Cuando salí de los apartamentos, pude observar que la ciudad seguía con el aspecto de la pesadilla, continuaba lloviendo sangre, un fuerte viento hacía mover las farolas y rompía las ramas de los árboles.
Además había una niebla intensa que me impedía ver con claridad, caminaba guiándome de un mapa que había conseguido antes.
A lo largo de la aveni