Verónica Rowell
Avanzar no fue un problema por aquella carretera que parecía eterna, buscábamos a nuestro alrededor algo seguro pero sólo se veían extensos arboles de hojas naranjas y amarillas.
-¿Aún nada?- Pregunta Mike poniéndose de pie a mi lado.
-Sólo nos queda la opción de parquear en algún lugar y quedarnos esta noche en el autobús- Le