Capítulo 6 B-E-N-G-T-H

Jenna Black

¿Aquí termina todo?

Abrazo a la chica con fuerza, arrinconadas, sin un escape confiable.

Pero de la nada, la carpa que tapaba esta zona por encima cae, una de esas cosas, dándonos la oportunidad de escapar escalando.

Un chico de cabellos negros, mascarilla de tela y chaleco de cuero estaba apoyado en esas barandas observándonos, con un hacha en la mano.

-¿No piensan salir?- Nos habla en lo que se derrumba la puerta.

Rápidamente me tiro para recoger lo que puedo, lanzo la mochila, empujo a Natalie hacía el muro y la alzo un poco, el chico me ayuda y la cruza completamente, acto seguido trepo yo con agilidad.

-Gracias.- Jadea Natalie.

-No te preocupes- Él le pasa la mano por la espalda y me observa. -Vamos, síganme.

Lo seguimos con cuidado, con esa enorme hacha hizo pedazos a los que nos atacaban por el camino.

-¿Cómo te llamas?- Cuestiona la molesta curiosa.

-Natalie no molestes.- La regaño dándole un golpe con el codo.

-No la regañes Jenna- Sabe mi nombre. -Mi nombre es Bength.

-¿Ben?- Indaga Natalie.

-No, Bength- Responde.

-¿Bent?- Pregunta de nuevo.

-¡BENGTH!- Grita él con rabia en el rostro.

-Ah, Beth- Bength suspira con molestia.

-B-E-N-G-T-H.

-Perdónala, es una fastidiosa.- Comenté y la golpeé mas fuerte con el codo, sonriendo mientras apretaba los dientes.

El chico rodó los ojos y siguió caminando.

Nos llevó hasta lo que parece ser un pequeño refugio dentro del zoológico.

-Pónganse cómodas.- Se despide y llega una chica con enorme sonrisa ofreciéndonos toallas y botellas de agua.

A simple vista era un área vacía de algún animal, tenía carpas por doquier y varias personas como en un campamento.

¿Todo estaba preparado?

La chica nos llevó a Natalie y a mí por un recorrido corto, la verdad es que el terreno no era grande, pero si duraban podrían usar de refugio completo al zoológico.

-¿Qué pasará con los animales que aún siguen en el zoológico?- Cuestiona Natalie inclinando todo su torso hacía delante y juntando sus manos detrás de su espalda.

-Pues no creo que falte mucho para que esos muertos vivientes los encuentren.- Responde la chica.

Natalie hizo un puchero adorable y se echó para atrás junto a mí.

-Que arrogante.- Murmura ella.

-Y tú, que molesta.- Le digo con una sonrisa de boca cerrada y se sonroja brevemente.

-Esta es de ustedes, descansen.- Ella se va y nos deja sola en una carpa lo suficientemente grande para dos personas.

Observo a mi alrededor y hay latas de comida encima de lo que parece ser una mesa hecha de madera, varios objetos de supervivencia estaban dentro de allí, incluyendo botiquines para emergencias.

Mis ojos se desvían hacía arriba y me tiro, acomodándome, teniendo tiempo para pensar en

¿Qué carajos está pasando?

Fui al zoológico junto a Sophie para divertirnos un rato, solo buscando hacer travesuras, huir y reírnos de ellas más tarde. Pero mi novia fue comida literalmente delante de mis ojos y yo no hice nada. Me voy a seguir culpando por esto.

-¿Crees que es seguro?- Pregunta Natalie acomodándose a mi lado en el colchón que hay en el suelo.

-¿Tenemos otra opción?- Indagué sarcásticamente.

Bajó la mirada y apretó sus manos. Notar su inseguridad me dió bastante lástima y la abracé.

-Gracias.- Susurró sonriendo en mi pecho. -Sin ti ya hubiera muerto en este caos.

-La verdad es que sí.- Le devolví la sonrisa. -Pero venga que tú y yo tenemos que hablar.

Ella comenzó a temblar y se separó de mí.

-¿Hablar?- Pregunta tartamudeando. -¿D-de qué?

-No te hagas la tonta Natalie- Mi mirada fría se cruzó con la suya y al instante reaccionó.

-No fue mi intención... simplemente... yo.- Negué con la cabeza y suspiré.

-¿No fue tu intención? ¿todas esas fotos se tomaron solas?- Interrogo con firmeza. -¿Era casualidad que te encontraras allí en ese lugar?

-Espera, puedo explicar.

-¿Por qué nos seguías? ¿Desde cuando me acosas?- Cada ves mostraba mas miedo y yo imponía aún mas agravando la fuerza de mis palabras.

-Jenna...- Dijo en voz baja y yo me callé.

-Dime- Respondí con suavidad.

-Yo...- Nuestra conversación la interrumpen un par gritos.

-Salgan, corran, vayan por aquí.- Escuchamos a Bength ayudando a algunas personas a salir del refugio.

-Vamos Natalie, tenemos que irnos.- Tomé la toalla que tenía en mis piernas y recogí comida en lata que allí se encontraba poniéndola en la mochila de Natalie.

La arrastré por el brazo llevándola hacía el lado contrario de dónde corrían todos, no sabía a donde iba pero solo seguí corriendo.

Salimos del zoológico y se veían deambulando esas cosas por todas partes, no veía un lugar al cuál correr.

-¿Qué hacemos?- Pregunta ella esperando una respuesta segura.

-No lo sé- Respondí.

-Ah bueno, pues entonces no se monten.- Bengt nos espera en una sidecar con su increíble hacha en la espalda.

Saltamos del susto y yo procedí a montarme detrás de él, haciendo que Natalie lo haga a nuestro lado.

            
            

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