En las paredes de la clase se empezaron a dibujar situaciones que vivía Wendy, con sonidos incluidos, todo con sangre y sombras, luego apareció un mensaje que decía:
"Ve a las duchas rápido"
Así lo hice, a medida que avanzaba las flechas me iban indicando, pero me detuve, ahora se escuchaban gritos de desesperación, seguí avanzando.
En un determinado pasillo empezaron a salir manos de las paredes, luego caras con los ojos amarillos, mientras chorreaba sangre del interior de la pared, no quise seguir viendo aquello, todas la cabezas se movían de forma extraña, girando en círculos sus bustos, y las manos me intentaban agarrar.
Con todo aquel espectáculo montado tuve que caminar y bajar por varios pisos, hasta que por fin llegué a aquellas duchas.
La puerta de aquella habitación se abrió, de dentro salieron cucarachas, entré con bastante miedo, seguidamente la misma puerta de antes se volvió a cerrar con un golpe violento.
Efectivamente, eran las duchas, pero todo estaba sucio, apestaba a sudor, lo que me provocaba ganas de vomita. Entonces en las paredes volvió a escribirse el mensaje en sangre, y las sombras representaban exactamente lo que las letras decían, el mensaje iba diciendo lo siguiente:
"Me pilló llorando, era el mismo profesor que antes me había humillado, pensaba que me iba a consolar, a disculparse, pero no fue nada de eso, cogió mi cabeza de forma brusca, me dio una cachetada, a la vez que me decía insultos, luego me levantó y me empujo contra la pared, oprimiéndome contra ella, yo le decía que parase, pero él seguía, luego me fue besando por todos lados, me desabrochó la camiseta, y luego los pantalones, para luego terminar haciéndome el amor, o mejor dicho violándome.
Cuando terminó se largó riéndose como un demente, yo estaba toda golpeada y sudada"
El sonido del agua saliendo de las duchas me quitó la atención de aquel papel, pero no era agua, era sangre, empezó a sonar el timbre el instituto, la sala se llenó de vapor, lo que me impedía ver más al fondo, y de repente una criatura de casi tres metros empezó a acercarse, llevaba un gran zapapico, emitía gruñidos, cuando estuvo más cerca pude ver su cara, estaba llena de gusanos y más insectos, luego realizó movimiento intentando pegarme con el arma, pero lo esquivé, y solo consiguió darle a la pared, me dirigí hacía la puerta, y sin ninguna razón me paré un momento a observarle el rostro, no sé si fue cosa mía, pero el rostro me resultaba muy familiar, pero solo pude ver media cara, luego esa media parte se volvió a cubrir de gusanos, nada agradable.
Salí de aquella sala, corrí por todo el instituto, y a medida que avanzaba las mismas manos aparecían por las paredes, y en el suelo se dibujaban caras asustadas con los ojos amarillos, luego en un pasillo un gran número de sombras corrían hacia mí, pero no me hacían nada, dirigí la vista atrás y allí pude percatarme de que la criatura de las duchas me perseguía.
Mientras tanto el timbre seguía sonando, los pasillos se hacían angustiosos y largos, notaba los gritos muy altos, mi corazón latía sin freno alguno.
Con el paso del tiempo me daba la sensación de que estaba caminando por el mismo círculo todo el rato, hasta que por fin vi una sombra a lo lejos, parecía de una niña, estaba en medio de un claridad que contrastaba con el agobiante aspecto del instituto, la fui alcanzando y cuando lo hice todo desapareció, no sé lo que ocurrió, todos los sonidos se silenciaron, el edificio se esfumo, y sentí una paz inaudita, caí desplomada al suelo bruscamente, y con el aliento justo y necesario levanté mi cabeza para ver donde estaba, lo poco que pude ver me resultaba parecido al bosque del principio.