Capítulo 5 El bosque

Anduve durante varios kilómetros, pero el paisaje no había cambiado significativamente, la niebla seguía siendo densa, el aire frío, seguía teniendo la misma sensación de soledad en mi interior, de no saber dónde estaba, y en ocasiones tenía la percepción de que algo me vigilaba, pero no sabía de dónde lo hacía, ni que era, pero lo sentía, lo sentía por todos lados, pero no veía nada, otras veces escuchaba murmullar a personas, sobre todo cuando parecían decir palabras con s, pero no distinguía claramente alguna palabra.

En cuanto avancé un poco más empezaron a aparecer árboles aún más grandes que los anteriores, pero había algo que no me cuadraba, eran de una proporción exagerada, parecía irreal, y no todos estaban puestos en vertical, algunos se posicionaban en horizontal, impidiendo el paso.

Las ramas dibujaban formas escalofriantes en la espesa niebla, los murmullos se volvieron más intensos, no sé si era cosa mía, pero juro que les oía decir mi nombre, cuestión que me bloqueó completamente la mente, no paraba de darle vueltas a dicha cuestión.

Al mismo tiempo tuve que acostumbrarme a agacharme de vez en cuando para poder atravesar aquella zona arbolada, pero el suelo se había llenado de líquido, dando al ambiente un aspecto pantanoso, aunque para ser sincera, el líquido era sangre, dicha sangre caía de los troncos verticales, luego se deslizaba por los horizontales y terminaba en el charco, sin olvidar el sonido que hacían al entrar en contacto con el pantano, los troncos empezaron a crujir, dando la impresión de que alguna de las ramas desnudas se caería de un momento a otro. Sin alguna razón concreta decidí mirar a través de ellas, vi una sombra con forma humana, o eso creí ver, en el poco tiempo que la pude observar noté que tenía una cabeza, y las cuatro extremidades propias de un humano, pero desapareció emitiendo una risa de niño pequeño.

Seguí avanzando con paso firme, pero me tuve que detener porque de los árboles empezaron a caer hojas verdes, pero teniendo en cuenta que estaban desnudos no podía ser posible, estaba equivocada, ahora los árboles puestos en vertical estaban cubiertos de las mismas hojas que caían, me quedé perpleja ante tal acontecimiento, además, tengo que añadir de que me estaba aproximando a lo que parecía un muro alto, el cual poseía una puerta justo por donde discurría el charco de sangre.

A medida que fui caminando, la puerta que en la lejanía parecía ser de un tamaño normal se fue volviendo enorme, de la altura de dos pisos, el muro también era más alto de lo que parecía, el color grisáceo se fue transformando en un verde por la intervención de musgo en él, en cambio la puerta seguía con su mismo color marrón que tenía desde un principio.

Pasado un minuto empezaron a aparecer cucarachas y gusanos en la superficie de ambas estructuras, a mí me daban asco, y para ponerme más nerviosa, estos insectos eran bastantes más gruesos en comparación con los del mundo real.

¿Mundo real? ¿En serio he dicho eso? ¿Acaso este lugar no pertenecía al mundo real en el que todos vivimos? ¿O es un mundo aparte y ficticio?

No sé, me quedé bloqueada durante dos minutos, no pude pensarlo más tiempo porque la cadena que mantenía cerrada la puerta se rompió, cayéndose al suelo después, empujé la puerta con suavidad por miedo a lo que podía haber detrás, pero solo pude percibir más bosque similar al anterior, pero con un sendero más estrecho aún, y a cada lado del camino había una fila de antorchas, además de más árboles puestos sin ningún orden lógico.

De repente, detrás mío alguien chilló, me giré, una sombra con ojos rojos se acercaba a mí a un paso lento, me invadió el miedo, no sabía qué hacer, cuando solo estaba a un metro de mí decidí correr hacia esa nueva zona, y me oculté en un arbusto podrido.

Pasado unos minutos, ya más tranquila, quise saber si podía regresar al paisaje de antes, pero la cadena volvía a estar puesta, como si nunca se hubiera roto o caído, detalle que en absoluto me tranquilizó.

Por esta misma razón, decidí sentarme cerca de la puerta durante un rato para relajar mi cabeza, mi corazón , mi mente, porque también le estaba dando vueltas a qué demonios era esa criatura similar a una sombra con ojos rojos, que antes había visto.

            
            

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