Nada más cogerla me empezó a doler la cabeza con bastante intensidad, nunca había sentido tanto dolor, luego desapareció, y delante de mí se formó de nuevo una barrera que me impedía ir hasta donde estaba Zoofie.
Ella patinaba en la pista de hielo, muy alegremente, hasta que se cayó.
-¿Peter? ¿Puedes venir a ayudarme? ¿Me levantas?- pero yo no apar