Capítulo 6 Ella merece un hombre excelente

'No sé por qué', pensó Mary incluso mientras suplicaba. 'Me siento muy avergonzada frente a este hombre frío.

Todo lo que quiero es ganar un poco más de dinero para ayudar a mi familia, pero ¿por qué Dios es tan duro conmigo? Tenemos que enfrentarnos a grandes dificultades y nunca ha ofrecido ninguna ayuda.

No puede ser tan cruel. No me rendiré aún. Tengo que aferrarme a la esperanza, aunque sea solo mínima. No perderé tan fácilmente'.

Franklin ladeó la cabeza y miró a la chica que le pedía ayuda. No quería involucrarse en el asunto, pero los ojos llenos de lágrimas de esta y su expresión testaruda despertaron algo en él nuevamente. Al igual que antes, su cara se superponía con la de otra persona en su mente, y no pudo evitar ablandarse con ella.

'No quiero que una chica con esos ojos sea insultada por un hombre asqueroso como Zeke. Una chica con ojos claros y hermosos y una mirada fuerte y decidida merece un hombre excelente'.

Entonces se levantó de su silla, la levantó, la tomó en sus brazos y, sin decir una palabra, la llevó hacia la puerta, desconcertando a los demás que estaban en el lugar.

No entendían lo que estaba pasando y tenían todo tipo de pensamientos.

'¿El señor Leng conoce a esa chica?'. '¿Significa que el señor Leng está insatisfecho con nuestro comportamiento de hoy?'. 'Pero, si la conocía, ¿por qué la ignoró todo el tiempo que Zeke la estuvo acosando?'.

'¿Acaso el señor Leng se interesó en ella justo ahora?'. 'Tal vez quería ser el caballero de brillante armadura y salvar a la damisela en apuros'. 'Pero si se le conoce por no querer que ninguna mujer se le acerque, aunque podría elegir a la que quisiera en cualquier momento'.

Reinaba el silencio.

Todos estaba atónitos, y para cuando recobraron el sentido, Franklin y Mary ya estaban en la puerta.

"Señor Leng...", balbuceó Zeke, preguntándose por qué Franklin quería quitarle a la bella chica en la que él se había fijado primero. Pero este lo interrumpió antes de que pudiera continuar, y el hombre se quedó paralizado.

"Me la voy a llevar. No te metas más con ella, o no me importaría tener una conversación con tu esposa". Después de eso, los dos salieron de la habitación.

Zeke le temía a su esposa, y los otros clientes también lo sabían. En el pasado no había sido más que un miembro medio de la clase obrera, pero había llegado a su posición actual con la ayuda de la familia de su esposa. Puede que haya conseguido algunos logros a lo largo de los años, pero aun así le aterrorizaba ofenderla. Ella sospechaba desde hace tiempo que él se metía con otras mujeres, pero nunca pudo encontrar ninguna prueba que lo demostrara, porque él había sido cuidadoso, por supuesto, sabiendo que si lo descubrían, sería su perdición. De manera que, aunque le dejó un mal sabor de boca, no tuvo más remedio que soportar su ira por lo que ocurrió esta noche, y guardársela para sí mismo. No podía permitirse el lujo de ofender a Franklin, y tampoco a su esposa.

Mary finalmente entró en razón una vez que salieron. ¡Había ganado la apuesta! Había sobrevivido a esta noche. Entonces se dio cuenta de que su salvador tenía sus brazos alrededor de ella. Nunca había experimentado el romance, y ni siquiera se había enamorado. Esta extraña posición la inquietaba, y sus instintos le gritaban que se liberara, pero Franklin la abrazaba demasiado fuerte. Ni siquiera tenía espacio para luchar, por lo que no tuvo más remedio que darse por vencida. Soportó la inexplicable incomodidad que le producía el hombre que estaba a su lado. Después de todo, no estaba completamente fuera de peligro, y él debía dejarla ir cuando estuvieran afuera.