Gray.
Mi pecho explotaba de orgullo y admiración.
No recuerdo las veces que repitió que no estaba calificada para ser una empresaria, que no poseía lo que quizás se necesitaba y estoy seguro de que aún lo sigue pensando.
Pero lo único que verdaderamente le falta para creerse así misma, es ponerse de este lado y escucharse hablar, expresarse y a