Capítulo 2 Introducción

"En las noches más inquietas sueño con aquel lugar, nuestro lugar, prometiste llevarme allí de nuevo, pero nunca lo hiciste, prometiste que lo nuestro sería para siempre, pero te marchaste y nunca más entraste por la puerta de nuestra casa, ahora, no sé dónde estoy, pero me encuentro en peligro ¡ven, te lo suplico por favor, ven Peter, sálvame, por favor, ven rápido!

Te q***** Zo****."

¿Qué es esto? ¿Por qué está aquí en mi escritorio? ¿Es una broma?, pensé para mí mismo, estaba perplejo, miré para los cristales de mi despacho, pero todo el mundo seguía trabajando en lo suyo, me dieron ganas de salir corriendo, pero tuve que mantener mis modales, pero maldita carta ¿Quien la había escrito?

Todo eran preguntas, en mi despacho el aire se volvió denso, costaba respirar, y cada segundo que pasaba lo era aún más, para añadir más incomodidad, me empezó a doler la cabeza, volví a mirar hacia los lados, pestañee y al volver a abrir los ojos todo se había transformado, las paredes eran negras, estaban cubiertas por pieles de ser humano, el suelo estaba inundado por sangre, y en ella un montón de insectos nadaban a sus anchas, cerré los ojos asustado, pero al abrirlos de nuevo, dicho aspecto desagradable había desaparecido y una voz femenina me gritaba:

-¡Peter! ¡Peter!

-¿Si? ¿Qué ocurre?- respondí medio inconsciente.

-¿Está usted bien?

-Si ¿Por qué?

-Parecía estar sufriendo una alucinación ¿Le traigo un café o algo para que se relaje?

-No, no se preocupe, estoy bien, se lo aseguro, es solo el estrés, tal vez debería descansar más por las noches, solo eso.

-De acuerdo, mira Peter, solo quería decirte que el jefe quería verte dentro de media hora en su despacho.

-Gracias Alessia.

Una vez terminada la conversación me volví a sentar en la silla, estaba sudando, las manos me temblaban, me tomé un vaso de agua, cuando decidí buscar otra vez la carta tan extraña, ya no estaba en ningún lado, me asusté ¿Era real la carta? ¿Fue real dicha visión de aquel mundo tan desagradable?

Volví a cerrar los ojos y al abrirlos de nuevo, todo había cambiado al mismo aspecto de antes, una parte de la pared se fue poniendo de un color más claro, y de allí empezó a salir un brazo, un brazo pálido, lleno de sangre y grandes heridas abiertas, las cuales servían de alimento a unos insectos parecidos a las hormigas, pero más grandes.

El monstruo seguía despegándose de la pared, avanzaba hacia a mí de una forma lenta, pero aterradora, a la vez que emitía gruñidos, me fije más en él y me di cuenta de que no tenía cabeza, lo comprobé de nuevo, y efectivamente, no tenía busto, posteriormente numerosas caras empezaron a aparecer por todas las paredes de la habitación, me observaban con sus grandes ojos amarillos, le di la espalda al monstruo, y por poco no me devora, pero por suerte una gran cuchilla le atravesó la barriga, provocando que una gran cantidad de sangre invadida de insectos cayera al suelo, tras ello un gigante apareció cerca del hombro derecho del monstruo acuchillado, su rostro se dividía en dos partes bien distintas, la primera parte estaba llena de gusanos rosas repugnantes, la segunda mitad tenía el aspecto de la cara de una mujer, pero no logré reconocer quien era.

-¡Ven al vacío, rápido!- dijo aquella bestia con una voz grave antes de desaparecer, al igual que aquel mundo tan siniestro. Aterrorizado, me dejé caer sobre la silla, estaba más agobiado y mi sudor me estaba invadiendo por completo.

Seguí sentado sobre la silla durante un buen tiempo, pero se acercaba la hora de reunirme con el jefe, me tranquilicé, arreglé las irregularidades de la chaqueta, coloqué bien la corbata y decidí salir de aquel despacho tan asfixiante.

            
            

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