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Título completo: Soy aries, perdón. Ya sabes, uno tiene la sangre caliente.
Al final no pude hacer que cambiaran de opinión, por lo que conduje a regañadientes. Al entrar al Lux, el Sr. Ace le colocó una de las máscaras a Eugene. Era de tigre. Se veía tierno.
⏤Todos deben tener el rostro cubierto ⏤le aclaró el Sr. Ace.
⏤¿Para esconder su identidad?
⏤Exacto. Chico listo.
⏤¿Ya puedo morderlo? ⏤me preguntó Mali mientras caminábamos hacia el interior, ya envuelta en mi cintura.
⏤No ⏤susurré para que ninguno me escuchara.
⏤¿Por qué no? Primero te espía, te calienta y después lleva a tu hermanito a un burdel.
⏤No me~ ⏤me interrumpí de inmediato porque había alzado la voz. Exhalé⏤. Eso no fue lo que pasó. No me provocó.
⏤Ajááá ⏤alargo la «A» con evidente incredulidad.
Giré los ojos. No quise seguir con eso.
Cuando salimos del pasillo, un hombre corpulento, calvo, barbón y vestido como motociclista se le acercó al Sr. Ace con un rostro empapado en preocupación.
⏤Jefe.
⏤¿Qué sucede, Lucius?
⏤Intenté decirle que viniera otro día ⏤le dio un vistazo a la puerta negra a un lado de la barra, como diciendo «el peligro aguarda ahí».
Basándome en los latidos que oí, tres personas se encontraban en la oficina del Sr. Ace. Me puse detrás de mi jefe, ya en modo alerta y sin apartar la mirada de la puerta como si fuese un perro preparado para atacar.
⏤¿Quiénes son? ⏤le pregunté.
⏤Escóndete ⏤fue lo que dijo, en un tono de advertencia y cautela y mirando hacia la puerta.
No repliqué y llevé a Eugene a la sala de descanso. Cerré las puertas pintadas en azul marino y le dije que debíamos esperar ahí hasta que el Sr. Ace terminara su conversación con unos amigos. Esta sala solo tenía dos sofás grandes de cuero negro pegadas a cada lado de la pared, uno individual en el frente, una mesita de vidrio en medio de las tres, un bar a un lado y una tenue luz azul bañando el lugar.
⏤Debe ser Müller ⏤opinó Mali, ya inquieta⏤. ¿Nos habrá encontrado?
Imposible.
¿No...?
⏤¿Por qué esa cara? ⏤me preguntó Eugene mientras se tiraba en el sofá. Cogió el tazón de gomitas que reposaba sobre la mesita.
⏤¿Qué cara? ⏤inquirí, usando un tono despreocupado, para después sentarme frente a él, en el otro gran sofá.
⏤¿Por qué no me dijiste que trabajas aquí?
⏤¿Qué creíste que hacía? ¿Lavar platos en algún local de comida rápida? ⏤resoplé.
Curvó los labios hacia abajo.
⏤Todo puede pasar. Al menos me reconforta saber que no es nada peligroso.
Me puse de pie y me dirigí hacia la barra. Detrás de esta saqué un poco de hielo, lo envolví en un pañuelo y me senté a un lado de mi hermano. Con cuidado lo puse sobre el moretón inflamado en su mejilla.
⏤Lo siento ⏤dijo dado unos segundos.
⏤No es a mí a quien le debes una disculpa. ¿Viste sus rostros?
⏤Sí.
⏤Bien, porque los harás pagar.
⏤¿Qué?
⏤Eres un Thompkins, Eugene. Tiene muchas desventajas, sí, pero hay algunas cosas que pueden usarse como ventajas. En un arma. Úsalas.
⏤¿Y cómo haría eso?
Una sonrisa condescendiente se dibujó en mi cara.
⏤¿Qué es lo que una Thompkins hace más a menudo?
⏤Fingir ⏤respondió casi al instante.
⏤Exacto ⏤bajé el pañuelo y puse mi mano, ahora medio fría, en su lugar⏤. Conviértete en el karma cuando este se tardé en llegar.
⏤¿Y si viene a mí?
⏤No lo hará. Nunca nos llega. ¿Y sabes por qué? ⏤negó con la cabeza⏤. Porque para eso fuimos creados: para dañar. Para destruir e incluso construir.
Las espesas cejas negras de Eugene se arquearon.
⏤Pero no quiero herir a nadie.. No más.
⏤Nos guste o no, así son las cosas ⏤dudé⏤: Sin embargo, el que las cosas no resulten bien para nosotras no quiere decir que sea igual para ti. Tú..pareces tener esperanza ⏤de forma inevitable, una sonrisa triste se dibujó en mi rostro⏤. Me esperaste. Tuviste esperanza aun cuando parecía imposible que volviera. Y además de eso, eres un buen niño. Siempre intentas ser amable, ayudar a otros, dejar atrás la maldición Thompkins. Eso es admirable. Así que tal vez, solo tal vez, logres convertir la maldición en una ventaja y así liberarte de una vez por todas.
⏤Pero mamá se casó con un buen hombre, ¿que no significa que rompió la maldición?
⏤Ingenuo Eugene ⏤negué con la cabeza, levemente divertido. Estuve a punto de responder a eso cuando el sonido de pasos junto a una voz desconocida llamó mi atención. Dejé el pañuelo sobre su regazo y me levanté⏤. Quédate aquí.
⏤¿Jen...?
Puse el dedo índice sobre mis labios, haciéndole «shhh». Luego con cuidado salí y caminé por el pasillito. Al llegar al final me pegué a la pared y, con precaución, asomé la cabeza.
⏤Para la próxima avísame, así puedo prepararte a mis mejores demonios ⏤le había dicho el Sr. Ace a un hombre, al cual no podía ver nada más que su espalda.
Esto era lo único que vi: pelinegro, buena musculatura, estaba vestido con un traje negro y parecía de la misma altura que el Sr. Ace. Otros dos hombres más acompañaban al desconocido, ellos también usaban el mismo traje y uno de ellos cargaba un maletín negro. Curioso.
⏤No te molestes ⏤contestó con una agradable voz pero varonil.
⏤Aww, ¿sigues viendo a esa mesera?
Por la forma en que el Sr. Ace miraba/hablaba al hombre debía tratarse de alguna clase de amigo.
⏤Nos vemos, Ace.
El Sr. Ace emitió una risa tranquila al ver que su amigo no respondió.
⏤Adiós, Blade. Dale mis saludos a tu jefe.
Después de estrecharse las manos, los tres hombres se dirigieron hacia la entrada. Y quizás, solo quizás, el tal Blade miró hacia atrás, en mi dirección, por un segundo antes de irse. Me escondí al instante en que lo noté.
⏤No debió verte.
Eso esperaba. No tenía ganas de ser decapitado y colgado sobre un lugar público como aquel cadáver al que hicieron pasar por mí.
⏤Ya se fueron ⏤avisó, y entonces salí de mi escondite.
Mi jefe ahora estaba detrás de la barra sirviéndose un poco de Whisky en un vaso. Parecía muy tranquilo.
⏤¿Era Müller?
⏤No, pero trabaja para él. Solo vino por el pago ⏤ante mi cara de confusión, dijo⏤: Protección. Proteje al Lux, y de cierta forma a mí. Y estoy en su territorio así que tengo que pagar...
⏤¿Por qué no me dijo?
⏤No preguntaste ⏤alzó los hombros, indiferente. Le dio un sorbo a su vaso antes de hablar⏤: Bueno~
No pudo completarlo, o quizás lo hizo. No puse atención porque el sonido de unos tacones acercándose me hizo mirar hacia la entrada.
Fruncí el ceño en cuanto la vi.
⏤¡Ace, querido! ⏤lo llamó una voz femenina al entrar, muy animada.
⏤Ah, Iryna. ¿Qué haces aquí? ⏤el Sr. Ace salió y fue hacia ella. Se saludaron con un inocente y cortés beso en la mejilla, pero luego ella lo besó en los labios.
Enarqué una ceja.
⏤Síp, voy a morderlo ⏤manifestó mi madre al ver dicha escena, con la cabecita fuera de la manga de mi chaqueta.
Con mi otra mano la hice volver adentro antes que alguien la viera. ¿Por qué siempre quería morderlo?
⏤Siento que pasaron siglos desde que vi tu hermoso rostro ⏤la castaña/rubia puso un rostro y tono de voz teatral.
Su largo y lacio cabello castaño claro, casi rubio, estaba peinado hacia atrás como si una ballena le hubiese pasado la lengua. Vestía un corto vestido de lentejuelas azul/verde y usaba un nada sutil maquillaje. Era bastante alta y atractiva. Parecía una modelo.
⏤Supe que tu padre te mantuvo muy ocupada ⏤dijo mi jefe, sin tener intenciones de presentarnos.
⏤Ay, sí, es muy estricto y algo exagerado. Cree que en cualquier momento morirá así que quiere prepararme para tomar su lugar ⏤giró los ojos esmeralda.
⏤No hemos abierto aún, ¿qué te trae por aquí?
El ánimo de la castaña/rubia volvió de golpe.
⏤Bueno, escuché por ahí que ya tienes a un remplazo de Ivy. Quiero conocer a esa persona.
Y entonces, por fin, el Sr. Ace se digno a mirarme.
⏤Él es Jen ⏤me señaló⏤. Cantará esta noche.
La tal Iryna también se volvió hacia mí. Soltó a mi jefe y se acercó. Más bien, dio vueltas a mi alrededor para examinarme con detenimiento. Pero yo me había tensado ante las palabras de mi jefe: «Cantará esta noche».
Se suponía que el juegues anterior lo haría, pero fingí tener dolor de garganta para así no hacerlo. Ahora ya no tenía escapatoria. Sería la primera vez, después de años, que cantaría...
Rápidamente la ansiedad me envolvió como una manta helada, pero pretendí estar bien.
⏤Hm, recuerdo que te vi una vez. ¿Creo que hace una semana? ⏤se plantó frente a mí, con una gran sonrisa entusiasta en su bronceado rostro⏤. Me gusta tu nuevo look. Pero..te falta algo importante si deseas reemplazar a Ivy.
⏤¿Ivy?
⏤¿Mm? Como, ¿Ace no te habló sobre ella? ⏤soltó una risita absurda cuando negué con la cabeza. Suspiró⏤. Bueno, es entendible.. Como sea, Ivy era la antigua cantante en el Lux. Ella era increíble. Todos la amaban, pero no solo por su talento.
⏤¿Dónde está? ⏤me atreví a preguntar.
El rostro de Iryna se oscureció al hacer la pregunta. Pese a ello, ahora con una nota de pesar, me respondió:
⏤Nadie lo sabe. Desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera se llevó su guitarra ⏤señaló hacia el escenario detrás de mí, al centro en donde una guitarra eléctrica color turquesa descansaba sobre su soporte⏤. Era como su hijo. No dejaba que nadie lo tocara, ni siquiera Ace.
Volví a verla, ceñudo.
⏤¿Al Sr. Ace?
Él solo bajo la cabeza cuando lo miré.
⏤Es su prima ⏤Iryna sacudió la cabeza, deshaciéndose del pesado aire en el que nos habíamos metido⏤. Como sea, volvamos a lo importante: el futuro. Tú futuro. Tú, amigo... ⏤miró mi ropa con rechazo⏤ necesitas un cambio de vestuario.
Observé mi ropa, ceñudo.
⏤¿Qué hay de malo con mi ropa?
⏤Es muy...simple. Necesitas ser extravagante, loco. Debes cautivar sus ojos tanto como a sus oídos.. ¿Y ese chico?
Al mirar hacia atrás noté que Eugene estaba ahí de pie. ¡Le dije que se quedara!
⏤Es su hermano, Eugene.
De forma súbita miré al Sr. Ace, desconcertado porque a él sí lo presentara y a mí no.
⏤Es un placer, señorita ⏤se presentó mi hermano con amabilidad al acercarse. Le ofreció una mano⏤. Soy Eugene Thompkins.
Iryna abrió la boca con asombro y se colocó una mano en el pecho.
⏤Pero qué niño tan educado. Soy Iryna Nygma.
⏤Oh, ¿su padre es Paxtron Nygma?
⏤Así es. ¿Se conocen?
⏤Lo he visto en algunos eventos ⏤asintió⏤. Es amable.
Iryna sonrió, aunque noté algo raro en esa sonrisa. No pude descifrarla. Entonces de repente juntó las manos y emitió un plas.
⏤Quiero oírte ⏤me dijo. Señaló el escenario cuando no me moví⏤: Anda.
Hice una fina línea con los labios, formando una especie de sonrisa condescendiente.
⏤Disculpa, ¿pero por qué tendría que hacer lo que dices?
El Sr. Ace dio un paso al frente.
⏤La señorita Iryna me ayuda con la imagen del Lux, mis demonios e incluso con la mía de vez en cuando.
⏤Yo hice que Ivy se viera increíble, inolvidable ⏤se acercó lo suficiente para romper toda distancia, y entonces pasó una mano por la chaqueta con delicadeza mientras hablaba en una voz algo baja y tentadora⏤: Puedo hacer lo mismo por ti, Jen. Puedo convertirte en alguien irresistible.
¿Irresistible?
Miré sobre el hombro de Iryna. Eugene hizo un movimiento con la boca diciendo un «tú puedes».
⏤Hazlo Jen ⏤también me alentó Mali⏤. Pruébale a ese mal nacido que no lo necesitas y que puedes tener una vida incluso si ya no eres humano.
¿Eso podía ser posible?
Por un milisegundo, mis cejas se arquearon con vulnerabilidad. Con rapidez las volví a fruncir, pero esta vez con determinación.
⏤De acuerdo. Pero nada de vestidos.
La sonrisa de Iryna y del Sr. Ace se ensancharon.
(....)
Después de probarme toda la ropa que había traído Iryna, en la cual odié la mayoría, me paré frente al espejo de cuerpo completo, ahora solo en la oficina del Sr. Ace. Tenía puesto un bolero en color negro y bien ceñido; sobre el cuello reposaba aquel broche de serpiente y la cuerda estaba enganchada sobre el bolsillo de la prenda; camiseta negra mangas largas, el cuello era algo largo por lo que podía apreciarse el encaje; leggings altos, negros y con unas líneas decorativas en el frente; botines altos e igualmente en color negro; mi cabello estaba levemente ondulado y tenía un poco de maquillaje, lo cual no tuvo sentido dado que debía usar la otra mitad de la máscara.
Ya no usaba el binder, y eso me puso un poco inquieto. Jamás lo admitiría en voz alta, pero me seguía afectando la forma en que las personas me percibían. Quizás ya no como antes, pero seguía teniendo cierto peso en mí. Era bastante molesto y me hacía sentir débil y patético. Solo deseaba deshacerme de este malestar...
⏤¿Estás bien, bebé? ⏤me preguntó Mali con una voz aterciopelada, enredada en mi pierna sobre el leggings.
⏤No lo sé. Es raro. Hacía tiempo que no usaba este tipo de ropa, o que cantaba...
⏤Puedes retractarte si así lo quieres. No te juzgaré.
Alcé el mentón, determinado.
⏤No. Tú misma lo dijiste, debo hacerle ver, donde quiera que esté, que se equivocó conmigo. Con nosotros.
Él me había dicho que no sobreviviría sin su ayuda, que jamás encontraría la felicidad y que nadie nunca me amaría otra vez al menos que fuese humano..o cis. Y por un tiempo, lo creí. Creía que no me merecía algo como el amor por todo lo que había hecho y en lo que me convertí. Quizá tenía razón, o quizá no, solo sabía que no podía volver a permitir que me pisotearan.
Mali subió hasta mi cintura y ahí se quedó. Me observó por el reflejo del espejo con esos pequeños ojos rojos.
⏤Así se habla ⏤expresó con aprobación, usando ese tonillo de madre afectuosa que la caracterizaba⏤. Estoy orgullosa, lo sabes, ¿no?
Sonreí apenas y bajé la cabeza, algo cohibido.
⏤Lo sé. Igual yo estoy orgulloso de ti, madre..incluso si no paras de amenazar con morder al Sr. Ace.
Resoplo.
⏤Tú haces lo mismo pero con incendiar cosas/personas, y nunca me quejé.
⏤Inevitable...
Como comencé a percibir la fuerte colonia de mi jefe, me dispuse a pretender que estaba arreglando mi cabello.
⏤Vaya...
Giré los ojos cuando el Sr. Ace, descaradamente, fijó los feroces ojos en mi cuerpo para después detenerse en mi trasero.
Noté que también se había cambiado de ropa. Ahora lucía un traje rojo, una camiseta blanca con algunos botones desabrochados de tal forma que se pudiera observar su pecho, muchos anillos y uno que otro collar y, como siempre, usando delineador negro. Se veía imponente, despampanante.
⏤¿Y Eugene? ⏤decidí preguntar para así no tener ningún pensamiento inapropiado.
⏤Hace rato que Lucius lo llevó a casa. Insistió en quedarse, pero sabía que te molestarías si lo permitía.
Caminó y se detuvo detrás de mí. Pude sentir con mayor fuerza la colonia. Era dulce pero fuerte. Sorprendentemente, no me desagradaba el olor.
⏤Ah, pensé que no estaba consciente de mis sentimientos ⏤contesté con una falsa sorpresa.
⏤¿En serio? ¿Sigues enojado por lo de hace rato? ⏤inquirió con incredulidad y diversión.
⏤No sé a que se refiere.
Quise irme, alejarme de ese..tipo, pero él no me lo permitió. Me sostuvo por el codo y esbozó una tonta sonrisita.
⏤Déjeme.
⏤No.
⏤¿«No»? ⏤alcé las cejas, comenzando a enojarme.
⏤Quiero morderlo~
⏤No ⏤me apresuré a objetar antes que Mali siquiera se moviera. Exhalé, entre cansado y resignado⏤. ¿Podemos fingir que nada pasó?
⏤¿Y si no quiero? ¿Y si, en realidad, ninguno desea eso?
⏤Ni siquiera me conoce.
⏤Entonces permíteme hacerlo. Deja de alejarme.
Tragué saliva antes de lanzar lo siguiente:
⏤¿Cómo sé que no me ve como una mujer?
⏤Wow, ¿qué? ⏤inquirió Mali, totalmente desprevenida.
Mi corazón latía con una preocupante velocidad. Preocupante porque, al parecer, temía de la respuesta/reacción del Sr. Ace. No pensaba en nada más que en ello. Era confuso, desconcertante, aterrador.
⏤Jen, no me importaría incluso si fueras un árbol ⏤contestó con tranquilidad. Pero su corazón empezó a acelerarse por alguna razón⏤: Eres, literalmente, la primer persona que me ha hecho cuestionar mi vida entera. No hay ni un día que no me encuentre pensando en ti. No sé quién seas o cuales sean tus intenciones conmigo, solo sé que me tienes totalmente hipnotizado. Me gusta, la sensación de restricción, la perdida del sentido... ⏤sostuvo mi mano y con la otra mi mejilla. Pude ver la ansiedad y urgencia en sus ojos⏤. Déjame probarte que soy digno. Haré lo que sea, pero por favor no me dejes.
⏤Dices que quieres esto, sea lo que sea, pero ni siquiera sabes en qué clase de líos te meterás ⏤solté una risita/resoplido, imitándolo como en la segunda vez que nos vimos⏤. No eres nada cuida~
⏤Tengo una increíble resistencia. No me subestimes.
Si aquello era cierto, podría usarlo contra él. Era cruel, sí, pero debía prepararme por si nos encontraba. Debía tomar cualquier oportunidad. O era Mali o los sentimientos del Sr. Ace: la respuesta era obvia.
Pero primero debía probarlo antes de hacerlo:
⏤Hm, okay~
Estaba a punto de hacer algo arriesgado, quizá hasta estúpido, cuando de pronto, por suerte o desgracia, fui interrumpido:
⏤¡¿Ya estás listo, Jen?!
Con rapidez, como si el Sr. Ace fuera el mismo ácido, me alejé de él.
⏤¿Mal momento...? ⏤inquirió Iryna, alternando entre mi jefe y yo, ceñuda.
⏤No, no. ¿La..la gente ya llegó? ⏤decidí preguntar.
⏤Sí, están esperando ⏤asintió, aún extrañada.
⏤Iré a ver..algo ⏤balbuceó el Sr. Ace en un intento de pretender que nada pasó, para después cruzar la puerta.
Incómodo, me dirigí hacia el escritorio para coger la máscara. Se suponía que nadie además de Lucius podía ver mi rostro, pero el Sr. Ace aseguró que Iryna Nygma era de confianza. No pude negarme.
⏤¿Estás nervioso?
⏤No.
Iryna esbozó una sonrisa comprensiva.
⏤Tranquilo. Lo harás bien.
Apreté la máscara entre mis manos, inseguro.
⏤¿Y si la cago? Hace tiempo que no lo hago, tal vez ya perdí la habilidad...
De forma inesperada, la castaña/rubia me sujetó por los hombros. La observé, curioso.
⏤Hey, deja de dudar. Vi los videos, tienes mucho talento y eso no desaparecerá así como así. Está en ti.
Fruncí el ceño.
⏤¿Videos..? ⏤giré los ojos cuando un nombre cruzó por mi mente⏤: Eugene te contó.
Pensé en darle una lección luego a ese niño por hablarle de mi pasado a extraños. En especial si se trataba de esos años.
⏤Sé que podrás hacerlo. Lo veo.
⏤Estás muy segura...
En verdad, ¿por qué?
Iryna sonrió con orgullo.
⏤Nunca me equivoco sobre algo o alguien. Jamás. Bueno, vayamos afuera. La gente espera... Ah, y deja a la serpiente aquí, no queremos que se caguen encima y entonces se vayan.
Solo asentí y fui detrás de ella después de ponerme la otra parte de la máscara y coger la guitarra café que estaba a un lado de la puerta.
⏤Habláremos de esto luego ⏤fue lo que dijo Mali antes de esconderse entre mi ropa⏤. Oh, y, buena suerte.
Cogí bastante aire mientras caminábamos hacia el gentío. Las personas ya estaban de pie frente al escenario. Una oscuridad nos envolvía, hasta que una luz, proveniente de arriba en la pared de detrás de la gente, iluminó el escenario. El Sr. Ace se encontraba ahí de pie y les habló por el micrófono sobre el soporte frente a él. Me detuve a un lado del escenario, y esperé.
No lo negaré, estaba nervioso. Y me puse aún más nervioso al ver cuántas personas había esa tarde/noche.
⏤¡Buenas, damas, caballeros y otros humanos! Soy Ace Valeska, el dueño de Lux, como ya saben, obvio ⏤lanzó un guiño y algunos rieron de forma sospechosa⏤. Admito que pensé en no volver a tener un cantante oficial después de Ivy. Sin embargo, la vida da muchas vueltas ⏤extendió el brazo como diciendo «Oh, da igual»⏤. Así que, me emociona por fin poder presentarles a mi nuevo diamante.
Enarqué una ceja cuando hizo énfasis en «mi».
⏤Por favor, denle la bienvenida a...¡Jen!
Subí por las escalerillas con los aplausos de fondo, mientras me repetía a mí mismo que no era nada y que podía hacerlo. Limpié mis manos sudorosas con mi ropa.
⏤Buena suerte ⏤me susurró el Sr. Ace antes de bajar.
Tragué saliva y me paré frente al micrófono, con el gran reflector apuntando directo a mi rostro. Alcé la guitarra sobre mi estómago y me repetí un: «Tú puedes. Tú puedes. Haz hecho cosas peores, ¿recuerdas? Mucho peores que esto...».
Era cierto. Hice cosas mucho peores que cantar. Esto, no era nada comparado a ello. Sin embargo, era extraño sin ellos.
Sin él...
Sacudí mis pensamientos, porque no era momento de ponerse nostálgico. Abrí la boca y...nada. Nada salió de mi boca. Ningún sonido. Ni siquiera mis dedos se movieron. Lo volví a intentar:
Nada.
Mi respiración se aceleró.
⏤¿Jen? ¿Qué pasa? ⏤me preguntó Mali.
Maldije en mis adentros cuando mis piernas se congelaron por lo que no pude escapar. Las personas comenzaron a murmurar entre ellas, mirándome con desconcierto y extrañeza. El Sr. Ace estaba igual, pero sus cejas se encontraban arqueadas como si estuviera...preocupado. Quizás solo lo estaba por su reputación.
⏤Jen, si es por él, déjame decirte que estaría muy decepcionado porque te paralices sobre el escenario ⏤no dije nada⏤. Se supone que en este momento te liberes, seas tú mismo. ¿Dónde está el alocado Jen? ¿Eh? ¿Dónde está el chico que le escupió agua a su director cuando intentó detenerte a ti y a la banda por cantar aquella escándalosa canción? ¿Dónde está mi Jen? ¿Su jen?
Eso último dio justo en el clavo. Cerré los ojos por un momento, pensando en que tenía razón. Debía volver a ser yo. Porque este chico nervioso y asustadizo no era yo.
Y debía matarlo de una vez por todas.
Cogí bastante aire, y entonces comencé a cantar/tocar Toxic de Britney Spears. Según algunos, mi voz era similar a la de Lorde. No lo veía así, pues creía que cada uno tenía su toque especial. Sonaba cursi, pero así pensaba. Al principio fui algo tímido, pero casi de inmediato me dejé llevar. Fui uno con la música. Otra vez lo volví a sentir: las emocionantes sensaciones/emociones al cantar, esas que me traían tanta paz y que provocaban que mi tenso cuerpo se relajara. La música me hacía sentir vivo, libre. Me traía consuelo.
En ese momento, solo pensé en una persona:
Él.
«Esto es por ti» pensé con una lágrima escapando por mi ojo izquierdo, el amarillo.
Al finalizar la gente aplaudió y emitió uno que otro sonido de aprobación. Solté aire por la nariz, satisfecho y algo...alegre. No fui un fiasco.
⏤¡Lo hiciste increíble! ⏤me felicitó el Sr. Ace en cuanto bajé⏤. No sabía que cantabas tan bien.
Naturalmente, la música y luces de colores comenzaron a llenar el lugar. Iryna también se acercó.
⏤¿Ves? Lo hiciste. La gente quedó fascinada, como si los hubieras hipnotizado. Por un segundo yo... ⏤emitió una risita nerviosa.
El Sr. Ace la miró con intriga.
⏤Sí, bueno, quisiera algo de alcohol ⏤comenté para luego dirigirme hacia la barra.
No era de beber, pero en ese momento necesitaba algo fuerte como el alcohol.
Al sentarme, exhalé con fuerza y pasé una mano por mi corto cabello. Pensé en que hubiera sido bueno que Eugene me hubiese visto. Quizá estaría orgulloso...
⏤Debemos hablar, Jen ⏤dijo Mali después de que pidiera mi mojito.
⏤¿Sobre qué? ⏤pregunté con cuidado, casi en un murmullo.
⏤Vamos a un lugar más privado.
Extrañado e intrigado, fui en dirección al Pasillo Rojo (no sin antes llevarme el mojito). Cuando entré en aquella habitación en la que conocí por segunda vez al Sr. Ace, Mali sacó el cuerpo de mi ropa hasta estar frente a frente. Los pequeños rubíes me observaron con fijeza.
⏤Quizá no me agrade la idea, pero puedo ver que lo necesitas.
⏤¿De qué hablas? ⏤pregunté luego de sacarme la máscara. Le di un sorbo a mi vaso con el popote.
⏤¿Sabes por qué las ratas son mis favoritas? Su vigor es más espesa, fuerte. Yo la absorbo para poder vivir y así no tener que recurrir a la tuya, la cual es bastante débil. ¿No te habías preguntado del por qué duermes tanto? El vigor que emana Ace es..increíblemente densa. Es tan atractiva que no sé cómo he logrado controlarme... ⏤con la larga lengua relamió su boca como un animal sediento. Sacudió la cabeza⏤. Si la consumes, te fortalecerás.
Fruncí el ceño, desconcertado.
⏤¿Quieres decir que debo comerme al Sr. Ace para absorber su vigor?
⏤Eso sería fantástico, pero no te gusta la idea así que puedes probar con otra forma.
⏤¿Cuál?
Mali rió, tranquila pero levemente burlona.
⏤¿Aún te queda algo de inocencia? ¿En serio?
Lo comprendí casi al instante.
⏤¿Es así? ⏤murmuré para mí mismo, repentinamente avergonzado.
⏤Sé que te atrae, y quizás sea solo porque también sentiste su olor. De cualquier modo, no tienes más opción que usarlo si quieres sobrevivir. Úsalo.
La idea de que solo me haya atraído por su denso vigor me alivió. No me agradaba la idea de volver a sentirme así, atado, hipnotizado. No pude evitar reír. Fue una risa relajada, aliviada.
Y en ese momento, un pensamiento emocionante cruzó por mi mente:
⏤¿Y crees que también pueda hacer eso que haces? Hipnotizar.
⏤Tienes mi sangre, ¿no? Conviértete en un ser fuerte para poder vencerlo. Si él llega a aparecer, debemos estar bien preparados.
Algo cosquilleó en mi interior. Quizá era la inquietud por volverlo a ver, o el hecho de tener que hacer esas cosas.
Y sorprendentemente, no me disgustó la idea de eso último.
De repente, Mali se lanzó hacia debajo de la cama. No entendí la razón hasta que sentí que un aroma familiar se acercaba.
⏤La decisión es tuya ⏤fue lo que dijo antes que la puerta roja fuese abierta.
⏤Aquí estás ⏤el Sr. Ace cerró la puerta tras de sí. Me observó, ceñudo⏤. ¿Qué hacías, Jenny?
Con mis manos detrás de la espalda, comencé a caminar con algo de lentitud hacia él.
⏤Lo estaba esperando ⏤respondí en una tenue voz al estar muy cerca de él.
⏤¿Ah, sí?
Era un poco más bajo que él, pero no tenía que alzar la cabeza. Y solo entonces, con esa cercanía, por fin fui consciente de lo que el Sr. Ace emanaba: una fuerte y apetitosa energía lo rodeaba como una manta invisible. No era la colonia como yo creía, era sensilla y simplemente vigor. Comida.
⏤Ya tomé mi decisión.
⏤¿Sobre qué?
Emití una risita. Pasé una mano por uno de sus collares y jugueteé con él.
Los labios del Sr. Ace se me antojaron sensuales y viriles; sus brillantes ojos color miel me acecharon con curiosidad y deseo. Mis dedos cosquillearon y algo se revolvió en mi interior. Ansías y emoción era lo único que sentía en ese momento.
⏤¿Hay otra cosa importante de la que hayamos hablado, Sr. Ace?
Pude sentir nuestras respiraciones agitarse con cada latido, expectantes. Las esquinas de su boca se alzaron en una sonrisa maliciosa al oírme decir aquello. Las tenues luces de las velas colocadas en la habitación crearon el ambiente perfecto para lo que estaba a punto de suceder: algo perversamente caliente.
El hombre alto y de apariencia adonis extendió una mano hacia la máscara y suspiró de forma dramática.
⏤Es triste que no puedas quitártela. Tenía grandes planes con esa~
⏤¿Quién dijo que no era posible? ⏤lo interrumpí antes de que pudiera completarlo.
Su ceño se frunció en confusión. Lo llevé hacia la cama y lo hice sentarse. Me dirigí hacia uno de los muebles y rebusqué en uno de sus cajones. Cuando hallé lo que buscaba volví hacia él, el cual solo observó cada uno de mis movimientos en silencio, curioso.
⏤¿Vas a vendar mis ojos? ⏤me preguntó cuando alcé la suave tela frente a él, divertido y desconcertado.
⏤Síp.
Intenté ponérsela pero sujetó mi muñeca. Puso cara de perrito triste.
⏤Pero quiero verte.
Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro y acaricié su barbilla con delicadeza.
⏤Aún no, corazón.
«No cuando no soy capaz de controlar la hipnosis»
No podía permitir que me viera, que viera ese lado de mí, o todo se iría al carajo.
No volvió a protestar. Después de que sus ojos estuvieran cubiertos, retrocedí unos cuantos pasos e intenté quitarme la máscara: a penas separé unos centímetros de la porcelana lejos de mi piel, un molesto ardor se manifestó en mi mentón. Tuve que apretar los dientes con fuerza. Cogí valor y entonces, de un jalón, me la arranqué de la cara.
Un agudo dolor me hizo doblar levemente las rodillas, robándome así el aliento. Fue como un latigazo, el cual me dieron con bastante resentimiento.
⏤¿Estás bien? ⏤me preguntó, pues había escuchado mi quejido y como maldije.
⏤Sí ⏤respondí en un jadeo⏤. Dolió como la mierda, pero está fuera.
Dejé la máscara sobre el mueble detrás de mí y me dispuse a despojarme de el bolero; con ella limpié la caliente sangre que había en mi rostro. Las heridas cicatrizaron con rapidez, por lo que lancé la prenda al suelo y fui hacia el vigo~ el castaño. Me subí sobre él, colocando ambos brazos alrededor de su cuello, y como de forma automática me sostuvo por las caderas junto a una sonrisita traviesa.
⏤Hola ⏤lo saludé con una voz baja, seductor.
Me devolvió el saludo con el mismo tono de voz. Atraje su rostro hacia el mío y entonces lo besé. Fue un beso apasionado, efusivo, como si hubiésemos estado deseando desesperadamente este momento que al fin ocurrir nuestro autocontrol se esfumara. El calor en mi cuerpo comenzó a aumentar a medida que los besos y las caricias se intensificaron. No supe que le había quitado la ropa hasta que toqué sus hombros desnudos. Me pegó más a él, y entonces fui consciente del bulto. Sus juguetones labios buscaron mi cuello con ansías y procedió a llenarlo de húmedos y efusivos besos.
⏤Parece ser su lugar preferido para atacar ⏤dije casi en un jadeo.
Lo sentí sonreír.
⏤Por ahora.
Emití un pequeño jadeo al sentir cómo le dio una lamida a mi cuello para después morderlo. Aún con su rostro hundido en mi piel, se deshizo de los botones de la camiseta de un tirón. Solo salieron volando unos cuantos, por lo que mi ombligo siguió cubierto y yo terminé por quitármelo. Sin previo aviso, el Sr. Ace me tiró sobre la cama, quedando él ahora encima de mí. Quise besarlo, pero entonces, en voz baja y casi en forma de reproche, habló:
⏤Estoy un poco disgustado por el hecho de no verte, pero al menos sabré cómo hacen los ciegos.
Me dio un corto beso antes de deslizarse hacia abajo, apoyó las rodillas sobre el suelo y, como si pudiera ver a través de la tela negra, me quitó los botines y el leggings con facilidad. Luego trazó un camino de besos desde mi tobillo hasta llegar a mi muslo. La palpitación en aquella zona inexplorada creció de forma dolorosa cuando su aliento golpeó por encima de la delgada tela.
⏤Ace... ⏤lo llamé casi en un jadeo desesperado.
Sentí su sonrisa juguetona sobre mi sensible piel. Su voz me hizo cosquillas:
⏤Es «Sr. Ace», querido. ¿Y tus modales?
Sujeté con fuerza la sábana al sentirlo. Ahogé un gemido y entonces mi mente quedó en blanco. Me liberé. Simplemente disfruté como sus manos, cuerpo y labios adoraban mi cuerpo con una apasionante devoción. En algún momento estuve sobre él, con ambas manos en su pecho y él sujetándome por la cintura mientras me movía. Lo único que se oía era nuestros jadeos/gemidos entrecortados y el sonido de la cama siendo sacudida. De vez en cuando mis movimientos eran lentos, tortuosos, por lo que él gruñía y yo solo sonreía con una perversa maldad. Cuando sentí que mi cabeza iba a explotar, la eché hacia atrás al momento de venirme. No mucho tiempo después él me siguió: apretó mis caderas con más fuerza y un débil gemido/jadeo escapó de su boca.
No mentiré, me gustó oírlo. Me gustó verlo tan ansioso y salvaje por tocar y besar cada parte de mí mientras yo absorbía su vigor.
⏤¿Está bien? ⏤le pregunté cuando solo se quedó con los brazos extendidos, silencioso.
Hundí las cejas y lo moví levemente, pero siguió sin hablar. Coloqué un dedo debajo de su nariz y entonces supe que solo se había quedado dormido. Emití una risita/resoplido, después me levanté y busqué mi ropa. Dado que el Sr. Ace había rotó mi camiseta tuve que usar la suya. Después de vestirme me acerqué a él, lo arropé con la sábana y le deposité un pequeño beso en los labios.
⏤Gracias, fue una deliciosa comida. Me siento mucho mejor... ⏤sonreí al tiempo que volvía a ponerme las máscaras.
Antes de todo eso, mi cuerpo se sentía débil y tenía sueño, pero ahora no había ni una pizca de ello. Fue como despertar de un largo sueño y volver mucho más fuerte. Me sentí nuevo. Increíble.
Una cosquilleante sensación similar a la emoción me abordó en cuanto pensé en la siguiente sesión... Obviamente, solo pensaba en hacerme más fuerte, no en pasar esa clase de tiempo con el Sr. Ace. Absurdo.
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Siento que quedó demasiado largo, pero como diría Ace: «esta está más larga»