Avancé con calma por aquel pasillo tan estrecho, pero tranquilo, aunque aburrido, no había nada más que las dos paredes de color gris y el suelo, pero llegué a la habitación 529, donde supuestamente estaba Zoofie.
El momento de encontrarme de nuevo con ella había llegado, unos cuantos escalofríos recorrieron mi cuerpo, estaba nervioso de repente, n