Esteban escuchó atento a Tomás, no justificaba a Rosario, pero no podía evitar pensar en su propia situación con Nicole, sus celos enfermizos, sus humillaciones, sus enojos y sus acusaciones, ¿cómo dar consejo? ¿cómo decirle que aguantar aquello no era sano si él mismo fue un violentador?
Tomás aguardaba una palabra de su amigo.
―La verdad es que