesa y dejo su chaqueta sobre su mochila.

-Bueno, vamos a empezar de una vez- Sugiero para relajar un poco la situación.

Le oigo murmurar un asentimiento y camina hacia la mesa. Retiro la silla para que pueda sentarse y ella musita un "Gracias" con un ligero temblor en su voz, a lo que yo solo sonrió ligeramente y asiento. Me siento a su lado y saco mis cosas de mi mochila.

-¿Qué te enseñaré hoy?- Tartamudea al hablar debido a que aún estaba nerviosa.

-Lo que tú quieras- Murmuro con voz sugerente, pero me arrepiento al instante de haberlo dicho.

Deja de pensar en ella de esa manera, joder; me digo a mí mismo.

Ella abre su boca para decir algo, pero de esta solo salen farfulleos sin sentido alguno. Así que me las ingenio para inventar-: Bueno, tengo que estudiar algo de este libro- Me apresuro a Se lo extiendo y ella lo toma para después comenzar a hojearlo-. Las páginas 152 en adelante creo, no lo sé.

Ella busca la página y comienza a revisar el libro. No puedo evitar sonreír al ver su ceño fruncido en concentración mientras hojea un libro para poder ayudarme a contestar un examen que no tendré. Quizá sus asesorías me sirvan de algo, aunque lo dudo.

-Pero son muchos temas- Habla con desconcierto-. ¿No te dijeron cuales temas exactamente?- Pregunta a lo que yo niego. Apenas y pude inventar el número de la página, no creo que sea capaz de nombrar los temas de un libro que nunca leído. -Bien, entonces..., tendré que enseñarte todo.

¿Por qué tengo una mente tan sucia? Ella no lo dice en ese sentido. ¿O sí?... No, no lo creo. Es demasiado inocente como para pensar en eso.

-Empezaremos con el primer tema- Dice, sacándome de mis cavilaciones-, que mayormente contiene problemas de integración, ¿Sabes cómo hacer una?- Inquiere.

-Con trabajo se sumar y restar, y tú quieres que sepa cómo hacer esa cosa-Digo con diversión en mi tono de voz.

Noto como ella reprime su sonrisa.

- ¿Y derivar?- Pregunta, entrecerrando sus ojos. Niego con la cabeza en respuesta, ésta vez sin mentir ya que no tengo ni idea-. Para integrar tienes que saber derivar, así que tienes que aprender eso primero.

-Para eso te pago- Le digo en broma, a lo que ella me regala una pequeña sonrisa, casi invisible.

Ella me mira a los ojos y su risa se esfuma por completo, desvía su mirada al libro y dice-: Bien, entonces te enseñaré cómo se hace.

No puedo evitar malpensar ante lo que dijo así que enmudezco una risa y digo-: Enséñame todo lo que sabes, pequeña.

Ella me mira por el rabillo del ojo y noto como su boca se curva en una ligera sonrisa. ¿Está sonriendo? ¿Entendió lo que dije? Demonios, espero que no porque no quiero más problemas con eso.

~*~

-No, nunca la entenderé a esto- Digo, por tercera vez.

-Claro que sí, es muy fácil- Alienta.

-No, es demasiado difícil- Contradigo. En realidad, no es tan complicado, pero ya me harté un poco-. Necesito un descanso- Pido levantándome de mi asiento.

-No, Harry, tienes que aprender esto, es importante que lo hagas para que salgas bien en tu prueba.

Si tan solo supiera que esa prueba no existe, pensé.

-Necesito un descanso- Repito.

Ella suelta un suspiro y asiente-: Está bien, solo cinco minutos y vienes aquí- Dice con determinación, a lo que yo asiento sin más.

Voy directo a la cocina y me sirvo un vaso con agua antes de tomarlo. En realidad, lo del "descanso" también era una excusa. No estaba cansado de hacer operaciones que después ella tacha y dicen que están incorrectas, bueno, más o menos; pero no fue por eso que pedí el descanso, sino porque quería alejarme unos minutos de ella y de sus provocativos atributos.

-¿Ya descansaste?- Pregunta ella desde la mesa.

-Ya voy- Medio grito para que pueda escucharme.

Cada vez que me explicaba algo se inclinaba hacia delante haciendo que sus pechos quedaran cerca de mi cara. No creo que lo haya hecho apropósito, ella solo trataba de explicarme mejor, pero de esa forma no podía poner atención al cuaderno, así que no aprendí ni una mierda. No creo que aprenda muchas cosas cuando ella es mi maestra, pero de todas formas no es mi prioridad.

Sirvo otro vaso para llevarle agua a ella y salgo de la cocina. Mientras camino hacia la mesa miro hacia mis pies. Seguí mi camino hacia la mesa, pero algo me impidió que llegara. Siento el líquido helado correr por mi abdomen seguido de un fuerte ruido de un cristal quebrándose. Ella suelta un chillido de sorpresa al escucharlo.

-L-lo siento- Dice ella con voz temblorosa.

-No, yo no te vi- Esclarecí. Observé mi camisa y vi que gran parte de esta se había mojado-. Bueno, ahora tengo que...- Calle al mirarla. Su camisa también se había mojado, pero tenía que ser justo en ese lugar.

El agua había caído sobre su pecho haciendo que se transparentara el material de su camisa. Podía ver el color de su piel y también el de su sostén y..., oh, mierda ¿por qué pasa esto justo ahora que me estaba conteniendo? Estaba poniendo de mi parte, pero esto es demasiado.

-Estoy toda mojada- Murmura ella tocando con sus manos la parte en donde le había caído agua.

Trato de mantener mis pensamientos sucios a raya y digo-: ¿Quieres una toalla?- Asiente con la cabeza mirando su camisa-. Bien, ahora vengo- Aviso y ella se limita a asentir una vez más.

Ahora sí esta situación se hizo más grande, literalmente. No voy a poder seguir aquí con ella, no por ahora o terminaré haciendo o diciendo algo de lo que me arrepentiré más tarde, y prefiero no hacer una estupidez.

Me quité la camisa mojada, tome una limpia para mí y busqué alguna que me quedase chica para ella. Pasé al baño y tomé la toalla que Marylise me había pedido para secarse. Salí del baño y caminé hacia la sala. Al entrar a esta, vi que Marylise estaba de cuclillas en el piso tomando los vidrios rotos del vaso que se había quebrado hace un momento.

- ¿Qué haces? - Pregunto, aunque ya sé que es lo que está haciendo.

Ella levanta su rostro y me mira diciendo-: Voy a limpiar esto...

-No, deja allí, te vas a lastimar.

-Pero...- Intenta objetar, pero le interrumpo.

-Deja eso- Me acerco-, yo lo limpio después.

Suelta un suspiro y asiente con la cabeza antes de dejar los pedazos de vidrio en el piso. Le ofrezco mi mano para levantarse, ella duda unos segundos, pero al final la acepta.

-Aquí está la toalla.

-Gracias- Musita tomándola y llevándola a su pecho para secarse. Desvío mi mirada de estos aunque se me haga una tarea algo difícil.

-También te traje esto- Le muestro la playera, pero ella se niega a tomarla-. Ve a cambiarte, te vas a enfermar si te quedas así.

-Así está bien.

-No, no está bien- Le corrijo.

No para mí...

Lo duda por un tiempo pero al final termina aceptando y le indico donde se encuentra el baño para que se cambie de ropa.

Al cabo de unos minutos regresa y... Demonios.

No debí haberle prestado mi ropa, ahora parece como si me hubiera acostado con ella y tomó mi ropa por comodidad.

-Me queda un poco grande- Dice, alzando sus brazos a los costados a modo de demostración.

Le miro por un instante, suelto un suspiro pesado y retiro mi mirada. Dejo caer mi cabeza sobre la mesa frente a la que estaba sentado.

No quiero verla, solo quiero que se aleje de mí, no quiero descubrir de qué soy capaz si esto continúa así.

De pronto, siento como toca mi hombro con delicadeza mientras escucho cómo me pregunta si me encuentro bien. Yo simplemente asiento e intento mirarle, pero algo me lo impide. Su cuerpo se encuentra muy cerca al mío y al girarme hacia ella solo pude ver su pecho. Suelto un quejido pesaroso y vuelvo a mi posición anterior.

¿Qué le pasa? ¿Por qué se acerca tanto? ¿Qué acaso no sabe que estoy haciendo mi mayor esfuerzo en controlarme?... Pues no, no lo sabe, ni debe saberlo.

No te conviene Harry, ya basta.

Tengo que solucionar esto, tengo que alejarme de esta niña, no puedo hacer nada, aunque quisiese, no debo.

-Eh, Mary...- Le llamo en un murmullo que espero allá escuchado-. Tengo que salir- Digo tratando de sonar convencido.

-¿A dónde?- Pregunta curiosa y confusa-. Pero no te sientes bien, ¿que no?- habla tan rápido que no me deja responderle.

Me levanto de la silla y ella se aparta un par de pasos hacia atrás. Es entonces cuando pongo todo mi esfuerzo en solo mirarle a los ojos.

-Si no te sientes bien no puedes salir.

-Eso no es tu asunto- Le digo, tratando de no sonar brusco, pero precisamente así es como se escucha. Ella aparta la mirada y observa los vidrios rotos en el piso. Tengo que aprender a hablarle mejor-. La clase la retomamos mañana, ¿de acuerdo?

-Mañana no puedo- Dice, haciendo una pequeña mueca.

-¿Por qué?

-Eso no es asunto tuyo- Contesta, intentando que se escuchase igual que mi tono, pero no lo logra ni por poco.

-De acuerdo- Digo tras soltar una pequeña risita. Me alegra que esté tomando confianza-. Bueno, como sea. Vamos, te llevaré a tu casa.

-Pero tengo tu playera puesta- Me dice, indicando con sus manos hacia esta.

-Si quieres llévatela, no hay problema- Le digo, tratando de restarle importancia. Yo solo quiero sacarla de aquí y no verla, por lo menos hoy ya no.

Ella asiente con la cabeza y me indica que guardará sus cosas solamente. Una vez que termina, salimos de la casa y le seguí hasta la puerta del copiloto para abrirle y que ella pudiese entrar. Musitó un "gracias" y yo solo asentí con la cabeza en respuesta.

Iba a ir directo a la puerta del piloto para entrar y dejarla de una vez en su casa, pero algo llamo mi atención.

Había alguien mirándonos fijamente, note algo de sorpresa y confusión en su expresión. Era una chica, me atrevo a apostar que tendría la misma edad que Marylise. Ella se encontraba en la acera de enfrente, así que eso la convierte en mi vecina.

Alce mi mano en señal de saludo y le regalo una pequeña sonrisa. Ella duda un poco, pero al final imita mi acción.

Pasan unos segundos y ella sigue mirando en mi dirección. Ya esto se está haciendo algo raro. Me dispongo a dejarlo pasar y solo me limito a entrar al auto y salir de allí.

El camino a casa de Marylise fue silencioso, demasiado a mí parecer. Pero era mejor así porque si hablaba estaba seguro que diría algo que tenga que ver con sexo y es precisamente lo que quiero evitar.

Tras unos minutos de camino, llegamos a su casa. Me estaciono frente a esta y coloco la palanca en 'Parking' para no apagar el motor.

Espero unos segundos a que ella se baje o diga algo, pero no hace nada, solo se queda en su lugar mirando hacia su regazo.

-¿Qué pasa? - Pregunto desconcertado. Ella me mira e intenta decir algo, pero cierra su boca de golpe segundos después-. ¿Qué pasa?- Repito, pero esta vez con un poco más de cansancio.

-Es que tú te enojaste cuando me baje yo sola del auto..., y no quiero que te enojes de nuevo conmigo- Explica con un ligero temblor en su voz.

-No me enoje- Aclaro, pero ella no dice nada.

Espero unos segundos más y al no recibir respuesta alguna, apago el motor y salgo del auto. Lo rodeo por detrás hasta llegar a la puerta del copiloto y abrirla. Le ofrezco mi mano para que pueda bajar y ella me regala una sonrisa tensa.

-No me enoje- Repito-. No podría enojarme contigo- Digo, ella me mira a los ojos y ensancha un poco más su sonrisa.

-Nos vemos el lunes- Dice titubeante.

-Espera, ¿el lunes?- Inquiero confundido.

-Sí, es que el domingo tampoco puedo, porque mi mamá tiene libre ese día y como no sabe que estoy dándote clases no me dejará ir- Explica formando en su boca una mueca.

Suelto un pequeño suspiro y asiento-: Nos vemos el lunes entonces- Ella asiente con la cabeza y da un par de pasos hacia su casa-. Espera- Tomo su muñeca y giro su cuerpo hacia mi dirección-. ¿No vas a despedirte?

-Eh..., adiós- Dice con confusión en su voz. Sonrió y humedezco mis labios.

-No esa clase de despedida- Digo, noto como mi voz se ha enronquecido más de lo normal.

Halo de su muñeca hacia mí y cuando la tengo frente a frente, me acerco a su mejilla y planto un beso allí. Soy capaz de notar como su cuerpo se tensa ante mi contacto y eso es genial.

Subo hasta su oreja y musito despacio-: Nos vemos, pequeña- Deposito otro en la parte donde su cuello y mandíbula se unen y me alejo. Al hacerlo observo cómo sus ojos están cerrados y su boca medio abierta; de esta sale un pequeño suspiro tembloroso y finalmente abre los ojos.

El provocar esto en ella es simplemente estupendo.

-Ahora sí, ya puedes irte- Digo sonriéndole. Noto como traga duro y una especie de sonrisa tímida aparece en sus labios antes de casi salir huyendo de allí.

¿Estaba sonriendo? Eso quiere decir que le gustó lo que hice. No me esperaba esto.

Ella es demasiado inocente, es demasiado linda y es demasiado para mí. No creo que soporte otro día más así. Necesito hacer algo con esto. No puede ser posible que alguien tan pequeña pueda provocar tantas cosas en mí. Es simplemente un hecho algo difícil de procesar.

Esperé a que entrara a su casa y una vez que lo hizo me dispuse a entrar a mi auto.

Tengo que llamar a alguien para que me ayude con este problema, podría hacerlo yo solo pero prefiero que lo haga alguien más. Saco mi móvil del bolsillo de mis pantalones y busco mis contactos.

Veamos si Camille está disponible.

Mierda, buzón.

Está bien, entonces llamaré a Amanda, ella estará encantada en ayudarme.

¿Buzón? ¿Qué?

Bueno, no importa, puedo llamar al siguiente contacto.

Uno... Dos... Tres pitidos y nada.

-¡Vete a la mierda!- Bramé al escuchar la contestadora.

Joder, ¿es que nadie está disponible? ¿Todas se fueron a la reunión de zorras o qué mierda?

No, tranquilo, todo está bien, intentaré con Valeria. Solo espero que me conteste porque ya no tengo mejores opciones que ellas, las demás no me dan lo que necesito.

Uno... Dos... Por favor que no llegue al buzón.

-¿Hola?- Contestó una voz extraña al otro lado de la línea.

-¿Quién habla?- Pregunté confundido. Esa voz no es de Valeria.

-¿Quién eres tú? ¿Y por qué le llamas a mi esposa?- Pregunta con brusquedad. Ay no.

-Oh, creo que es número equivocado, lo siento- Me las arreglé para decir colgando rápidamente. ¿Por qué demonios tenía que contestar su esposo?

Solo espero que no se meta en problemas por eso, o ya no tendré más Valeria para mí.

No, no puede ser, ¡¿por qué me pasa todo esto a mí?!

Marylise me deja en este estado y no hay nadie quien pueda ayudarme.

Esa niña me está volviendo loco.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022