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No tuve mucho tiempo para pensar, una vez más el aspecto horrendo del vacío llegó a aquel lugar, las paredes perdieron su pintura original para colorearse de rojo, las maderas se fracturaron en algunos puntos, y los agujeros que dejaban eran cubiertos por trozos de piel humana, de las paredes empezaron a salir brazos despellejados, que intentaban a