/0/7397/coverbig.jpg?v=16e4de710fb67c2f94ad17974f86954d)
Horas antes
Estaba corriendo. Corría sin mirar atrás. Sin detenerme aunque mi cuerpo, ya cansado, exclamaba por piedad. Hacía tiempo que corría por el bosque, huyendo de él.
Mi plan había funcionado, pues había logrado escapar de aquel sofocante sotano. De sus garras.
Por fin.
Por fin me había liberado.
Y todo gracias a Mali, quien siempre me daba siquiera una chispa de esperanza. Era incluso gracioso como alguien como ella podía tener tanto poder sobre mí.
Era..emocionante.
En algún punto tropecé y caí de rodillas sobre la tierra, quizás debido al cansancio. Mi pecho subía y bajaba con intensidad, respiraba por la boca al tiempo que miraba alrededor intentando no distraerme, pues temía que me encontrara. Nos encontrara.
⏤Sigue ⏤me ordenó Mali, y atisbé una nota de inquietud en su voz, quizá teniendo el mismo temor que yo.
Tragué duro e hice el esfuerzo por ponerme de pie y seguir corriendo. Al final llegué a la carretera, justo a tiempo: una camioneta con heno en la parte trasera venía y rápidamente le hice una señal para que se detuviera. Solté un gran suspiro cuando se detuvo, pues sentía que me desmayaría en cualquier momento. Incluso esa acción (suspirar) me hizo tambalear.
⏤¿Adónde vas jovencita? ⏤me preguntó el hombre frunciendo las cejas al verme, tal vez preguntándose de qué alcantarilla había salido.
Mi ropa y mi rostro estaban cubiertos de cenizas, suciedad, tierra y me encontraba algo húmedo y con la ropa rota. Era entendible, ya que acababa de escapar de un incendio.
Y, bueno, tenía la mitad del rostro cubierto con una máscara blanca y uno de mis iris/pupila era..inusual.
⏤A la ciudad ⏤contesté entre jadeos.
⏤Eh, bueno, sube ⏤pese a su recelo y desconcierto, me dejó subir al asiento del copiloto.
Al subir me ofreció una botella de agua, y como si fuese un cavernícola sediento me la bebí toda en un instante sin siquiera detenerme. Mi boca, que antes estaba seca como un desierto, exclamó al sentir la refrescante sensación del líquido.
Sentí la mirada del extraño sobre mí. Incómodo, me limpié la boca con la manga de mi camiseta y le agradecí.
⏤Soy Gerard, por cierto.
No dije nada.
No pude.
Una sensación rara me envolvió de pronto, haciéndome sentir exhausto. Sentía los párpados tan pesados, el cuerpo liviano como una pluma que me hizo echar la cabeza hacia atrás, comencé a jadear y mi mente se nubló. Hice el esfuerzo por no caer, pero parecía imposible.
⏤¿Estás bien...? ⏤la voz del hombre poco a poco fue escuchándose lejana.
⏤Está bien, estoy aquí ⏤logré oír decir a Mali, usando un tono aterciopelado/maternal⏤. No me apartaré de ti. Nadie podrá lastimarte de ahora en adelante.
Junto a ese comentario tranquilizador, dejé de luchar y entonces perdí el conocimiento.
(....)
Me sacudí como pez fuera del agua en cuanto recuperé la conciencia y el olor a desinfectante llegó a mis fosas nasales. Y por un momento, entre mi aturdimiento, temí haber vuelto a esa vieja camilla, estar devuelta en el sótano, conectado a cables y demás aparatos en el que era sometido casi a diario. Pero, al sentarme y observar el lugar con detenimiento, me percaté de que en realidad se trataba de un hospital. Todo se encontraba limpió y ningún cable extraño estaba sobre mí.
Estuve a punto de dejarme caer de nuevo hacia la cama, pero entonces me di cuenta de dos cosas y mi cuerpo rápidamente se tensó.
Uno: estaba en un hospital, rodeado de personas.
Dos: no sentí a Mali por ninguna parte.
Ella siempre se enredaba en mi cuerpo en cualquier oportunidad, bajo mi ropa. Por eso comencé a sudar frío al imaginarme lo peor.
Hice el amago de levantarme, pero apenas mis pies tocaron el frío suelo algo me sujetó del tobillo.
⏤¿Mali? ⏤pregunté con el corazón en la garganta.
Su largo y pálido cuerpo se deslizó por mi pierna hasta llegar a mi regazo.
Mi alma regresó a mi cuerpo al verla, intacta.
⏤Me escondí ⏤comentó con una tranquila voz, casi indiferente, observándome con esos ojos rojos.
⏤Creía que me protegerías ⏤expresé con desconcierto y algo de molestia.
⏤Y eso haré. Pero necesitabas descansar...
La miré, incrédulo.
Pero no hubo tiempo de seguir hablando, pues de pronto escuchamos un bullicio aproximándose hacia la habitación. Y aunque no estuviera seguro de que venían hacia en donde estábamos, igualmente escondí a Mali bajo la sábana.
Le había dicho que podíamos escapar, debido a que sería peligroso para ambos quedarnos, pero ella simplemente dijo que no. No pude negarme, aun cuando me sentía incómodo ante la idea de que alguien me viera. Viera mis cicatrices y moretones en los brazos.
Un hombre de unos veintitantos de bata blanca entró a la habitación. Pareció que iba a detenerse, pero con rapidez continúo. Me saludó con un simple «hola» mientras se acercaba hacia la camilla, suspicaz y curioso.
⏤¿Cómo te sientes?
No dije nada. Entonces se acercó más a mí al tiempo que sacaba del bolsillo de su bata una pequeña linterna.
Parecía..extraño, desaliñado hasta en la vestimenta; ropa vigorosa que pobremente era ocultada bajo la bata blanca, y tenía pintado en color negro el lagrimal de ambos ojos. Actuaba como si estuviera perdido. Supuse que lo puse nervioso con mi apariencia y mi mirada que a veces era difícil de sostener.
Según él.
Sujeté su muñeca en cuanto alzó la mano hacia mí, casi de forma automática.
Sin embargo, no se inmutó ante mi repentino y firme agarre.
⏤No te haré daño. Estás a salvo ⏤me aseguró usando un suave tono, amable.
⏤Está bien, no huele a él. Igualmente morderé su cuello si intenta algo ⏤declaró Mali entre siseos.
Aún dudoso, solté su muñeca. Entonces procedió a continuar y checar mis ojos.
⏤Jen ⏤dije de pronto, usando mi habitual tono neutral.
⏤¿Cómo?
⏤Soy Jen.
Ni siquiera supe por qué le había dicho mi nombre. Simplemente se me escapó.
⏤Hola Jen, yo soy el doctor Hall. ¿Tienes dolor en alguna zona? ⏤volvió a guardar su linterna luego de terminar.
⏤No.
⏤¿Puedo preguntar la razón de la máscara?
⏤No.
⏤¿Puedes quitártela al menos?
Fruncí las cejas con hastio.
⏤Está pegada por algo.
Puso las manos detrás de su espalda, ladeó la cabeza como un cachorro y me observó fijamente. Sus ojos color miel se me antojaron maliciosos, astutos.
Admití que era atractivo. Lucia..vivaz y vigoroso, además de sospechoso.
⏤Tu mirada es tan intensa y penetrante ⏤expresó con fascinación luego de un rato⏤. Jamás vi una heterocromia tan inusual. Ese ojo es..interesante. Hermoso.
Di un respingo ante ese inesperado cumplido.
⏤¿Hermoso? ¿Esto? ⏤señalé mi ojo izquierdo con desconcierto.
Nunca, desde aquel día, había recibido cumplidos por mi ojo, por mi apariencia. La mayoría de las veces me decían, las pocas personas con las que lograba "hablar", que era horrible o simplemente evitaban verlo. Verme.
⏤Por supuesto. Presume lo que tienes con orgullo, Jen ⏤agregó ante mi silencio⏤. Así debe ser.
Pero, ¿debería hacerlo aun cuando lo último que debía hacer era llamar la atención?
Bueno, sería un poco complicado pasar desapercibido considerando mi apariencia actual...
Todavía metido en mi frustrante mar de pensamientos, el doctor hundió nuevamente la mano al interior de su bata y, mientras lo miraba con recelo, me ofreció lo que había sacado; era una tarjetita negra.
Aún desconfiado y algo curioso, la cogí. No había nada más escrito que el nombre Lux en letras rojas, muy brillantes.
⏤¿Qué es esto?
⏤Tal vez te sea de ayuda ⏤fue lo que dijo, en voz baja como si me estuviera contando un secreto. Pero en nada de tiempo volvió a su animado yo⏤: Bueno, ya debo irme.
Era muy extraño, no tenía pinta de ser un doctor, pero también sentí una punzada de curiosidad por él y Lux.
Se dirigió hacia la puerta, la abrió pero antes de irse me miró sobre su hombro y, con una sonrisita que no supe interpretar, dijo:
⏤Pareces ser alguien muy interesante, Jen. Ojalá decidas ir, al dueño le encantaría conocerte...
Y con eso último, cerró la puerta tras de si.
⏤Mali.
⏤¿Sí, Jen? ⏤sacó la linda cabeza albina de la sábana mientras regresaba a su forma favorita: mediano.
⏤No creo que sea un doctor real.
⏤Pienso lo mismo.
⏤¿Ya nos vamos?
⏤Sí.
Decididos, Mali volvió a rodearme el cuerpo, no sin antes encogerse para no ser vista, y salimos por la puerta cuando descubrimos que nos encontrábamos bastante lejos del suelo.
No era débil. De hecho, tenía una gran resistencia física, pero ya estaba agotado. Había usado toda mi fuerza/energía al correr, y la poca que aún tenía la usaría para huir.
No debía permitir que nos encontrara.
Con lentitud, abrí la puerta y saqué la cabeza. No había nadie, salvo que de repente un enfermero apareció y con rapidez volví a cerrar la puerta antes de ser visto. Esperé a que estuviese lo suficientemente cerca para que, de un tirón, cogerlo del cuello de la camiseta y meterlo al cuarto. Tuve un poco de entrenamiento antes de escapar, también poseía de una gran fuerza, por lo que fue sencillo noquearlo y robarle la ropa.
Me quedaba algo grande, pero no me importó y seguí. Llegamos hasta en donde estaban los elevadores. Miré a ambos lados para asegurarme que no hubiera nadie antes de correr hacia uno.
Apenas estuvimos frente al elevador, la puerta del segundo se abrió y ya no pude esconderme. Un hombre con traje y una placa de policía colocada en su cinturón salió del elevador. Se detuvo al verme, entre desconcertado y curioso.
⏤¿Eres tú? ⏤me preguntó mientras se acercaba.
Con recelo retrocedí.
⏤Me enviaron porque~
No le dejé continuar debido a que, naturalmente, le di una patada en el estómago para después comenzar a correr.
⏤¡Espera! ⏤exigió, pero ni siquiera lo miré.
Tropecé con algunos empleados, pacientes, visitantes y hasta con un jarrón, el cual le tuve que lanzar a la persona que no dejaba de perseguirme. Al final, encontré las escaleras de emergencia y atranque las puertas con un palo de escoba que en algún momento cogí.
Sonreí entre jadeos cuando fracasó en abrirla.
⏤¡Solo quiero ayudarte!
⏤¡Envíale mis saludos! ⏤fue lo que dije antes de seguir corriendo.
Pese a que no sentí ningún olor de él en aquel oficial, no podía bajar la guardia e irme con cualquiera.
Estuve a punto de cantar victoria cuando cruzamos la puerta de emergencia y por fin estuvimos afuera, pero cuando por fin me acostumbré a la luz natural, vi que un hombre estaba de pie frente a nosotros.
Y me apuntaba con un arma.
⏤¡Alza las manos!
Yo estaría bien con una bala o dos, pero Mali no. Ella no podía regenerarse.
Debía protegerla.
Se lo debía.
Exhalé con fuerza y levanté mis manos.
⏤¡¿Qué haces?! ⏤inquirió Mali con total desconcierto.
⏤Lo siento...
(...)
No sé cuánto tiempo estuvimos en la comisaría, una real, cuando el detective (el hombre del elevador) sentado frente a mí preguntó con exasperación:
⏤Por última vez, ¿cómo te llamas? ¿Qué te pasó?
⏤Mejor dile tu nombre.
No.
⏤Jen, dile ⏤Mali siguió insistiendo.
No...
El rubio, cansado de mi silencio, se echó hacia atrás apoyando su espalda sobre el respaldar de la silla de metal.
Mi fuerza se estaba debilitando cada vez más. Tenía hambre, sed, cansancio físico y mental, pero hice un enorme esfuerzo por no mostrarme vulnerable, débil.
⏤Si no me dices, no me quedará más opción que encerrarte.
⏤No hice nada.
⏤Golpeaste a personas ⏤contestó con obviedad⏤, y uno de ellos es policía.
¿Me culpa?
Vale, teniendo en cuenta que no conoce mi historia es entendible que esté molesto conmigo.
⏤¿Huías de alguien? ⏤me preguntó de pronto⏤. La doctora que te atendió me contó que tienes varías cicatrices y moretones en el cuerpo, algunas recientes.. ¿Alguien te lastimó?
⏤No. Fui yo.
⏤¿En serio? Porque cuando le pregunté si tú misma te lo habías hecho, me dijo que era imposible.
Me incliné hacia adelante, apoyando los antebrazos sobre la dura y fría mesa. Le lancé la más severa y furiosa mirada posible.
⏤En primera: mi pronombre es «él»; y en segunda: deja ya el teatrito y traélo.
El oficial frunció el ceño, confundido.
⏤¿Disculpa? ¿A quién quieres que traiga?
⏤¿Ya lo mato? ⏤siseó Mali con recelo.
⏤No.
⏤¿No qué? ⏤inquirió el sujeto, ignorante de la presencia y voz de Mali, pues solo yo era capaz de entender a las serpientes. A mi madre.
Curioso y con una pizca de esperanza, le hice la pregunta:
⏤¿En serio no sabes quién soy? ¿Solo me trajeron aquí porque el hospital les llamó?
⏤No, y sí ⏤contestó genuinamente.
No tenía sentido que nos mintiera o que nos mantuviera ahí, fingiendo querer ayudar.
La puerta detrás de mí se abrió de pronto con un portazo. El otro hombre que horas antes me había apuntado con su arma entró a la habitación y le entregó una carpeta color crema al rubio.
⏤Adam, debes ver esto ⏤le dijo el pelinegro al dárselo.
Y en cuanto el oficial lo vio, sus ojos color verde olivo se abrieron de la sorpresa y el desconcierto.
⏤Es Jenna Thompkins ⏤le informó su compañero, asombrado.
El rostro de Adam palideció al escuchar mi nombre, y sus latidos aumentaron por alguna razón.
Yo me mantuve inexpresivo, atento.
⏤¿Tu madre es Lorca Thompkins? ⏤no ocultó su sorpresa. Me miraba como si fuese un fantasma.
Di un respingo al oír ese nombre otra vez.
Luego mi expresión se endureció.
⏤Dios... ⏤soltó con alivio, aún sin creerlo⏤. No te reconocí.. Tu familia estaba tan preocupada, en especial él ⏤soltó una pequeña risa al recordar algo⏤: No me dejaba en paz, diciéndome que seguías con vida, que en algún momento ibas a aparecer~ Eugene nunca perdió la esperanza, ¿sabes?
Tragué duro.
Eugene...
¿Seguías esperándome?
¿Seguías queriéndome?
¿Seguías con..esperanza?
¿Acaso era posible que alguien de nuestra familia aún tuviera eso?
¿Qué siguiera intacto...?
Pero, pese a que deseaba con todas mis fuerzas verlo y abrazarlo, si me le acercaba solo lo pondría en peligro.
Mi necesidad de protegerlo era mucho más fuerte que mi capricho de abrazarlo.
⏤Enciérrenme, o déjenme ir. Cualquiera de las dos está bien.
⏤¿Qué? ¿Por qué querrías que te encarcele? ⏤quiso saber el otro.
⏤Cometí varios delitos, ¿no? Es lo justo.
Adam suspiró y me observó, paciente y comprensivo.
⏤Dime la verdad, Jenna, ¿huías de alguien? Si ese es el caso, podemos protegerte. Asher Newman te protegerá.
Hundí las cejas, desconcertado.
⏤¿El actor?
Asintió.
⏤Él..se comprometió con tu madre hace dos años.
⏤¿Se casó? ⏤murmuré para mí mismo, ahora furioso y haciendo puños con mis manos como una forma de contenerme.
⏤Parece que no le gusta la idea, Adam~
⏤No, no me gusta ⏤negué con la cabeza, decidiendo mejor olvidarlo⏤: Como sea, ya llévenme.
⏤No ⏤zanjó el rubio, volviendo a su postura inicial. Luego se dirigió a su compañero⏤: Vigílalo.
Asintió y Adam salió del pequeño cuarto. El tipo se sentó en su lugar y dio pequeños golpecitos a la mesa con las manos, incómodo.
⏤Entonces, Jenna~
⏤Jen ⏤le interrumpí⏤. Dime Jen.
⏤De acuerdo, Jen, ¿en dónde estuviste estos años? ¿Qué te sucedió?
Buena pregunta. Una pregunta que me hacía hervir la sangre, que me provocaba un nudo en la garganta pues había pasado por un infierno.
¿Qué dónde estuve?
Eso jamás debían saberlo.
_________
Intenso~
Cosas que aclarar:
1.- Jen NO asume la identidad de nadie, solo se refiere a elles por su sexo. Y, bueno, no quería ver comentarios tipo «ay, me mareé» «no entiendo xd/🥺» (aunque sospecho que habrá comen así por Jen).
2.- Esta novela tendrá títulos graciosos. Siempre quise hacer eso :).
3.- Sí, Mali es una serpiente pero Jen la ve más como una madre (luego él explicará cómo es que la puede entender y eso).