Capítulo 9 Capitulo•8•

Oliver

Me extraño cuando Paulina golpeó a la pelinegra, la verdad ella no me da confianza, es una extraña sensación, pero había estado ignorándola porque es la esposa del padre de Paulina y la madre del mate de ella misma...

Pero toda intención de ignorar eso se fue por el caño al ver a Paulina con ese azul más intenso que nunca en sus ojos al golpearla, es como si estuviera tratando de salir de donde sea que esté atrapada, porque esa que la golpeó fue la misma chica que casi me mata la primera vez que fui a su manada y la salvó...

Esa chica que defiende con uñas y dientes lo que ama, y es capaz de dar todo por ellos... Tan solo recordar las deplorables condiciones en las que peleó conmigo para salvar al que iba a ser el supuesto alpha en ese entonces, luego de salvar a los niños y pelear hasta matar a mis mejores hombres...

Algo no anda bien, tengo a Paulina inconsciente en mis brazos y a Kate, Fabricio y la niña casi llorando mares mientras intentan despertar a Paulina. Yo solo me dispongo a observar a esa mujer que llora desconsoladamente mientras el padre de Paulina la abraza y consuela...

Pero él tampoco se traga eso del todo porque en su mirada puedo ver asco, esa mujer es una buena actriz, necesito saber de qué estaban hablando para que Paulina haya reaccionado de esa manera y usar eso a mi favor para que regrese mi sobrina...

Esa que quiere matar a medio mundo cuando está molesta... La que hace bromas pesadas y ríe a todo pulmón... La que se quejaba de los vestidos y estuvo a punto de tirarme por una ventana porque aún no le conseguía ropa "decente"... La que apoya a todos y sobre todo a la que iba a ser alpha de la manada Claro de Luna, la que le prometió a su madre ser la más fuerte y cuidar a su padre... A ella...

Levanto a Paulina estilo princesa del suelo, Margarita le cubre las piernas y trasero con una manta que trajo.

- ¿A dónde la lleva? - me pregunta Fabricio cuando me ve alejarme con Paulina en brazos hacia adentro sin decir nada.

- A su cuarto, necesita descansar - le respondo, le doy una mirada fría y directa a la mujer y esta tiembla levemente.

"Definitivamente algo pasa con esa", pienso, sigo mi camino hacia adentro.

- Lo acompaño - habla Kate, asiento sin verla ni detener mi camino. A paso rápido camino hacia el cuarto de Paulina con Margarita al lado y Kate y Fabricio detrás de mí.

- No me fío de esa mujer - me murmura Margarita, la veo de reojo, tiene la mirada perdida y desconfiada y el ceño levemente fruncido con la nariz arrugada mientras se aferra a como puede de mi brazo.

"¿Cómo puede ser tan tierna?", pienso y río, pero regresando al tema principal yo tampoco lo hago.

- No te preocupes... Yo tampoco lo hago, pero ahorrémonos los comentarios para buscar una solución luego... - murmuro sin mirarla - además no podemos hablar de esto teniéndolos a ellos cerca - la veo y ella asiente.

- Tienes algo de razón - termina de decir, llegamos al cuarto de Paulina. Margarita abre la puerta, entro y dejo a Paulina en la cama. La acomodo y la cubro con una manta de la cama, a los segundos entran la amiga pelirroja y el mate de Paulina. Margarita me ve de soslayo desconfiada, le beso la mejilla y le sonrío, esta rueda los ojos porque sabe que es una forma de pedirle se calme.

- ¿Qué fue lo que le pasó? - pregunta el mate de Paulina, Margarita frunce el ceño.

- Nada - dijo ella, pero la interrumpí.

- Trata de salir - digo acariciándole la mejilla a Paulina.

- ¿Cómo? - pregunta Kate.

- Oliver, no sé si sea buena idea - se queja Margarita.

- Es su mate y mejor amiga... Además, si no fueran de confianza estarían "consolando" - hago comillas en esa palabra con los dedos - a esa mujer...

- Oliver... - me repecha Margarita.

- Explíquese, por favor - habla Fabricio.

- Cuando me acerqué ella tenía los ojos más azules, los de ella antes de convertirse... - explico - Eso quiere decir que está tratando de romper las cadenas que la tienen atada en algún lado de su mente... - digo mi teoría que tengo desde hace ya un buen tiempo, puesto que es extraño que aún no recuerde nada de nada.

- ¿Cómo un hechizo? - dice Kate comprendiendo, asiento.

- No lo sé... Es demasiado extraño todo esto... - confieso - Algo estaban hablando que a Paulina no le pareció y su Paulina atrapada, o sea, la de antes, quiso pelear con uñas y dientes por ello... Eso quiere decir que esa mujer no es confiable, Paulina no se pone a la defensiva por nada... Solo cuando es de vida o muerte a sus seres queridos... Como ese ves... - miro a Fabricio y Kate, volteo a Margarita, y ella me fulmina con la mirada mientras me dice que no siga hablando.

- Tiene sentido - murmura Fabricio.

- Ella ha estado insistiendo en que me convierta en alpha de la manada y que consiga otra pareja y hasta estuvo a punto de hacer que una hechicera me borrara las memorias de donde estaba con Paulina hace dos años... - abro los ojos como plato ante sus palabras - si no hubiera sido por mi padre lo hubiera hecho... Días después el hechicero de la manada dijo que estaba bajo un hechizo y por eso actuaba así, según él rompió el hechizo pero mi madre jamás ha sido interesada y siempre vela por mi bien y felicidad... - siguió y concluyó.

- Todo calza - murmura Margarita.

- Llamaré a un viejo amigo para que me ayude en esto... No le digan nada a Juan - digo, la puerta se abre y entra Juan.

- Papá - dice Fabricio.

- ¿Está bien? - pregunta preocupado.

- Sí - me apresuro a responder - solo está cansada... - miento.

- Está bien - dice él soltando aire acumulado.

"Even él sabe que algo anda mal pero no dice nada", pienso.

- ¿Y mamá? - pregunta Fabricio ganándose la atención de todos en el cuarto.

- En el cuarto que nos dieron dormida... - dice con un ápice de molestia - se quejó e hizo una rabieta para que reprendiera a Paulina, pero claro que no haré eso... - dice molesto.

- Bien - lo corto - salgamos de aquí y dejémosla descansar - digo yo y todos salen del cuarto dejando a Paulina dormida en la cama.

- Ahora busca una solución, Oliver, esto no me gusta nada - habla Margarita a mi lado.

"Es hora que Darol vuelva", pienso caminando a su lado.