Tras leer esa nota, empecé a recordar aquella última discusión que tuvimos, justo antes de que ella muriera. Iba yo conduciendo mi coche por la carretera general, y ella estaba sentada en el asiento delantero.
-¿Qué te ocurre?- le pregunté.
-No lo sé, tú sabrás Marc, siempre tú sabes todo mejor que yo.
-No es eso, pero no podemos hacer otra cosa Al