Capítulo 20 No te juzgo, fácilmente podría ser yo

La cabeza de Mali ahora era más grande que la mía, su cuerpo era tan ancho que mi cintura y de lo largo me sobrepasaba por tres clones míos (mi altura era de 1.70). Era una criatura monstruosa, similar a esas anacondas de aquellas exageradas películas.

No habría ninguna mentira para eso.

Por otro lado, I'm yours empezó a sonar dentro de mi cabeza