AVA
-¡Vete a la mierda, Kevin!
-Sí, eso lo has hecho muchas veces, Ángel-replica, poniendo los ojos en blanco.
Me hierve la sangre y se me humedecen los ojos al verlo sentado en la silla de su despacho, con el ceño fruncido.
Cuatro horas antes...
Me sentía muy incómoda en esta tensa reunión. Kevin y Elijah ladraban órdenes sobre la necesi