Una multitud contemplaba la silueta de una mujer agachada, tapándose los oídos y susurrando cosas que casi no llegan a oír.
Querían saber por qué es que repentinamente comenzó a gritar y llorar como si la vida se le estuviera escapando, pero al intentar acercarse ella gritaba un "ALÉJENSE" o "NO ME TOQUEN". Nadie comprendía la situación ni sabían