Cristóbal aguardó paciente a que los niños entraran a clases. Cuando ya estaban a punto de cerrar el portón, se acercó y pidió hablar con alguien de la oficina.
―¿Tiene cita?
―No.
―Entonces no lo puedo dejar pasar.
―Necesito hablar con alguien, es urgente.
―¿Qué problema tiene?
―A mi hija la ofendieron ayer y se burlaron de ella.
―¿Ella vino