-Nadie nos va a ver- Avisa, avivando mis nervios.
Asiento con la cabeza, porque sé que es cierto. Está oscuro porque ya es de noche, estamos en un lugar vacío, no se oye ninguna voz cercana y nuestra ropa nos cubre parcialmente. Es casi imposible que alguien nos reconozca aquí.
Alexander hace ademán de desabrochar los botones de la parte superi