Capítulo 7 Sombras en el Presente

El amanecer trajo consigo un resplandor suave que inundó el centro de rehabilitación. Las actividades matutinas ya estaban en marcha cuando Ethan bajó al comedor. Aunque su postura seguía siendo rígida, había algo diferente en su semblante, un rastro sutil de tranquilidad que pocos habrían notado. Lily, sin embargo, lo vio de inmediato cuando entró con su bandeja de desayuno.

-Buenos días, Ethan -lo saludó, su voz cálida como siempre, mientras tomaba asiento frente a él.

-Buenos días -respondió él, un poco más relajado de lo habitual. Su mirada se desvió hacia la taza de café frente a él, pero no pudo evitar sentir que Lily lo estaba observando más de la cuenta.

-¿Dormiste mejor después de nuestra conversación? -preguntó ella, con un toque de interés genuino en su tono.

Ethan dejó escapar un leve suspiro, aunque no era de frustración. **Era sorprendente lo fácil que se le hacía hablar con ella últimamente.**

-Un poco -admitió, sin mirarla directamente. -Supongo que fue bueno sacarlo de mi sistema, aunque no diría que todo está resuelto.

Lily asintió, comprendiendo que el progreso real lleva tiempo. **El solo hecho de que Ethan admitiera sentirse ligeramente mejor ya era un logro significativo.**

-Nadie espera que todo cambie de la noche a la mañana -dijo ella. -Pero es un buen comienzo. Es como las sesiones de fisioterapia: lleva tiempo fortalecer los músculos y recuperar la movilidad. El corazón y la mente funcionan igual.

Ethan la miró por un momento, sus ojos buscando algo en los de ella. **¿Cómo podía esta mujer entender tanto sobre lo que él necesitaba, incluso antes de que él mismo lo supiera?**

-Eres sorprendente, Lily -comentó finalmente, su voz más suave de lo habitual. -No sé cómo logras que alguien como yo... hable.

Lily sonrió, dejando la taza de té que había estado sosteniendo.

-Es parte de mi trabajo -respondió con humildad. Pero había algo más en su mirada, algo que sugería que no todo era profesionalismo. **¿Por qué sentía Ethan que había más de lo que ella dejaba ver?**

Antes de que pudieran continuar, una figura inesperada apareció en el comedor. Era Thomas, el asistente personal de Ethan. Vestía un traje impecable y llevaba una expresión seria en el rostro, como si estuviera a punto de entregar malas noticias. Ethan frunció el ceño al verlo.

-Thomas, ¿qué haces aquí? -preguntó Ethan, dejando su taza de café en la mesa. -Te dije que no vinieras a menos que fuera algo urgente.

Thomas se inclinó ligeramente en un gesto respetuoso antes de responder.

-Señor Blake, hay algo que creo que necesita saber. Ha surgido un problema en la empresa. -Hizo una pausa, lanzando una mirada discreta hacia Lily, que seguía sentada frente a Ethan. -Tal vez deberíamos hablar en privado.

Lily, captando la insinuación, comenzó a levantarse.

-No es necesario que me lo digas dos veces -murmuró Ethan con un deje de irritación. Luego se dirigió a Lily. -Gracias por el desayuno. Volveré pronto.

Lily asintió, retirándose sin decir más, aunque no pudo evitar sentirse intrigada por la aparición repentina de Thomas. Algo en su expresión había parecido más alarmante de lo que Ethan parecía estar dispuesto a admitir.

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Ethan y Thomas se dirigieron a una sala de reuniones privada del centro. Ethan tomó asiento, cruzando los brazos con impaciencia.

-Habla -ordenó.

Thomas sacó un folder negro de su portafolio y lo colocó sobre la mesa frente a Ethan. Al abrirlo, Ethan reconoció de inmediato los documentos: contratos, correos electrónicos y un informe financiero. Algo en los números no cuadraba.

-¿Qué es esto? -preguntó Ethan, su tono más frío.

-Hemos descubierto irregularidades en uno de los contratos que firmamos con nuestros socios en Hong Kong -explicó Thomas. -Parece que alguien dentro de la empresa ha estado manipulando los números y desviando fondos.

Ethan sintió que la ira comenzaba a burbujear dentro de él. **¿Cómo había sucedido esto bajo su supervisión?** Aunque estaba en rehabilitación, siempre había creído que su equipo era lo suficientemente competente como para manejar cualquier situación.

-¿Quién está detrás de esto? -preguntó, su voz cortante.

Thomas se movió incómodo en su silla, evitando el contacto visual.

-Todavía no lo sabemos con certeza, pero... -Se detuvo, dudando si continuar.

-Habla de una vez -gruñó Ethan, golpeando la mesa con la palma de la mano.

-Tenemos motivos para creer que alguien cercano a usted está involucrado. -Thomas finalmente lo miró a los ojos, su expresión seria. -Tal vez incluso alguien en quien confiaba.

Ethan sintió un nudo en el estómago. **¿Alguien cercano a él?** La lista de personas en las que confiaba era extremadamente corta. Su mente comenzó a correr en todas direcciones, tratando de descifrar quién podría traicionarlo de esa manera.

-Quiero una lista de nombres para esta tarde -ordenó. -Y asegura que esto no salga a la luz. No quiero que los accionistas se enteren hasta que tengamos respuestas claras.

Thomas asintió, levantándose para irse, pero antes de salir, se giró hacia Ethan.

-Señor Blake, sé que está enfocado en su recuperación, pero tal vez sea hora de regresar y manejar esto personalmente. Nadie puede hacerlo mejor que usted.

Ethan no respondió de inmediato. **¿Regresar a su mundo antes de tiempo?** Aunque odiaba la idea de perder el control de su empresa, también sabía que todavía no estaba listo para asumir esa presión. Había demasiadas cosas en juego, tanto internas como externas.

-Me encargaré de ello -respondió finalmente, aunque no estaba seguro de qué significaba eso realmente.

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Cuando Ethan volvió al salón principal, encontró a Lily en el jardín, regando las flores con una expresión tranquila en su rostro. Por un momento, dudó si debía interrumpirla, pero algo en su presencia parecía reconfortarlo.

-¿Puedo unirme? -preguntó, acercándose.

Lily giró la cabeza, sorprendida de verlo tan pronto. Asintió con una sonrisa ligera, ofreciéndole una regadera.

-Por supuesto. Pero no rompas nada -bromeó.

Ethan dejó escapar una risa breve, algo raro en él, y tomó la regadera. Por un momento, trabajaron en silencio, regando las plantas en una armonía tranquila. Pero Lily, con su instinto agudo, notó que algo estaba molestando a Ethan.

-¿Todo bien? -preguntó casualmente, sin mirarlo directamente.

Ethan suspiró, apoyando la regadera en el suelo.

-Siempre sabes cuándo algo anda mal, ¿verdad? -comentó.

Lily lo miró con una sonrisa suave.

-Digamos que tengo un talento para leer a las personas -respondió. -¿Quieres hablar de ello?

Ethan se pasó una mano por el cabello, indeciso. Pero al final, decidió confiar en ella.

-Hay problemas en mi empresa. Irregularidades financieras, alguien jugando sucio. -La frustración era evidente en su voz. -Y, para empeorar las cosas, parece que podría ser alguien cercano a mí.

Lily lo observó con empatía, pero también con un toque de curiosidad.

-Eso debe ser difícil. Confiar en las personas y que te traicionen... no es fácil de manejar.

-No confío en nadie -respondió Ethan con firmeza. Pero al decirlo, sintió una punzada de duda. **¿Era cierto?**

Lily inclinó ligeramente la cabeza, como si no estuviera convencida de su respuesta.

-¿De verdad? -preguntó con suavidad. -¿Entonces qué estamos haciendo aquí?

Ethan no supo qué responder de inmediato. Había algo en las palabras de Lily que siempre lo dejaba sin defensas. Finalmente, decidió cambiar de tema.

-Tal vez tengas razón -admitió, aunque a regañadientes. -Pero confiar en alguien siempre tiene un precio. Solo espero que no tenga que pagar otro más alto.

Lily lo observó en silencio, sabiendo que Ethan estaba en un punto crítico de su vida. Aunque no lo dijera, ella podía sentir que estaba comenzando a cambiar, a enfrentarse a las sombras que lo habían atormentado durante tanto tiempo.

Pero lo que ninguno de los dos sabía era que las verdaderas sombras no estaban solo en el pasado. Estaban mucho más cerca de lo que Ethan podía imaginar.

            
            

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