Capítulo 8 Siete

-¡Haley Antilles!- El grito de mi padre reverbera por todo el pasillo, y mi primer impulso es esconder la cabeza debajo de la almohada.

No le respondo, pero eso evidentemente no sirve de nada, porque se adentra en mi cuarto sin molestarse en llamar.

-¿Qué sucede?- Intento hacerme la tonta.

-Sabes perfectamente lo que sucede- Su tono de cabreo extremo me insta a retirar la almohada e incorporarme de inmediato en la cama.

-Tiene una explicación lógica, de verdad que la tiene- Trato de calmarlo.

-Os pedimos que os comportaseis bien con ellos. Eso era lo único importante que teníais que hacer, lo único absolutamente necesario. Pero tú... Encontraste la manera de crear una confrontación en la que los príncipes terminaron humillados.

-¿Yo? Ellos se humillaron a sí mismos con sus actitudes y comentarios. Además, insultaron a mis amigos y también a...

-A veces hay que tolerar ese tipo de cosas, porque el objetivo es demasiado grande como para arriesgarlo por unos comentarios estúpidos.

-Pero no eran sólo comentarios estúpidos, eran ofensas llenas de veneno.

-Me da igual lo que fueran, no tienes excusa. Ni tú ni tu hermano, que no sé por qué decidió seguirte en esto.

-Sólo me estaba apoyando.

-Pues no debe apoyarte en tonterías- Se frota las sienes con frustración.

Mira hacia el techo, suspirando y quedándose pensativo durante unos segundos. Yo me mantengo completamente inmóvil, sin saber qué hacer o qué decir para aplacar su enojo.

-¿Sabes lo vergonzoso que es que Brogan y Cordelia hayan venido esta mañana a quejarse de vuestro comportamiento? Bueno, del tuyo en concreto.

-Lo siento- Asumo que disculparme es la única forma que tengo para terminar con esta bronca. -Lo siento, ¿Vale? Ellos me sacaron de mis casillas y perdí el control.

-No, no me vale un simple "lo siento". No eres una niña, Haley, ni tampoco eres una plebeya como para estar mostrando esa poca educación. Tu vida como persona normal acabó, y ya es hora de que te acostumbres a comportarte como un miembro de la realeza constantemente, especialmente cuando te encuentras con tus aliados.

Agacho la mirada, notando una sensación amarga que se encontraba enterrada en lo más profundo de mí, una que no salía a la luz desde hace mucho tiempo.

-Me has decepcionado, Haley. A mí y a tu madre. No esperábamos que no fueses capaz de cumplir con algo tan sencillo.

-No volverá a suceder- Prometo.

-Eso espero, porque... Las cosas ya están lo suficientemente difíciles como para que encima nuestros propios hijos no colaboren con la causa.

-Lo siento- Repito, pero esta vez no me mira.

-Eso vas a tener que decírselo a ellos.

-¡¿Qué?! Pero...

-No hay pero que valga. Tú y tu hermano os vais a disculpar con ellos hoy mismo.

Su tono no da pie a ningún tipo de réplica o reproche. Más que orden de padre, suena a orden de rey. Lo cual tiene sentido, porque ahora está actuando como uno, poniendo el bien del reino por encima de nuestra comodidad.

-Está bien- Acepto. -Luego... luego iremos.

-Id cuanto antes. Ten por seguro que lo sabré si no lo hacéis.

Se marcha dando un portazo, y yo me dejo caer sobre la cama sintiendo cómo la frustración me recorre. Se salieron con la suya. Los mellizos se salieron con la suya. Y no sólo eso, ahora Matt y yo vamos a tener que humillarnos ante ellos, pidiéndoles perdón cuando no se lo merecen.

Reúno las fuerzas necesarias para levantarme y luego me baño y me visto. Cuando estoy lista decido ir a buscar a Matt a su cuarto, pero no se encuentra allí. Claro, ya se ha levantado, él no es un irresponsable como yo. Lo localizo comentando algo con Gabriel en su despacho y noto que, cuando me ve, sabe perfectamente a qué he venido.

-Papá dice que...- Se lo cuento por si acaso, aunque es obvio que lo regañó a él primero.

-Lo sé. Vamos ya.

-¿Qué ocurre?- Pregunta Gabriel. -¿Hay algún problema?

-Tenemos que disculparnos con los Valencourt.

-¿Por qué?¿Qué habéis hecho?- Frunce el ceño, sin entender.

-Humillarlos, al parecer- Respondo yo.

-No debí haber obligado a Sophia a disculparse- Matt niega con la cabeza. -Y luego no hice nada cuando tu amigo se burló de Dominic.

-Dominic se comportó como un idiota, se estaba metiendo con Liam sin motivo.

-Estoy de acuerdo, pero... Tenemos que asegurarnos de mantener una buena relación con ellos y no podemos hacer este tipo de cosas.

Habla exactamente como papá, supongo que le habrá dado una charla más larga que la mía, pero sobre el mismo tema.

Nos despedimos de Gabriel y vamos a buscarlos. Voy a tener que tragarme el orgullo para hacer esto y eso es lo que más me molesta, porque odio que me tenga que rebajar de esta manera ante esos dos arrogantes.

-Siento haberte metido en esto- Miro a Matt antes de que lleguemos hasta ellos.

-No me has metido en ello, yo me metí solito- Asegura. -Yo decidí defenderte.

-Pero...

-Allí están- Me interrumpe.

Para mi absoluta desgracia, están los cinco. Me quiero matar ahora mismo. Los padres están diciéndoles algo a los hijos, y parecen estar regañando a Elianna. Seguramente ella sea la que tenga la razón, porque Sophia está cruzada de brazos, lo cual me indica que la discusión es entre ambas.

-Buenos días- Matt llama su atención, utilizando un tono neutro.

Los cinco se dan la vuelta hacia nosotros, y los cuatro mayores nos observan con una mirada acusatoria.

-Lo serán dependiendo de lo que vayáis a decir- Brogan eleva una ceja. -Asumo que vuestro padre habrá hablado con vosotros.

-Así es- Me asombra cómo Matt mantiene la calma y la neutralidad en todo momento, yo no podría. Me da demasiada rabia esta situación.

-¿Y bien?- Cuestiona Cordelia. -¿Qué es lo que tenéis que decir?

Tengo instintos homicidas en este momento y, sólo por un segundo, me gustaría ser tan poderosa como Alexander para que no pudiesen obligarme a hacer este tipo de cosas. Bueno, ni siquiera eso, con tener la mitad de su poder bastaría.

Las palabras quedan atascadas en mi garganta, así que es Matt el que lo hace primero.

-Lo sentimos, nunca fue nuestra intención ofenderos. No volverá a suceder.

Elianna lo escruta con la mirada, y, por su expresión, adivino que no le gusta lo que está presenciando, pero no puede hacer nada.

-Bien- Dice Brogan. -Espero que...

-No lo he escuchado de ella- Se mete Sophia, mirándome directamente.

Elianna suspira sonoramente y me parece que Matt también.

-Creo que es necesario, teniendo en cuenta que ella fue quien lo inició todo.

Dioses, dadme paciencia. No puedo perderla en este momento, sería lo peor que me podría pasar. Los reyes de Savyrgo clavan la vista en mí, esperando que lo haga. Ninguno refuta lo que ha dicho su hija mayor.

-Lo siento- Susurro, dándome por vencida.

-No te he oído- Se burla.

Definitivamente, debí cometer crímenes horribles en otra vida, es la única explicación lógica para esta situación.

-Lo siento- Elevo el tono de voz.

-¿De verdad lo sientes?

-Sí.

-No lo creo.

-El plebeyo también tendría que disculparse- Sugiere Cordelia. -Ofendió a Dominic con su actitud y comentarios. ¿Cómo se llamaba? ¿Luis?

-Liam- La corrijo.

-Su nombre no es importante, es un simple plebeyo- Comenta Dominic. -Pero, por alguna razón, se siente en posición de ofenderme.

-Deberías cuidar tus compañías, Haley. Ahora eres una princesa de nuevo y ellos no están a tu nivel. Y no sólo eso, pueden causarte una mala imagen- Me reprende Brogan, no sé con qué derecho.

Prefiero no hacer comentarios sobre la idiotez que acaba de soltar. Creo que son más insoportables incluso que hace diez años, lo cual era bastante difícil.

-Bueno, debemos irnos- Matt decide cortar la conversación de una vez por todas. -Tenemos muchas cosas que hacer esta mañana y...

-¿Cuándo vendrá Luis a disculparse con Dominic?- Cordelia no pretende dejarlo pasar, y encima dice su nombre mal a propósito, para molestarme y mostrar su desprecio por él. Exactamente lo mismo que yo siento por ella.

-Liam- La vuelvo a corregir, y ella y Sophia me miran mal.

-Esta tarde- Promete Matt para que se calle de una vez.

-Eso espero. Si no... Tendremos que hablar con vuestro padre para que mande unos guardias a buscarlo a su casa.

Creo que Matt nota que estoy a punto de perder el control y comenzar a gritar como una loca, así que nos excusa de nuevo y me arrastra fuera de la escena. Antes de que pueda cagarla de nuevo.

-Te juro que no los soporto- Escupo con rabia cuando ya nos encontramos a una distancia más que prudente.

-Lo sé, yo tampoco. Pero, debido a nuestra situación precaria, tenemos que tragarnos todo lo que sentimos y tratar de mantener la fiesta en paz. Sólo será un tiempo, hasta que nos recuperemos medianamente.

-Maldito sea Thomas. Si él no hubiese expoliado al reino...

-De nada sirve quejarnos ahora, lo único que podemos hacer es intentar mejorar poco a poco, volver a lo que éramos.

-Lo sé- Agacho la mirada con un poco de tristeza. -Sólo que... resulta difícil.

Se detiene abruptamente y se coloca enfrente de mí, cogiéndome de los brazos para que lo mire.

-Créeme, esto tampoco es fácil para mí. Tener que humillarnos así es lo que más odio.

-Ya me imagino.

-Pero pasará. Este período pasará y... esa gente tendrá que tragarse su orgullo y volverán a tener la posición que siempre tuvieron con respecto a nosotros. Una inferior.

-Creo que ellos esperan que los mellizos se casen con nosotros, así que no creo que quieran volver a esa posición.

-Bueno, ambos sabemos que eso no va a suceder. Podemos estar mal, pero jamás nos casaremos por obligación.

-Pero quizás consigan...

-No permitiré que estés con alguien con el que no quieres estar, y mucho menos con semejante idiota que se cree que ya le perteneces- Asegura. -Te lo prometo.

-Las promesas no me gustan, porque nunca sabes si vas a poder cumplirlas.

-Esta me esforzaré por cumplirla, como hermano mayor que soy. Mi deber es cuidar de ti y de Ry.

Asiento con comprensión, pues también me identifico con lo que dice. Yo también siento que debo cuidar de Irya y no permitiría que la obligasen a nada.

-Y ya he estado demasiado tiempo sin cumplirlo- Musita con la mirada perdida.

-No es tu culpa.

-Lo sé, pero... Eso no hace que me sienta mejor.

Lo abrazo para reconfortarlo. La verdad es que no me había planteado eso, cómo ha debido sentirse él todos estos años sabiendo que estaban dañando a su hermano menor y no pudiendo hacer nada al respecto. Y luego cuando me trajeron a mí y me llevaron a la mazmorra. Sabía que me iban a hacer mucho daño y no podía hacer nada para evitarlo. No podía protegerme y eso debió carcomerle por dentro.

-Traeré a Liam esta tarde. No va a gustarle nada tener que hacer esto, pero... Ya entendí que es necesario.

-Gracias. De verdad.

Me despido de él y decido ponerme a escribir la carta de respuesta para Alexander. Ya tenía una idea sobre lo que quería decirle, pero creo que ahora me voy a desahogar sobre lo que acaba de suceder. Especialmente ahora que lo tengo en caliente... Me siento en mi mesa y cojo la pluma para empezar.

Rey egocéntrico:

Tienes razón, sí que me gusta leer ese tipo de cosas. Y en esta carta te lo admitiré más que en persona, porque en persona jamás lo pienso reconocer. Pero sí, me gusta que me digas que soy una de esas cosas importantes y que hiciste todo eso para hacerme feliz. Lo cierto es que yo también tengo muchas ganas de verte, porque tengo bastantes cosas que contarte, cosas que se hablan mejor en persona. Pero bueno, intentaré resumirlas aquí.

Por cierto, seguiré tus consejos para dormir. Espero que me funcionen, porque algunas noches duermo bastante poco y mal, y yo cuando duermo poco estoy de mal humor todo el día. Ya te contaré cómo progresa la cosa la próxima vez que hablemos. ¿Tú cómo duermes? Tengo interés. ¿Duermes muchas horas o pocas? Creo que necesitarías bastantes, pero me da la sensación de que no haces eso precisamente.

No se te ocurra darme motivos para odiarte, porque si lo haces... no te lo perdonaré, hagas lo que hagas. Puedes venir y seguirme a donde quieras, que mis sentimientos hacia ti no cambiarían (Creo). Que bueno, tampoco es como que tenga sentimientos de los otros ahora, no te confundas. Sólo... me caes bien, ya sabes. Bueno, también me gustas un poco. Bueno, bastante, pero nada más. La cosa no va a pasar de ahí, estoy segura de ello, así que no te esfuerces.

Como poder, puedes gastarte el dinero en mí. El tema es que no debes hacerlo y mucho menos gastar tanta cantidad de dinero. Dudo mucho que me quede mejor que a cualquier reina, ya que ellas están acostumbradas a portar ese tipo de joyas con la mayor elegancia y yo... Simplemente no.

Creo que tienes una percepción bastante alejada de la realidad, por alguna razón que no comprendo. Y además, eres demasiado creído, que te haya besado no significa que tenga buena suerte (aunque he de reconocer que ese no fue uno de mis momentos de mala suerte). No te voy a contar cómo me hace sentir el regalo, porque no me hace sentir nada especial, sólo... Me gusta mucho que lo hayas hecho y ya.

Ya he podido notar que te encanta meterme en líos e intuyo que este no será el último en el que me meterás, tendré que resignarme a ello (es un tremendo sacrificio).

No me digas que no me preocupe por ti, porque eso es imposible. Yo me preocupo por todas las personas que me importan, está en mi naturaleza (pero sólo me gustas, aunque me importes). Me alegro mucho de que te guste ser rey, aunque realmente tiene todo el sentido del mundo. Con tu personalidad... No me extraña que seas idóneo para ese puesto. Otra cosa no, pero capacidad de mando y liderazgo no te faltan. La verdad es que te admiro, a mi me costaría mucho eso. Mostrar esa seguridad y esa confianza... no sé, creo que eso es un don.

Pero bueno, a lo que iba. Supongo que ya sabrás que los Valencourt están en nuestro reino para forjar una alianza (porque, al parecer, te enteras de todo). El caso es que no son personas normales, son completamente insoportables y claramente se están aprovechando de nuestra debilidad para humillarnos y obligarnos a hacer ciertas cosas que en otras circunstancias ni se nos pasarían por la cabeza. Lamentablemente no puedo hacer nada al respecto y sólo me queda seguir las órdenes de papá, pues no quiero darle más disgustos en estos momentos.

Y digo más porque ya hemos tenido problemas. Ayer fuimos a cenar para celebrar el cumpleaños de mi primo y nos obligaron a llevarlos a la cena. Cuando estábamos allí comenzó una discusión (sobre ti, de hecho) entre los mellizos y mis amigos y yo, básicamente. Al final, Sophia me acabó diciendo que tenía sentido que no te viese como ellos te veían porque había sido criada por mis tíos Will y Melissa (juzgándolos por sus orígenes y decisiones). Me enfadé con ella y Matt le exigió que se disculpase frente a todos, cosa que hizo a regañadientes.

Luego Liam (uno de mis amigos) se estiró y puso el brazo sobre mi silla. Dominic se picó mucho con él (porque creo que está interesado en mí. Bueno, no lo creo, lo está) y le dijo que era muy vulgar por hacer eso. Comenzaron a discutir y Liam le soltó una indirecta, que no tenía nada que hacer conmigo (porque él sabe lo nuestro, junto con Emma). Dominic se levantó y le dijo que no tenía ni idea de quién era él y lo que podía conseguir (ahí quise reírme en su cara), pero Matt lo cortó. Se ve que se enfadó por eso y por lo anterior, así que se lo contaron todo a sus padres.

Así que esta mañana hemos tenido que disculparnos con ellos Matt y yo, por orden de papá. Supuestamente porque los habíamos ofendido y humillado, y habíamos permitido que mis amigos también lo hiciesen, en especial Liam. La reina Cordelia ha decidido llamarlo Luis para molestar y ha exigido que él venga a disculparse, así que ahora tengo que convencerlo para que lo haga. Pero bueno, confío en que ceda y no tengamos más problemas.

Hay más cosas, pero esas mejor en persona. Así tienes un aliciente también.

Atentamente,

Haley Antilles

Guardo la pluma y reviso todo lo escrito, asegurándome de que he utilizado buena caligrafía y ortografía. Cuando creo que esta perfecta, la doblo con cuidado y la meto en su sobre. Luego me pongo el abrigo y abandono el Palacio a escondidas para ir hasta la posada en la que se encuentra el mensajero.

Una vez lo hago decido pasarme por la casa de mis amigos antes de volver al palacio, para informarle a Liam de lo que tiene que hacer. Sé que no se lo va a tomar bien, igual que yo, pero es necesario.

-Tengo que pedirte un favor enorme- Me apoyo en el marco de la puerta de la habitación que comparte con su gemelo, utilizando la cara de cachorrito abandonado.

-Dime- Levanta la vista del manuscrito que estaba leyendo.

-Tienes que disculparte con Dominic.

-¡¿Qué?!¿Por qué iba a pedirle perdón a ese gilipollas?

-Cordelia lo exige.

-¿Y por qué debería importarme lo que quiera la vieja esa?

-Si no lo haces... tendré más problemas de los que ya he tenido.

-¿Qué ha pasado?- Se incorpora preocupado.

-Me desperté con los gritos de mi padre, que me regañó mucho por lo que pasó ayer y luego nos obligó a disculparnos a Matt y a mí. Ha sido bastante humillante.

-Pero no entiendo por qué os fuerza a hacerlo. ¿Sabe la historia verdadera y completa?

-Supongo que Matt se la habrá contado, pero el caso es que le da igual. Los Valencourt tienen que sentirse bien aquí y tenemos que evitar este tipo de cosas, aunque sepamos que ellos no llevan razón. Todo por mantener la alianza y las buenas relaciones intactas.

-Pero coño, Velstand es más poderoso que Savyrgo.

-En otro tiempo, sí. Ahora mismo, no.

-Entiendo- Suspira lentamente. -Lo haré sin rechistar por lo mucho que valoro nuestra amistad. Pero ese idiota está en mi lista negra ya.

-Y en la mía, te lo aseguro.

-No sabes cuánto me alegro de que Alexander tenga ganada la batalla y que ese no tenga ninguna oportunidad, porque no se lo merece.

-La verdad, yo no estaría con Dominic aunque no hubiese nada entre Alexander y yo.

-Ojalá Alexander se entere de que el príncipe está detrás de ti.

-Pues... se va a enterar dentro de poco.

Liam me dedica una mirada interrogatoria, esperando a que le explique.

-Le he escrito una carta de respuesta y se lo he dicho- Confieso. -Porque le he contado lo que pasó ayer y eso era relevante.

-¿Qué?- Comienza a reírse a carcajadas. -Te quiero, Haley.

-¿Por qué?- Ahora soy yo la que no comprendo.

-Le acabas de revelar la identidad de su competidor a Alexander Larssen. ¿Crees que se quedará de brazos cruzados?

-No lo había pensado, pero no creo que haga nada.

-Su anterior competidor está en prisión.

-Pero eso es porque se lo merecía, ayudó a un traidor y me entregó a Thomas.

-Veremos cómo acaba Dominic. Qué alegría me has dado, ahora voy a ir a pedirle disculpas feliz y todo.

Nos ponemos en marcha hacia el Palacio para que lo haga y durante el camino me dedico a pensar en eso. ¿Liam tendrá razón?¿Alexander hará algo al respecto? Yo creo que no, pero tendré que consultarlo con Emma también.

Bueno, mejor dicho, espero que no haga nada, porque eso es lo único que me faltaba ya. No debería haberle contado eso, pero ahora ya no puedo hacer nada para remediarlo, pues el mensajero ya se marchó de vuelta a Kalaryan.

Esperemos que no me haya metido en otro lío por mi necesidad de desahogarme.

            
            

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