Capítulo 10 La Telaraña se Tensa

Ethan apenas había dormido después de la llamada de Marcus Wheeler. Su amenaza resonaba en su mente como un eco persistente. **Todavía tengo algunas cartas bajo la manga.** ¿Qué significaba eso? ¿Qué más podía tener planeado ese hombre?

Mientras el sol ascendía lentamente sobre el horizonte, llenando su penthouse con una luz dorada, Ethan se encontraba de pie frente a la ventana, mirando la ciudad que tanto había trabajado por construir y proteger. Pero ahora, esa misma ciudad parecía un campo minado. **Cada esquina podía esconder a un enemigo.**

Thomas llegó temprano esa mañana, entrando al despacho de Ethan con el mismo porte eficiente de siempre, aunque sus ojos reflejaban la tensión de las últimas 24 horas.

-Señor Blake -saludó, colocando una carpeta gruesa sobre la mesa. -He recopilado toda la información que tenemos sobre Marcus y sus movimientos recientes. Además, he solicitado un análisis más profundo de las cuentas de Patricia Lowe. Parece que el rastro nos lleva a algo aún más grande.

Ethan frunció el ceño, cruzándose de brazos.

-¿Más grande cómo? -preguntó.

Thomas abrió la carpeta, mostrando una serie de documentos financieros.

-Marcus no está trabajando solo. Tiene conexiones con varias empresas pequeñas que han estado ganando contratos sospechosos con Blake Enterprises en los últimos años. Todas estas compañías parecen ser tapaderas. Estamos rastreando los pagos, pero hay algo más: una de estas empresas tiene vínculos con un miembro actual del consejo directivo.

Ethan sintió un nudo en el estómago. **El consejo.** Ese grupo de personas que debía ser su apoyo más fuerte ahora se perfilaba como un posible enemigo.

-¿Quién? -preguntó, su voz firme.

Thomas bajó la mirada a los documentos, y luego levantó los ojos para mirarlo directamente.

-Gerald Stanton.

Ethan dejó escapar un suspiro pesado. Gerald Stanton había estado en el consejo desde los primeros días de la compañía. Había sido uno de los mentores de Ethan cuando tomó las riendas del negocio, un hombre que siempre había aparentado ser intachable.

-Esto no tiene sentido -dijo Ethan, sacudiendo la cabeza. -Gerald no necesita dinero. Tiene más de lo que podría gastar en dos vidas.

-Podría no ser por dinero -respondió Thomas, su tono grave. -Podría ser por poder. Si Marcus le ha prometido algo más grande, algo que le dé control sobre la empresa, podría haberlo tentado.

Ethan apretó los dientes, su mente trabajando rápidamente para comprender la magnitud de lo que estaba enfrentando. **Si Gerald estaba involucrado, la traición era más profunda de lo que había imaginado.**

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Horas después, Ethan convocó una reunión de emergencia con el consejo directivo. El ambiente en la sala de conferencias era tenso. Los miembros del consejo, acostumbrados a la seguridad y estabilidad que Ethan siempre había proyectado, ahora lo miraban con una mezcla de curiosidad y preocupación.

Gerald Stanton estaba sentado al final de la mesa, con su expresión habitual de calma. Si estaba al tanto de las sospechas, no lo demostraba.

-Gracias a todos por venir con tan poca antelación -comenzó Ethan, recorriendo la mesa con la mirada. -Estamos enfrentando una situación crítica. Hay pruebas de irregularidades financieras y un intento claro de sabotaje desde dentro de la empresa.

Un murmullo recorrió la sala, pero Gerald mantuvo su postura inmutable, sus dedos tamborileando suavemente sobre la mesa.

-¿Qué tipo de sabotaje? -preguntó uno de los directivos, con el ceño fruncido.

-Un ex empleado, Marcus Wheeler, está detrás de esto -respondió Ethan. -Y no está actuando solo. Hemos encontrado conexiones con personas dentro de la empresa.

Las palabras cayeron como un peso sobre la sala. Algunos de los directivos intercambiaron miradas nerviosas, pero Gerald finalmente habló, su tono mesurado y casi paternal.

-Ethan, entiendo tu preocupación, pero acusar a alguien del consejo es un asunto serio. Espero que tengas pruebas concretas antes de sugerir algo así.

Ethan sostuvo su mirada, su mandíbula apretada.

-Siempre he sido cuidadoso con mis palabras, Gerald -dijo. -Y esta no será la excepción.

La tensión entre ambos era palpable, y aunque el resto del consejo intentaba mantener la compostura, estaba claro que algo se estaba gestando.

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Después de la reunión, Ethan regresó a su despacho, su mente llena de posibles estrategias. **Gerald era astuto, pero eso no significaba que fuera intocable.** Sin embargo, mientras más pensaba en ello, más claro le quedaba que no podía hacerlo solo.

Decidió llamar a Lily. No estaba seguro de por qué sentía esa necesidad, pero sabía que su voz tenía la capacidad de calmarlo, de recordarle por qué estaba luchando.

-Ethan, ¿todo bien? -preguntó Lily al otro lado de la línea. Su voz tenía ese tono cálido que siempre lograba relajarle.

-He tenido mejores días -admitió. -Pero no quería hablar solo de mí. ¿Cómo están las cosas allá?

Lily rió suavemente.

-Los mismos pacientes, las mismas rutinas. Aunque te diré que el lugar está un poco más tranquilo sin ti. -Su broma le sacó una sonrisa, algo que no había hecho en todo el día.

-Te extraño -dijo Ethan antes de darse cuenta de lo que salía de su boca.

Hubo un silencio breve al otro lado de la línea, seguido por una risa ligera.

-Yo también, Ethan. Pero sé que estás haciendo lo que tienes que hacer. Y, si puedo darte un consejo, recuerda que no estás solo en esto. Deja que la gente te ayude.

Ethan asintió, aunque sabía que ella no podía verlo.

-Gracias, Lily. Hablaremos pronto.

Cuando colgó, se sintió un poco más ligero. **Quizás ella tenía razón. Quizás era hora de pedir ayuda.**

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Esa noche, Ethan organizó una reunión privada con un grupo selecto de empleados en quienes confiaba plenamente. Thomas estaba presente, junto con un pequeño equipo de investigadores internos.

-Tenemos que actuar rápido -dijo Ethan, señalando un mapa de conexiones que habían creado. -Marcus está esperando que hagamos algo impulsivo, que cometamos un error. Pero vamos a darle algo que no espera.

Uno de los investigadores, un joven llamado Alan, habló.

-Señor Blake, encontramos algo interesante en las cuentas de una de las empresas de fachada. Parece que Marcus tiene un socio fuera del país. Hay transferencias que van a cuentas en Suiza y las Islas Caimán.

Ethan asintió.

-Sigamos ese rastro. Quiero saber quién está detrás de esas cuentas y qué relación tiene con Marcus.

Thomas intervino.

-¿Qué haremos con Gerald Stanton? No podemos enfrentarlo directamente sin pruebas contundentes.

Ethan lo miró, su mirada fría y calculadora.

-Entonces consigamos esas pruebas. Gerald no es un hombre descuidado, pero todo el mundo comete errores. Y cuando lo haga, estaremos listos.

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Mientras tanto, Marcus Wheeler estaba en su escondite, revisando los últimos informes de su plan. Su sonrisa era de pura satisfacción.

-Blake cree que tiene el control -murmuró para sí mismo. -Pero no tiene idea de lo que viene.

En su computadora, había una lista de objetivos. Entre ellos, un nombre estaba resaltado en rojo: **Lily Marshall.**

-Si quieres jugar a lo grande, Ethan, tendrás que estar dispuesto a perder algo importante -dijo Marcus, levantando una copa de vino en un brindis silencioso hacia la pantalla.

La partida de ajedrez estaba lejos de terminar, y Marcus acababa de mover su reina.