Empecé a correr como bien pude, pero las escaleras por las que antes había subido se rompieron en pedazos, no había otro camino al que ir.
Posteriormente una criatura que andaba a cuatro patas, y que tenía varias cruces clavadas en su cuerpo me empezó a perseguir, los candelabros se vinieron abajo, y todo las cristaleras se rompieron en pedazos, ge