OMNISCIENTE.
A la mañana siguiente, la pequeña hibrida despertó, ¿cuánto habré dormido? Se preguntaba. Hizo un inútil intento de salir de la cama, pero se percató de que unos fuertes brazos la tenían tomada de la cintura, ahí cayó en cuenta de lo que habia pasado el día anterior.
Celda... Montaña...Lucia... ¡LUZBEL!
Dio un salto en su lugar y