Capítulo 8 La vida sigue

A la mañana siguiente mi hermana preparó el desayuno, estuvo muy tranquila como si nada hubiera pasado y todavía tenía el uniforme puesto. Yo no era la única que estaba perpleja mis padres también la estaban mirando asombrados y a la vez preocupados. -Buenos días Delia (pronomciamos los tres en unisonido. -Buenos días a todos (brindando una calidad sonrisa), vengan a comer todos ya esta todo listo. Prepare huevo con jamón y un poco de jugo, sientansen que en un momento traigo las tortillas. Nos fuimos todos a sentar y nos quedamos asombrados que la mesa estaba lista.

Desde a que hora se abra levantado, llego Delia con las tortillas se sentó en su lugar tomo un libro y lo abrió para leer. Mi mamá se le quedó viendo preocupada y le preguntó. -Delia hija ¿estás bien? Delia quito la vista del libro y miro a mi mamá. - Estoy bien mamá no te preocupes, no me pasa nada. Comprendo que May se haya ido pero no puedo estar todo el tiempo llorando y encerrada en mi habitación. Y no se me queden mirando así, no me pasa nada "se que la vida sigue". (volvió a su lectura y al desayuno)

Nos quedamos en silencio nadie supo que responder a su comentario, aunque tiene razón no puede estar todo el tiempo llorando ella aún sigue aquí y también tiene deberes. En eso mi papá rompió el silencio. -Hay que darnos prisa porque ya se nos hizo tarde, yo las llevaré a la escuela. (se levantó y se dirigió a la cocina)

-¡si papá! (respondimos Delia y yo al mismo tiempo)

También nos levantamos y salimos a la cocina. Tome los platos de Delia y los lavé. Y nos despedimos de mi mamá que aún seguía desayunando. Y nos fuimos con mi papá.

La mañana paso demasiado rápido, llegamos Delia y yo de la escuela hicimos las labores del hogar y preparamos la cena como antes siempre juntas y con la música a todo lo que da y cantando las dos como un par de locas. Así estuvimos un par de meses todo estuvo tranquilo en mi familia todo seguía su curso normal y cotidiano de la escuela a la casa con mi familia y con mis amigos. De echo ya había adelantado un poco lo de mi tesis mi tema fue "Arte gotico: diferencia del arte gótico y arte neo-gotico". Y mi tutor o consejero para mi tesis fue mi padre, aunque era médico forense le gustaba las artes. Todos los días después de que llegaba de trabajar me dedicaba un tiempo para revisar lo que llevaba y juntos trabajar en la tesis, ya que nos sirvió mucho porque teníamos demasiado tiempo que no la pasábamos juntos. Y sobre mi trabajo final, me tocó un Señor de la tercera edad. Su pedido se dirigió mucho a una habitación rústica y a la vez juvenil. Simplemente llevaba varios borradores porque seguía investigando diferentes estilos y quería que mi trabajo congeniara en ambos para que los dos quedaran a la par y tuviera un equilibrio para que se viera bien. Aún no conocía al cliente bien, solamente tenía los requerimientos y con eso me base. Aunque llamará por teléfono y le mandaba mis borradores por WhatsApp siempre me daba un buen visto. Nunca me corrigió o me criticaba. Él decía que le gustaba mi trabajo y que ojalá pronto lo pudiera implementar en su habitación que quería. Pero el trabajo tenía que hacerse por orden de pasos y tiempo. Los maestros nos iban guiando. Entonces no nos podíamos adelantar y los clientes también no nos podían apresurar por que ellos entraron al programa para ayudarnos con el trabajo especial y habían acordado que tenían que ser tolerantes y pacientes de acuerdo al programa. A unos les tocó hacer grupos para un trabajo como a Raquel y a Gabriel que les tocó juntos y pues a mi me tocó sola. Aunque al inicio estaba un poco insegura y nerviosa, se me empezó a quitar según como voy avanzando del trabajo y también me a ayudado con el trato del cliente que por suerte mía es un señor demasiado considerado y paciente.