Gray.
Besaba y acariciaba apasionadamente a mi esposa mientras mis pies mos dirigían a nuestra habitación. Sentía que sin duda alguna esta sería una noche especial, como cada una de las que pasamos juntos, compartiéndonos todo. Desde los sentimientos hasta el deseo imparable de fulminar la noche en una deliciosa ronda de amor, sudor y placer.
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