El sol comenzaba a descender, tiñendo el jardín de la mansión Bourth con tonos cálidos mientras Enzo regresaba al lugar donde había dejado a Amatista. Ella aún estaba sentada cómodamente en el sofá al aire libre, con su libro a un lado, disfrutando de la ligera brisa que atenuaba el calor del día. Al verlo acercarse con su porte decidido, Amatista
COPYRIGHT(©) 2022