Capítulo 3 Capítulo 3

Al mirar su brazo morado, el rostro de Yoel se oscureció. Aunque tenía un aspecto terrible, Lindsey sabía que en ese momento sentía pena y pánico al mismo tiempo.

Tenía miedo de que ella se enojara, se sintiera infeliz y le diera la espalda.

Nadie podría imaginar jamás que el chiquillo de la familia Grant, el general más joven del País A en la historia y el conocido dios asesino violento, amara a una niña con tanta humildad y cautela.

En esta vida, Lindsey lo entendió y realmente sintió pena por él. ¿Qué había hecho en su vida anterior para que este hombre noble y orgulloso fuera tan humilde?

Ella no podía soportar ver su rostro y giró la cabeza, temiendo llorar delante de él.

La reacción de Lindsey hizo que Yoel se sintiera aún peor. "¡Ella ni siquiera quiere mirarme!"

Cuando Lindsey volvió a mirarlo, inmediatamente sintió su tristeza y notó que estaba tratando de controlar sus emociones. Ella no quería lastimar más a este hombre.

Yoel era conocido por su mal carácter y no muy bueno controlando sus emociones. Por lo tanto, a pesar de que estaba en una posición alta, rico y guapo, ¡la gente de todo el mundo todavía le tenía miedo! Todas las mujeres se sentían atraídas por Yoel, pero ninguna se atrevía a casarse con él.

Muy pocas mujeres considerarían a Yoel una buena compañera, incluida Lindsey en su vida anterior.

Pero en esta vida ya no le temía. Ella miró hacia arriba, su rostro del tamaño de la palma de la mano estaba pálido y débil. Sus ojos llorosos parpadearon y se fijaron en él. En lugar de morderse el tierno labio con enojo como antes, hizo un puchero coqueto, e incluso la marca de nacimiento roja en el rabillo del ojo se volvió deslumbrante ahora. Esta escena casi le dejó sin aliento.

"¡Yoel, me rompiste la ropa!"

Sus palabras fueron como un coqueteo, lo que inmediatamente aligeró la atmósfera. La inquietud de Yoel desapareció milagrosamente. Se quedó quieto y no supo cómo reaccionar.

Lindsey nunca le había hablado de una manera tan coqueta.

"Yo... ¡lo siento!" Dijo Yoel con frialdad. Quería decir que no lo decía en serio, que simplemente se había descontrolado un poco, pero lo único que pudo decir fue "lo siento".

Lindsey sabía que Yoel siempre guardaba silencio cuando ella se volvía loca y furiosa. Después de todo, ella era muy irracional y siempre iba demasiado lejos al hacer las cosas en su vida anterior. En ese momento, hizo un puchero, pero se sintió aún peor cuando recordó su pasado.

"¡Pedir perdón no es suficiente!" Actuó como una niña mimada, pero cuando vio que el rostro de Yoel palidecía, se apresuró a decir: "¡Tienes que comprarme un juego nuevo!".

Yoel estaba desconcertado y no sabía cómo responder. Le había puesto innumerables cosas preciosas delante de ella, pero ninguna de ellas fue aceptada. No había manera de que ella le pidiera que le comprara ropa.

"¡Está bien! Le pediré al ama de llaves que envíe un lote de ropa aquí mañana". Después de una larga pausa, Yoel finalmente dijo.

Lindsey sonrió con satisfacción y pensó: "Idiota. Estoy coqueteando contigo. No quiero ropa en absoluto".

Toda la ropa de Lindsey fue preparada por el diseñador privado de Yoel, un diseñador con el que la gente apenas tenía oportunidad de cooperar. Si otras personas supieran que había diseñado un lote de ropa para Lindsey, ¡se sorprenderían mucho!

Cuando Yoel vio la sonrisa de Lindsey, se quedó helado. Sintió que la sonrisa era tan brillante que no podía apartar los ojos de ella.

Nunca la había visto sonreír así. Ella no había estado dispuesta a sonreírle en todo momento.

La expresión inexpresiva en el rostro de Yoel realmente divirtió a Lindsey, y ella sonrió más feliz.

El llamado Yama Yoel de cara fría ahora era como un idiota. ¿Cómo nunca pudo descubrir que este hombre era tan lindo en su vida anterior? ¡Fue tan bueno que pudieron reiniciar nuevamente!

"Tú, ¿estás bien?" Preguntó Yoel con rigidez, con algo de ansiedad en su voz fría.

Sintió que era imposible que Lindsey fuera tan amable con él. Debería golpearlo, regañarlo y arrojarle todo lo que pudiera. Sintió que ahora ella estaba loca y estaba un poco preocupado por ella.