Capítulo 2 Introducción

Las pesadillas no solo aparecen mientras dormimos, cada día, sin darnos cuenta las tenemos, pero muchas veces huimos de ellas, sería más difícil enfrentarnos a los miedos, sería más complicado encontrar una respuesta en la pregunta de qué hemos hecho mal, las dudas nos atormentan, nos impiden pensar con claridad, en las pesadillas nos sentimos solos, agobiados, nerviosos, nuestras manos no saben estarse quietas ¿Por qué sudas? ¿Acaso en tu pesadilla hay oscuridad? ¿Sabe la oscuridad que le tienes miedo? ¿Lo sabe el vacío?

¿Por qué motivo no te gusta estar solo y perdido? ¿Sabes que es sentirse solo? ¿Has estado solo alguna vez?

Cuando estamos solos oímos solamente el silencio, oímos golpes, quizás oigamos voces que desean decirnos algo, también escuchamos el sonido de la brisa, nos hacemos los valientes cuando hay luz o es de día, pero nos ocultamos bajo las mantas, asustados por lo que se pueda ver en el pasillo de nuestra casa, a veces ni siquiera somos capaces de mirarnos al espejo cuando vamos al baño en medio de la madrugada, ni siquiera estamos seguros durmiendo con los pies destapados, por miedo a que nos acaricie alguien, tampoco somos tan valientes como para mirar debajo de la cama, por miedo a encontrar algo desagradable, pero... ¿Qué nos podíamos encontrar? ¿Bestias? ¿Serían reales o producto de la imaginación?

Quizás sin querer ya haya nombrado algún miedo que tengas, quizás ya desees cerrar este libro o pasar de página, espera, no tengas miedo, tranquilo, es el momento, es la oportunidad de aventurarte en medio de la oscuridad, de caminar en medio de la nada, quizás sea el momento de vencer tus miedos, y aunque decidas no seguir quiero que sepas que la oscuridad tarde o temprano sabrá tus miedos, ella lo sabe todo, nada se le escapa, ni siquiera el nervioso pestañear de tus ojos.

Tú decides, tú eres quien toma esa decisión, sígueme y veamos si eres capaz de enfrentarte al miedo más profundo.

W**D*

            
            

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