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Bange de nuevo se aisló y no comía, Adela lloraba mucho en casa. Misha ya no era el mismo niño de antes, esos dos años entre alfas cambiaron su forma de pensar y ser. Sabía que no podía hacer nada para que la vida de Bange fuera más fácil.
Escribió todo en su diario, todo el enojo que sentía. Insultó incontables veces a Zac, Tobias y Henry. Tambié