Capítulo 6 Violencia doméstica

Completamente confundido, Jett sintió como si un gran signo de interrogación apareciese sobre su cabeza.

"Tu hermana se casó hoy". También fue difícil para Talon decir eso. Pero sabía que su esposa e hija no estarían dispuestas a decírselo al chico. "Pero no con Neil Xia", continuó.

"¿Qué? ¿Qué quieres decir?". Las palabras de su padre confundieron a Jett aún más, haciendo que el signo de interrogación sobre su cabeza creciera hasta estallar y expulsara pequeñas versiones del mismo en todas partes. Mientras más tiempo pasaban sentados en la sala de estar, más preguntas tenía.

"De todas formas, sólo me quedaré aquí una semana. La siguiente me mudaré a la casa de tu nuevo cuñado". Bonnie extendió la mano para acariciar la cabeza de Jett con dulzura. "Depende de ti cuidar de mamá y papá ahora, ¿de acuerdo? Y también cuida de ti mismo".

No fue hasta una semana después cuando Gavin finalmente envió a alguien para recoger a Bonnie de la casa de los Meng. Jett pensó que esta sería la primera vez que al fin conocería a su cuñado. Lamentablemente, esto no estaba destinado a ocurrir aún.

Jett se rascaba la cabeza intrigado y tratando aún de averiguar qué tipo de persona era su nuevo cuñado. Mientras tanto, Bonnie ya estaba esperando en la oficina de Gavin con su equipaje en la mano.

Fue aquí donde se pronunciaron las primeras palabras hacia su nueva esposa como pareja de recién casados, "¿Acaso no sabes cómo sonreír?", dijo Gavin de manera burlona. "Creo que hasta preferiría ir a un burdel. Por lo menos allí, las mujeres saludarían a todos con una sonrisa".

Las duras palabras de Gavin iban con intención de herir. Las comisuras de la boca de Bonnie se crisparon con molestia y se empezaron a mover. Sin embargo, al final sus labios se fruncieron hasta convertirse en una leve sonrisa que hizo que Gavin se sintiera repentinamente muy incómodo.

"¿Estás comparando a tu esposa con ese tipo de mujeres? ¿Acaso eres como un proxeneta o algo así?".

Su voz tenía la mezcla perfecta de inocencia y sensualidad que hizo que la sangre de Gavin se calentara.

Sorprendido por el destello de atracción, Gavin dejó su pluma de oro. Por primera vez miró a su nueva esposa de arriba abajo con atención. Era como si finalmente estuviese interesado en conocer a la mujer con la que se acababa de casar.

"Eso fue bastante elocuente de tu parte", dijo Gavin mirándola mientras alzaba una ceja. Su rostro tenía una estructura ósea tan perfecta que haría que muchos lo envidiaran. Era tan guapo así como lo era de astuto.

Esta vez, Bonnie curvó sus labios en una sonrisa oscura. "Ahora que estoy casada contigo quiero hacerte una pregunta, ¿Qué pasó entre mi padre y tú?".

Ella se preguntaba qué pudo haber conducido a este poderoso hombre a hacer todas esas cosas.

"No tengo ninguna obligación de responder tu pregunta".

La pregunta había borrado la sonrisa que se había empezado a formar en su rostro. Al parecer, la gatita sabía sacar garras. Ligeramente entrecerró los ojos hacia Bonnie.

El brillante sol que entraba por las ventanas la bañaba completamente con un dorado brillo. Parecía una diosa lista para iniciar una guerra.

Ella simplemente se encogió de hombros ante su respuesta. "Estamos casados ¿Por qué no puedo preguntártelo?".

"¡Esas son cosas que no deberías andar preguntando!". Gavin frunció el ceño y, enojado, tiró la llave de su casa fuertemente contra la mesa. "¡Regresa a casa!", gritó cruelmente. "Deja de molestarme aquí.", añadió.

La llave de metal rebotó en la mesa y, en consecuencia, golpeó a Bonnie en la cabeza. El golpe hizo que sintiera un agudo pinchazo en su piel. Bonnie respiró hondo y se tocó la frente. Cuando se miró los dedos, los vio enrojecidos y sangrientos.

La sangre se deslizó por su ceja hasta cubrir su ojo izquierdo. Con la visión borrosa, notó que Gavin se levantaba de su asiento de detrás de la mesa.

'¿Ahora qué pasará? ¿Me va a dar una bofetada?', Bonnie pensó, mientras apretaba con fuerza su frente.

Para su sorpresa, Gavin se paró frente a ella y suavemente le colocó una tirita en la herida.

"¿Por qué te quedaste quieta? ¿Por qué no te moviste? ¿Por qué no esquivaste la llave?".

Molesto, Gavin apretó con fuerza la tirita sobre la herida de Bonnie. El dolor le hizo hacer una mueca.

"Gavin Zhuo...", Bonnie sintió que cambiaba el ambiente entre ellos.

"¿Qué haces?", Gavin le preguntó. Al mismo tiempo, sacaba algunos pañuelos de papel de la caja que estaba sobre la mesa. Se los alcanzó a Bonnie.

"Límpiate antes de salir. No quiero que la gente piense que estamos involucrados en violencia doméstica". '¿Pero acaso no es esto justamente violencia doméstica?', Bonnie pensó.