AnSol
Sabía que papá aparecería en cualquier momento, antes de cortar la llamada dijo que vendría para saludar a la linda Gala y vernos.
Lo que realmente no esperaba es que fuera de inmediato y justo un momento después de que mi esposo llegara.
Después de verlo jugar por un momento con la dulce niña, decide tomar asiento junto a mí, sujetando mis manos con esa calidez que sólo él podría brindarme.
-¿A que se debe esa cara tan larga? -preguntó y negue con una sonrisa -An.. Puedes ocultar tus sentimientos de todos, pero no de papá.
-Pa...
-¿Que es lo que te atormenta o preocupa? -preguntó nuevamente -¿Te incomoda tener a Gala aquí?
-Que tonterias dices -dije con una sonrisa, dirigiendo mi mirada a la hermosa niña que jugaba feliz -me emociona mucho tenerla aquí y poder disfrutar de los años que no pude durante estos tres años de matrimonio.
-¿Y que es lo que te descontenta? Tienes a tu esposo en casa y a su hija también -añadió y suspire.
-No me siento capacitada para seguir con la empresa, pa -contesté con sinceridad, bajando mi mirada.
-¿Pero que tonterias dices? -cuestionó con una risa de por medio -jamás vi una mujer tan calificada para los negocios como tú. No entiendo cual fue la causa de tus dudas.
-Han habido malversaciones en un corto periodo de tres meses y... Pese a que intente descifrar quien es el ladron, no puedo -contesté -pero no puedo porque ni siquiera conozco a mis empleados, no sé quienes son y si son capaces de algo como esto.
-Ansol, todos tuvimos malos empleados alguna vez. Pero eso no quiere decir que no sirvamos como empresarios ni mucho menos que hacemos mal nuestro trabajo -respondió abrazandome -verás que podrás solucionar el inconveniente y sin importar contra que te enfrentes, papá estará para apoyarte siempre.
-Lo sé -asentí correspondiendo su abrazo -pero no quiero cargarte a ti y a Gray con un camino que yo escogí. Desde niña quise ser diseñadora y estuviste apoyándome en todo para que fuera la mejor. Luego funde mi propia empresa de modas y... Tuve que poner a alguien para que se ocupara debido a los malditos ataques que me dan.
-Es ahora cuando tienes que pensar mucho más en la posibilidad de recurrir a una psicóloga -rompe el abrazo y me toma de ambas mejillas -no porque estés loca, sino por el hecho de que son personas preparadas para ayudarte a sanar esos miedos y encontrar la causa por la cual no puedes interactuar con otras personas.
-Dime una forma de poder tener una psicóloga sin tener un ataque -contraataque, viendo una sonrisa brillar en su rostro.
-Yo puedo ser una buena psicóloga -habló Gala, sacandonos unas carcajadas a ambos -mi papi hablaba conmigo cuando se sentía triste y ya lueguito estaba mejor.
-Apuesto a que tu puedes curarme -respondí abriendole mis brazos a los cuales corre rapidamente dejándome abrazarla.
-Seré una buena psicologa, lo prometo -añadió la dulce niña y asentí besando su cabecita.
-La cena está lista -anunció Gray, por lo que todos nos pusimos de pie y nos dirigimos al comedor para disfrutar de la delicia que mi esposo preparó.
....
....
Unas horas más tarde, dejando a papá y Gray en su charla de negocios, decidi llevar a la dulce gala a la cama. Pues ya eran pasadas las diez y por lo que dijo mi amado, tiene que asistir al jardín mañana temprano.
-¿Quieres que te lea un cuento? -pregunté, pues era su primera noche aquí y no sabía bien el método que mi suegra utilizaba para dormirla.
-¿Un cuento? -preguntó y asentí -nunca me leyeron un cuento para dormir.
-Oh.. -dije pensativa -entonces dime como tu abuelita te dormía y lo haré lo mejor que pueda.
-No hacía nada particular, solo decía "Gala, es hora de dormir" y tenía que ir a la cama sin poner peros, viendo el techo hasta quedar dormida -contestó y mi sorpresa aumentó -. Papá decía que si no podía consiliar el sueño me puciera a contar ovejitas, pero pasaban 60 ovejitas y el único en dormirse era él -añadió y reí al imaginar a mi esposo durmiendose luego de un conteo de ovejitas.
-Mi padre cada noche me leía un cuento -conté tomando uno de los tantos que compré -siempre decía que la lectura antes del descanso estimula la mente y nos puede llevar a un mundo de fantasía completamente maravilloso.
-¿Puedo ir a ese mundo también?
-Si así lo quieres -respondí acomodandome a su lado -puedes ser lo que tu quieras, Gala, yo estaré para apoyarte.
-Sí -afirmó con una sonrisa, acomodándose sobre mi pecho.
-Había una vez...
Comencé a leer suavemente mientras mis dedos acariciaban su cabello, consiguiendo despues de unos largos minutos verla completamente dormida.
Por unos instantes la veía dormir recordándome a esa Ansol de cuatro años, aquella que era tan abierta a nuevas emociones como Gala.
Quisiera saber que fué lo que pasó entonces. Cual era la razón de mi trauma a partir de ese momento.
Suspirando suavemente, acomodo a la pequeña y dejo la lampara encendida para luego salir.
Gray y mi padre han de estar con su charla de negocios aún, así que prefiero preparar la cama para que pueda descansar una vez suba.
Al llegar a mi habitación, me sorprendo al notar que no era como pensaba y mi esposo se estaba encargando de preparar la cama.
-¿Y mi padre? -pregunté acercándome a él y rodeando su cintura con mis brazos.
-Ya se marchó -respondió tomando mis manos con suavidad -¿Gala ya está dormida?
-Sí -afirmé rodeandolo hasta quedar frente a él -estaba muy emocionada por viajar al mundo de fantasias al oir un cuento y después de tres capítulos se quedó dormida -añadí, viendo su dulce y perfecta sonrisa.
-Entonces solo queda que nosotros vayamos a ese mundo de fantasías también -dijo tomandome suavemente de la cintura.
-Mmm no, me gusta éste. Porque ya tengo a mi príncipe azul.