Maxon me había dicho que nos veríamos a la hora de la cena, pero no estaba allí. La reina entró sola, y nosotras la esperamos tras nuestras sillas. Hicimos una leve reverencia en el momento en que tomó asiento y luego nos sentamos.
Miré por toda la mesa en busca de alguna silla vacía, suponiendo que Maxon tendría alguna cita, pero no faltaba ningu