Capítulo 9 No deseaba perder su naturaleza

De pronto, sus palabras hicieron que Franklin volviera en sí. "Siéntate. Quiero hablar contigo".

'¿Hablar?'. Pese a que Mary no creía que tuvieran nada de qué hablar, lo obedeció únicamente por educación y curiosidad. "¿De qué quiere hablar?", le preguntó.

"Necesitas dinero, ¿cierto? Podrías ayudarme a administrar esta villa y yo te compensaré por tus servicios. Te pagaré el doble de lo que ganas en el centro nocturno. En tales circunstancias, con este arreglo, podríamos quedar a mano al llevar una relación laboral. ¿Qué opinas?".

En ese momento, la voz de Franklin resonaba de forma sutil y agradable. Sin duda, adoptó la actitud que usaba en las negociaciones. Es decir, fue breve y conciso. Ciertamente, era un hombre muy frío, de tal forma que Mary se preguntaba si aquel triste y solitario ser con el que había estado hacía unos minutos era la misma persona.

Luego de suspirar, reflexionó un poco. Claramente, su oferta era muy atractiva. Aunque no deseaba trabajar para un hombre tan extraño, tenía una urgente necesidad de dinero.

En tal caso, se sintió tentada a aceptar su ofrecimiento en ese instante. Sin embargo, sus circunstancias no se lo permitían. "Señor Leng, lo siento mucho, pero me temo que no puedo aceptar sus condiciones laborales".

"¿Qué? ¿Acaso consideras que el dinero que te ofrezco no es suficiente?". Repentinamente, una sonrisa apareció en los labios de Franklin. Aparentemente, la gente se había vuelto muy codiciosa a últimas fechas. A pesar de que le había ofrecido una cantidad bastante considerable al hacerle la oferta, ella deseaba obtener más dinero. Tal y como lo había esperado, solo alguien como ella podría rechazar tal cantidad con total indiferencia. Sin importar lo mucho que la chica se pareciera a ella, nunca podría ocupar su lugar en su corazón. Por consiguiente, nadie podría compararse nunca con Jeannette, la mujer a la que más había amado en su vida.

De inmediato, Mary comprendió la actitud mordaz de Franklin. Debido a que había trabajado mucho desde que su familia se quedó en bancarrota, se había topado con todo tipo de situaciones degradantes en el proceso. Si bien la gente era libre de pensar de ella lo que quisiera, la realidad era que había hecho un gran esfuerzo por no perder su verdadera naturaleza. Mientras las personas importantes en su vida no la vieran con desprecio, no le importaba la opinión de los demás.

"Señor Leng, no se trata de dinero. Tengo que negarme por mi situación actual, ya que no puedo pasar demasiado tiempo fuera. Verá, lo que pasa es que sigo asistiendo a la escuela. Ahora mismo no tuve que acudir debido al descanso por las festividades, no obstante, las clases se reanudarán pronto. Además, mi madre se encuentra en el hospital, de tal forma que no hay nadie que pueda ocuparse de ella más que yo.

Honestamente, las condiciones laborales que me ofrece son sumamente tentadoras. Obviamente, me serviría mucho ese dinero. Desgraciadamente, mis condiciones actuales son una limitación. Entiendo que hay muchas cosas que tenemos que hacer en nuestra vida.

La verdad, no deseaba interactuar con usted anteriormente debido a que no puedo darme el lujo de ofender a una persona como usted, cuyo círculo social quizás no sea el más adecuado para mí. Siendo así, me disculpo por mis anteriores acciones, aunque no me arrepiento de ellas.

Como puede ver, no estoy calificada para trabajar para usted. Evidentemente, la villa es muy hermosa y está muy bien administrada. Por lo visto, su personal actual debe estar altamente calificado. Obviamente, yo no tengo mucho que ofrecer, pero quisiera decirle que haré mi mayor esfuerzo en ayudarle en caso de que me necesite en algún momento. Este es mi número telefónico. Ya es bastante tarde, así que debo irme. ¡Adiós!". Después de haber localizado una pluma y un papel sobre una mesa cercana, se dirigió hacia ellos escribiendo sus detalles de contacto. Rápidamente, colocó el papel sobre la mesa frente a Franklin y, posteriormente, se dispuso a salir del lugar sin mirar atrás ni decir nada más.

"Espera un minuto". De repente, el hombre tomó el pedazo de papel en sus manos notando su letra cuidadosa. Innegablemente, sus palabras habían sido muy claras, puesto que se había expresado con firmeza. De cualquier manera, se parecía mucho a ella.

"Mary, tu nombre es muy lindo y va bastante bien contigo. No tienes que darme una respuesta con tal premura. Piénsalo un poco e infórmame tu decisión en tres días. Entonces, mi oferta de este día se hará efectiva. Aquí tienes mi tarjeta de presentación. Tómala antes de marcharte". Como resultado, su poca avaricia causó una buena impresión en Franklin, al menos mínimamente. 'Por ahora es suficiente, aunque, en mi opinión, creo que podría ayudarla un poco'.