OMNISCIENTE.
Aun tirados en el suelo, y ambos sonriendo por los resultados positivos, Nimue estaba más que satisfecha y Luzbel estaba feliz de que su mate no entristeciera más.
-Luzbel... Diosa ¡estoy tan feliz!- exclamó apoyándose aún más en el pecho del alpha.
-Me alegra que la hayas encontrado, preciosa. Sin embargo, ¿Dónde está?- frunció