Capítulo 8 Un hombre frío

María se sumergió aún más en sus reflexiones. 'Solo mira lo que llevo puesto ahora mismo.

Mi uniforme no complementa mi apariencia en absoluto, y ni siquiera resalta ninguna característica especial en mí. Llevar un traje tan atrevido mientras se tiene esta cara inocente es muy contradictorio. Hasta yo lo reconozco.

Y también me han dado una bofetada. Todavía me duele la cara, así que imagino que aún debe verse roja e hinchada. No estoy nada guapa en este momento.

Debo decir, sin embargo, que cuando este hombre me miró, sus ojos eran transparentes y no tan repugnantes como los de ese otro de mediana edad. Pero el señor Leng no parece sentirse atraído por mí, más bien es como si viera a alguien más a través de mí'.

Ella no estaba equivocada, pues era cierto que Franklin no la consideraba particularmente atractiva. En todo caso, había juzgado que su aspecto era simplemente moderado. La chica también tenía razón sobre su cara hinchada.

'Solo la ayudé por esos ojos. Esa persona me miró de esa manera también, con ojos indefensos y obstinados al mismo tiempo'.

Él guardó silencio mientras conducía, y ella también. La chica desvió su atención al paisaje que podía observarse en el exterior. 'Sé que no le seré útil, ni se sentiría atraído por mí de ninguna manera, así que no tengo nada de qué preocuparme'.

El coche se detuvo produciendo un chirrido frente a una villa. Salieron del auto, y ella observó al hombre con una mirada firme y sincera. "Muchas gracias por lo que hizo hoy, señor Leng. No estoy segura de cómo quiere que le pague".

Él tampoco estaba seguro. De hecho, no sabía por qué la había llevado hasta allí. 'No sabía a dónde ir, y antes de saber lo que estaba pasando, ya me dirigía hacia aquí.

Solo quería llenarme de sus ojos. En el pasado, unos ojos igualmente bellos me calentaban en los momentos más oscuros y me consolaban cuando me sentía solo. La dueña de esos ojos era solo una chica débil, pero me daba un gran estímulo y una sensación de seguridad.

He hecho todo lo posible para sentirme mejor, pero ahora que soy lo suficientemente poderoso, no hay nadie a mi alrededor a quien quiera proteger'.

"Entremos". Aún no estaba seguro de cómo lidiar con la chica. 'Una parte de mí quiere dejarla ir, pero la otra tiene miedo de nunca volver a ver esos ojos'.

Mary percibió su conflicto interno y se le ocurrió una idea. "Señor Leng, ¿tal vez le gustaría que fuera su sirvienta como una forma de pagar su amabilidad?". 'Necesito dinero, pero realmente no quiero ser su sirvienta. Ha tenido una expresión arrogante y distante todo este tiempo, como si el mundo le debiera todo. No puedo satisfacer sus necesidades'.

Pero Franklin solo la llevó a la villa, aún metido en sus propios pensamientos. 'Es la primera vez que vuelvo a entrar aquí desde que ella se fue. Parece que los sirvientes la han mantenido muy limpia. Saben muy bien que no deben holgazanear solo porque el jefe no esté cerca.

Este solía ser nuestro acogedor hogar. Vivimos aquí durante dos años y cada parte de este lugar tiene una huella de nosotros. Ahora que las cosas han cambiado, parece que ya no puedo sentirla en ninguna parte'. Una profunda tristeza se apoderó de su pecho.

La chica se dio cuenta y no pudo evitar preguntarle preocupada: "Señor Leng, ¿está todo bien?".