Capítulo 6 Capitulo 6

-No hablo, no pienso, camino cuando chasquees los dedos-digo enojada- ¡Serás, gilipollas! -siseo-No seré una mujer, trofeo ante los demás, tengo voz y la voy a utilizar. Créeme, si no te parece...

-Te quedas sin boutique-me corta, y estoy tentada a tirarle mi bebida.

-¿Gianna? -volteo para encontrarme con Claus, que llevaba una copa de champán en la mano y me sonríe.

-¡Claus! -lo saludo encantada-Qué sorpresa.

-Eso lo tendría que decir yo. Nunca te había visto por aquí-dice mirando a Luca y luego a mí. Me acerco hasta Luca y me pego a su cuerpo.

-Es que, Luca y yo estamos juntos. Siempre vengo a verle y hacer que no trabaje tanto-miento-Es que, Lucas, es tan trabajador que me toca apoyarlo-hablo sonriendo- ¿No es así, cariño?

-Así es, linda-Replica Lucas, pegándome más a él.

-¿Qué tal ha ido la cena con Elena? -pregunto.

-Muy bien querida-me guiña-Apoteósica. Gracias-nos reímos.

-Bueno. Si me disculpan-dice de pronto Lucas-Tengo que ir a ver cómo marcha todo. Te dejó en buena compañía.

Una vez solos, charlo animadamente con Claus.

-Y, Elena, ¿Dónde está? -pregunto mientras me tomo el tercer daiquiri de frutilla.

-Está en Génova. En casa de su hermana-dice sonriendo al recordar a su esposa.

Suspiro de forma dramática.

-Génova-Espeto-Me han dicho que es tan hermosa-él asiente-es una lástima que nunca he podido conocerla.

-Eso es imposible-habla con sorpresa.

-Pero es cierto-suspiro resignada-Siempre he soñado ver mi boutique expandida a Venecia, Génova y Londres. Pero es solo eso un sueño-digo sorbiendo mi bebida, él se queda pensando un momento y temo que descubra mi farsa.

-Pero algún día cumpliré mi sueño-le restó importancia-Y dígame, ¿Qué hace un griego en Génova? - él ríe un poco.

-De todo- deja su copa ya vacía en la barra-Pero, me dedico más a los hoteles. Son una gran inversión en estas ciudades. Por cierto, me extraña que Lucas no te dijera que lleva un año queriendo comprar una de mis propiedades en Génova-me mira detenidamente.

-Lucas no habla conmigo de sus negocios, pero déjame decirte que, si te ha hecho una oferta, deberías pensarlo, porque de seguro ambos ganarían-digo. Sin embargo, mi lengua un poco dormida y me siento torpe al hablar.

¿Qué sucede?

No he tomado ni una gota de alcohol en toda la noche. Trato de sonreír, pero empiezo a ver borroso.

-Lucas tiene una visión de negocios que harían de Génova más rentable y por ende tendrías más turistas abarrotando tus hoteles, además... -No puedo continuar, no siento mis extremidades.

- ¿Estás bien? ¿Gianna? -me pregunta de pronto, preocupado-¿Gianna? -puedo escucharlo a lo lejos.

-Lucas-logro decir-llama a Lucas-repito desesperada, y asustada al mismo tiempo.

- ¡Gianna! -exclama Claus. Y, es lo último que escuche antes de que el mundo se volviera negro.

★★★★★★★

LUCAS POV.

- ¿Crees que logre algo esta noche? -Dice Adriano detrás de mí, mientras observábamos las cámaras de seguridad.

-Más le vale-respondo, viendo como Gianna Sonreía y habla con total naturalidad.

Además, se ve hermosa en el vestido que lleva. Aún puedo sentir sus labios y los míos juntos. Aprieto los puños en frustración, besarla no era el plan, pero ver a Gaetano hablar por Gianna me saco de las casillas, por eso la besé y ahora todo se había ido a la mierda, porque aún la deseo.

-Luca. Mira-dijo la voz tensa de Adriana detrás y salgo de mi letargo para mirar la pantalla donde puedo ver a Gianna un poco descoordinada y temblorosa- ¿Esta ebria? - pregunta Adriano.

-Gianna estaba tomando daiquiri sin alcohol. Eso fue lo que dijo Peter-digo refiriéndome al barman.

En segundos veo a Gianna desvanecerse y a Claus tomarla en brazos.

Lucas y yo salimos rápidamente y bajamos hasta el salón. Me acerco hasta ellos viendo a Gianna inerte como una muñeca.

- ¡¿Qué sucedió?!- exijo a Claus que estaba pálido.

- Estábamos hablando y de repente se desvaneció-contesta.

-Adriano. Llama al doctor- digo mientras la toma en brazos y subo hasta mi piso privado. Una vez allí, entro rápidamente a la habitación y la recuesto en la cama mientras sigue inconsciente.

Se le ve pálida y siento su pulso ir muy rápido.

- ¿Qué sucede con Rico? - pregunto refiriéndome al doctor.

- Ya viene en camino- responde Adriano a mi espalda caminando de un lado a otro- ¿Seguro que no es solo una borrachera? -parecía ansioso.

-No-digo seguro-Que nadie salga del casino-continuo sin apartar la vista de Gianna- Quiero que revisen las cámaras y agarrar al hijo de puta.

- Pero, ¿De qué me hablas? -dice Adriano con un tono de alerta-No creerás que...

- Si-lo corto-alguien drogó a Gianna. Interroga a Peter, quiero respuestas Adriano.

- Enseguida me pongo en eso-dice saliendo, dejándome solo con Gianna, que se veía pálida y no despierta.

- Vamos, Gianna-la levanto y la llevo hasta el baño, donde la obligo a vaciar su estómago. Luego de minutos que me parecen eternos, termino de vaciar su estómago y su quejido es más como un maullido de un gatito.

- ¿Lucas? - susurra aún con los ojos cerrados.

- Aquí estoy-digo mientras poso un paño húmedo en su frente-Ya viene el doctor. Vamos a la cama-la dejo de nuevo en la cama y me fijo que su vestido está arruinado.

Apesta a vómito y está arrugado. Me voy hasta una cómoda que tengo con ropa y saco una de mis camisetas de hacer ejercicio, antes de quitarle el vestido.

- ¡Maldita sea, Gianna! -solo lleva unas bragas del mismo color del vestido y no lleva brasier, así que sus pechos firmes y cremosos quedaron al descubierto- Esto es muy jodido-Gruño, tomando el control de mi cuerpo y cubriéndola con la camiseta.

Saco el pasador de su cabello y este se extiende en la cama. Hermoso, brillante e imágenes poco decentes se cruzaron por mi mente

-No es sano para mí-resoplo.

Un toque en la puerta me distrae y enseguida Rico, mi médico personal, entra a la habitación. Él era un hombre de unos sesenta años y estaba a mis servicios desde hace cinco.

- ¿Qué sucedió? -pregunta acercándose a Gianna con sus implementos, enseguida me levanto de la cama, y lo dejo hacer su trabajo.

Le relato lo sucedido y luego de reconocerla me entrega la receta.

-Efectivamente, la drogaron-me confirma.

-Hijos de puta- digo en voz alta, enojado.

-Que se tome lo que le indico allí, mucho descanso y estará bien-pasa por mi lado-es probable que duerma hasta mañana. Que tenga algo substancioso para desayunar, su cuerpo necesitara energías.

-Gracias. Mándame la cuenta-le digo mientras lo acompaño hasta el pequeño salón.

-Cuando no lo hago Lucas-ironizó-Además, me has sacado de la cama.

- Te pagaré el doble y así podrás redimirte con Esther -digo refiriéndome a su esposa.

- Bien. Eso me parece fantástico-espeta. Sin más, sale dejándome con Gianna y una guerra interna entre vengarme y quererla de nuevo a mi lado.

- No te equivoques Lucas. Es solo lujuria-me repito a mí mismo.

Aseguro la puerta de entrada y me voy hasta el casino en busca de respuestas.

-¿Qué tenemos? -le pregunto a Adriano. El casino está ahora con algunas personas y mi gente está por todo el lugar.

-Nadie vio nada-me informa-los únicos que salieron después de que Gianna quedara inconsciente fueron El diputado Phil y Gaetano.

-Sabemos que el diputado no es de los que anda por ahí drogando a las mujeres- digo. Me gusta saber quién frecuentaba mis casinos y por eso trato de investigar a todos-Gaetano, por otra parte-digo pensando un momento en la posibilidad- ¿Peter?

-Lo que sabíamos. Gianna pidió sus bebidas sin alcohol. Dijo que no vio nada extraño a su alrededor, ¿Y si fue un ataque al azar? Como podría saber que ella está contigo.

-No sé, Adriano-resoplo-Pero, independientemente de si es mi culpa o no, esto no es conveniente para el negocio-él asiente de acuerdo-¿Claus? -mire alrededor sin verlo.

-Se fue hace un momento-Contesta- Le dije que había sido un desvanecimiento sin importancia, ¿Cómo está? -inquiere refiriéndose a Gianna.

-Dormida-replico mientras paseo mi mirada por el lugar-Mañana estará mejor. Cerremos por hoy-le informo-Me voy arriba con ella-no dice nada, pero su mirada me muestra lo que piensa.

Me voy sin decir más, porque si digo algo, me voy a delatar a mí mismo. Subo a mis dependencias privadas y entro a la habitación, donde Gianna duerme plácidamente.

Me siento en el sofá y me quedo en silencio cuidando de su sueño.