El rugido de los helicópteros resonaba en el aire mientras las luces se proyectaban sobre la mansión de Marcus. La operación estaba en marcha, pero Ethan había dado la orden de detenerse. Sabía que no podía confiar plenamente en las apariencias; Marcus siempre había sido un maestro de las distracciones. Mientras los agentes se reagrupaban, Ethan se