/0/16078/coverbig.jpg?v=f7760b193126c15b01909383c73fff86)
El silencio en la oficina de Figueroa era tan denso que Valentina podía oír claramente el latido acelerado de su corazón. Los minutos parecían alargarse, transformándose en horas bajo la fría mirada del hombre frente a ella. Cada palabra que él había dicho la había golpeado como una sentencia irrevocable, como un peso que no podía deshacerse de él.
COPYRIGHT(©) 2022