Por alguna razón desconocida, Mack tenía una camioneta y sabía cómo manejarla. Supuestamente, su padre se la había regalado mientras estaba en Washington porqué le parecía ilógico que su hijo tuviese que esperar largas horas en una fila para subirse a un autobús, cuando él tenía la capacidad monetaria para tener de la mejor manera a su único hijo.