⸺Bueno, no es para tanto...
⸺¡¿No es para tanto?!
⸺O sea, por lo que dices, Marcus no lo tomó tan mal ⸺Emma se encoge de hombros.
⸺¡No, porque él no se revolcó con él!
⸺Ella, tranquilízate.
⸺¿Qué va a pasar cuando me vea?
⸺No pasará nada.
⸺¿Tengo que actuar de alguna forma? ⸺muerdo la uña de mi dedo pulgar, inquieta.
⸺No. A ver, ⸺pone sus manos sobre mis hombros. ⸺tuviste sexo con Mack y ya. Es algo completamente normal. No te vas a morir cuando lo veas, él no se va a desmayar y la Tierra no va a dejar de orbitar. ¿Lo entiendes?
⸺Pero, Emm...
⸺Basta.
⸺No, pero si así ya es difícil la situación entre Marcus y yo, ¿lo imaginas con Mack regresando? Es que ni siquiera sé porqué quiere volver.
⸺Tampoco lo sé, pero cálmate.
Inhalo profundo y exhalo lentamente. Desde que Marcus me dijo que Mack iba a regresar no he podido ni siquiera cerrar los ojos para dormir. Es inútil por dondequiera que lo vea, lo único que generará el regreso de Mack a nuestras vidas, será caos y obviamente que Marcus deje sus acercamientos extraños que me hacen pensar que es probable que sí llegue a pasar algo nuevamente entre nosotros. O tal vez solo me está mintiendo en la cara, tal y como lo hizo con su propuesta de sexo salvaje a las 3:00 en su casa.
Emma y yo preparamos la mesa mientras la señora Swan termina de cocinar algo de comida japonesa ⸺que no sé cómo se llama, porque no presté atención⸺ en compañía de mi madre. Mi papá y el señor Swan están viendo las noticias en la sala. El hermanito de Emma corre con un muñeco Max Steel en compañía de su nave por toda la casa y bueno... Aún sigo esperando que alguno de los Queller llegue y por alguna razón estoy muy nerviosa, como si algo me dijera que pasará algo bastante malo.
Cada año la madre de Emma prepara algún plato especial y le enseña la receta a mi madre (aunque nunca se las aprende bien), esto da inicio a la reunión del concejo de Winstown; en donde los miembros más importantes son nuestros padres y a ellos se sumaban los padres de Mack, porque son los que vieron el pueblo crecer y avanzar hasta llegar a lo que es el día de hoy.
Es un grupo pequeño, pero muy bien organizado. Cuenta con veinte personas, sin importar su género, creencias, profesión o si tiene hijos.
Según lo que sé gracias a mi madre, en el concejo se debaten y proponen soluciones para situaciones que afecten a la población.
Winstown no es un pueblo gigante, más bien diría que es mediano, con una población de aproximadamente 16.000 personas, no es tan pequeño como usualmente son los pueblos, pero no tiene la misma cantidad de gente que una ciudad.
Llevo alrededor de tres horas en esta casa y desde que puse un pie dentro, estoy rezándole a cualquiera de los dioses (Zeus, Alá, Yahvé, Atenea, Osiris, Buda o inclusive a alguno de los Uchiha) para que Marcus no llegue con su novia y me la restriegue en la cara para decirme: "Ya te superé, maldita". Porque me niego a creer que yo sea la única que aún no ha podido pasar de página, lo que Marcus y yo tuvimos... es muy difícil de olvidar.
El timbre de la casa resuena por cada esquina de la construcción, y de inmediato siento un nudo en mi garganta. Esto mismo me sucedía las primeras veces que me vi con Marcus, éramos niños y todavía teníamos la mala maña de escondernos detrás de nuestros padres cuando conocíamos a alguien nuevo, y para nuestro infortunio, siempre había existido esa "zona infantil" en donde los miembros dejaban a sus hijos y se supone que entre niños jugaban y socializaban. Ahí empezamos hablar Marcus y yo.
En Winstown todo el mundo conocía a todos, todos sabían qué pasaba en la vida de todos y por eso era algo imposible lograr tener algún asunto en secreto, a excepción de cuando engañé a Marcus con su mejor amigo y ya saben el resto de la historia. Afortunadamente ese chisme no se regó, fue el único.
Nadie sospechó nada. Mack se había ido con la excusa de que tenía el sueño de estudiar en un colegio de Washington, porque creía que la educación en un pedazo minúsculo del área de un país no era tan buena como la de la gran ciudad. Marcus y yo terminamos, dejamos de hablar por mucho tiempo y él fingía que yo no respiraba su mismo oxígeno cuando pasaba a su lado. La gente lo asumió como: "Son una pareja normal que se separa y se deja de hablar", lo cual obviamente agradecí al universo. Por otro lado, Emma ⸺la más cercana a una de las protagonistas del asunto⸺ había mantenido la boca bien cerrada y con la ausencia de Mack ⸺el otro más cercano a uno de los protagonistas del asunto⸺ no había absolutamente nadie que supiera la verdad. Mack se había ido con una buena coartada, tan buena que ni su padre, ni mis padres, ni los padres de Marcus, ni los de Emma habían sospechado algo.
Aunque claro que tuve que esquivar algunas preguntas capciosas que mi madre hacía sobremi ruptura con Marcus, porque según ella nos veíamos muy bien juntos y ya hasta se había hecho la idea de que podríamos llegar a vivir en el mismo lugar cuando iniciáramos con la universidad.
⸺¡Felix Queller! ⸺grita mi padre mientras abre la puerta.
Abro mis ojos con nerviosismo y Emma lo nota. De inmediato empieza abanicarme con sus manos porque el calor se evidencia en mis mejillas y pronuncia algo que no le entiendo por estar ocupada imaginándome escenarios horribles sobre lo que pudiera pasar cuando Mack llegue.
⸺¡Y miren quién más viene ahí! ¡John Forrester!
El nudo que sentía en mi garganta baja a mi tráquea en cuanto escucho lo siguiente que dice mi madre con mucha alegría de por medio:
⸺¡Mack Forrester!
Mierda, Mack Forrester regresó y no estoy preparada para lo que venga.